Escribe Martín Fú
El evento fue convocado bajo el lema “paz, pan y trabajo” por el Frente Sindical para el Modelo Nacional de los Moyano, Pignanelli (Smata) y Palazzo (Bancaria). También asistieron Baradel (Suteba), Yasky (CTA), Catalano (ATE) y otros dirigentes sindicales vinculados al kirchnerismo. Y además estuvieron presentes el ex candidato presidencial Daniel Scioli, Felipe Solá y Fernando Espinoza, entre otros.
El acto consistió exclusivamente en una misa y un rezo “ecuménico” realizado conjuntamente por pastores de diversas religiones. De salir a luchar contra el ajuste no se pronunció ni una palabra. Pignanelli fue muy claro al declarar que “el país tiene necesidades espirituales y busca la reflexión de los gobernantes” (Perfil, 20/10).
El colmo de la incoherencia fue el de la diputada peronista Vanesa Siley, que había dicho que “le gustaría que todas las mujeres vengan a Luján con el pañuelo verde”, como si desconociera el rol central que jugó la jerarquía de la Iglesia Católica en impedir la aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo.
En contrapartida con esta misa, nuestro compañero Arnoldo Troncoso, ferroviario de la Lista Bordó y referente de Izquierda Socialista en Luján, fue claro en la necesidad de salir a pelear: “Esta dirigencia sindical no se diferencia mucho de la tregua que la CGT de Daer y Acuña mantienen con el gobierno de Macri. Desde Izquierda Socialista y el sindicalismo combativo decimos que se tiene que convocar a un paro general con movilización cuando se trate el presupuesto en el Congreso”.