Escribe Agustín Gigli Izquierda Socialista, Esquel
La provincia del Chubut se encuentra atravesada por una crisis que ha paralizado a gran parte de las actividades del estado provincial. Estatales, docentes, médicos y viales vienen realizando distintas medidas, enfrentando al gobierno peronista de Arcioni que, alineado con el gobierno nacional, aplica un ajuste feroz y con represión hacia los trabajadores.
El peronista Arcioni llegó al gobierno como vicegobernador de Das Neves, el candidato a vicepresidente de Duhalde en 2011. Cuando Das Neves murió el año pasado, diputado nacional, Arcioni se quedó con la gobernación y comenzó a construir alianzas para mantenerse en el cargo. Como candidato del peronismo dasnevista de Chubut Somos Todos (ChuSoTo), firmó el pacto fiscal con Macri que resultó en un feroz ajuste sobre los trabajadores y una provincia cercada desde hace cien días por medidas de protesta. En ese marco, el martes de la semana pasada hubo una violenta represión de la infantería a estatales y docentes que reclamaban aumento de salario frente a la Casa de Gobierno en Rawson.
Pese a ser la principal productora de petróleo, Chubut está paralizada por la crisis que ha provocado el ajuste, con paritarias a la baja y por decreto. El gobierno insiste en que “no hay fondos” para aumentar los salarios de los trabajadores, pese a que en el primer trimestre del año se obtuvo un superávit de 1.400 millones de pesos producto de las regalías petroleras, y que se prevé que aumentará a 1.600 millones en el cuatrimestre. Aprovechando esta coyuntura, desde los medios oficialistas se promueve que la única salida para Chubut es la minería a cielo abierto -prohibida en territorio chubutense desde 2003 por la lucha de movimientos sociales y vecinos autoconvocados por el no a la mina-, en claro acuerdo con el macrismo y aun con el kirchnerismo, que impulsa una nueva ley provincial que habilite el extractivismo minero en la zona central de la provincia.
Frente a las cuentas en rojo y el altísimo nivel de endeudamiento con el que asumió en Chubut -en medio de causas de corrupción que tienen presos a muchos funcionarios dasnevistas-, Arcioni ordenó un fuerte recorte del gasto público centrado en la premisa “paritaria cero” para los trabajadores estatales, con un aumento de solo 6,6% en 2018 y de 5% en 2019, además de reducir en 2,8% los fondos municipales. Su gestión vino impulsando el congelamiento salarial, los incrementos salariales por productividad, la eliminación de horas extras, horas guardia y horas cátedra, la privatización de servicios, la reducción de personal y las jubilaciones anticipadas.
Las últimas negociaciones salariales estatales se dieron en el segundo semestre de 2017, y todas contemplaron la cláusula gatillo para compensar la inflación, pero ninguna se ajustó como fijaba el acuerdo. Con una inflación patagónica interanual de alrededor de 26%, los estatales chubutenses perdieron como mínimo 9%. El detonante de la crisis social fue la imposición del pago escalonado de los salarios estatales en tres tramos.
Las protestas fueron creciendo con el paso de los meses y ya llevan cien días de medidas de fuerza en las principales ciudades de la provincia, con paros, movilizaciones, ocupaciones de edificios públicos y cortes de rutas. La burocracia de algunos sindicatos estatales terminó pactando en la reapertura de paritarias en la última semana de junio. Por su parte, los gremios docentes rechazaron el aumento –una suba de 14% al básico de 8.400 pesos para el docente inicial– y mantuvieron las protestas, reclamando una suba de 1.500 pesos, aunque sin tener en cuenta otros puntos exigidos por las bases desde el inicio de la lucha (como la recuperación del transporte estudiantil gratuito, aumento retroactivo a julio, eliminación del pago escalonado, aumento de partidas para las escuelas, plan de mantenimiento edilicio y otros). Finalmente el gobierno cerró las negociaciones y fijó por decreto el último incremento ofrecido.
La repercusión nacional de la brutal represión sobre los trabajadores de la educación que se manifestaban por aumento salarial el martes pasado frente a la Casa de Gobierno en Rawson, forzó a la Ctera a un paro en todo el país este martes 3 de julio. Desde Izquierda Socialista en el FIT acompañamos la medida de fuerza, así como también nos sumamos el viernes pasado a la movilización en repudio a la Casa de la Provincia del Chubut promovida por el Plenario Sindical Combativo de Lanús. Denunciamos que el ajuste del gobierno peronista de Arcioni es parte del que lleva adelante Cambiemos, y llamamos a los trabajadores chubutenses a seguir movilizados para enfrentarlo. ¡Plata hay!¡Que el gobierno utilice las regalías petroleras para salario, trabajo, educación, salud y vivienda!