Escribe Mariano Barba
Los mineros de Andacollo continúan cortando la ruta nacional 22, a 50 kilómetros de la capital neuquina, porque hasta ahora no obtuvieron respuesta al cobro de los salarios caídos de los últimos dos meses ni a la continuidad laboral.
La empresa yanqui Trident Southern Explorations S.P.A., que también tiene emprendimientos hidrocarburíferos instalados en Vaca Muerta, no cumplió ningún punto de los acordados en el acta firmada a fines de abril. Es más, en las últimas horas salió a la luz que la empresa se presentó en concurso de acreedores en tribunales de Buenos Aires y que ni siquiera depositó el millón de dólares de garantía que debió realizar en 2016 cuando se firmó la concesión que se extendía hasta 2042. Si estuviera depositado ese millón de dólares se podrían pagar los sueldos de todos los mineros durante ocho meses. Es más, en ese convenio, firmado por la empresa Trident y el estado provincial a través de Cormine S.E.P. (empresa del Estado), se afirma que el objetivo por parte del Estado “es gestionar la mina para preservar la fuente laboral y el respeto al medio ambiente”. Apenas pasaron tres años cuando la concesión estalló porque la empresa resultó ser estafadora y pirata.
Es evidente la complicidad del gobierno provincial que, a través de Cormine debía ejercer el contralor y nunca lo hizo ni exigió que se deposite el fondo de garantía, y, además, nunca controló el modus operandi de la empresa que los propios obreros venían denunciando. En sus comienzos los obreros advirtieron a la patronal sobre la inconveniencia de entregar la concesión de la mina de oro y plata a Trident.
La situación hoy es que cincuenta obreros cortan la ruta rodeados por la Gendarmería, mientras otros casi doscientos toman las instalaciones de la mina cuidando que no se lleven las máquinas y realizan colectas de víveres en los pueblos del norte para sobrevivir. Desde la multisectorial impulsada por el Sindicato Ceramista, el Frente Multicolor de Aten y las agrupaciones sindicales combativas se debatió el apoyo total a la lucha de los mineros y preparar una caravana hasta el lugar donde cortan la ruta. Junto con nuestra compañera concejala Angélica Lagunas, los compañeros de Izquierda Socialista nos acercamos permanentemente para llevar el apoyo, aportando para sostenerlo y, a su vez, exigiendo, como lo hacen los obreros, que el gobierno provincial garantice el pago de los sueldos atrasados y la continuidad laboral a través de Cormine, que es responsable solidaria de ese pago. También estamos planteando que la solución de fondo es la administración provincial de la mina controlada por sus propios obreros.