Escribe Claudio Funes
Ante el desplome mundial del precio del crudo, los ministros de Economía, primero, y luego los gobernadores de Chubut, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Cruz y Tierra del Fuego acordaron pedirle al gobierno nacional la restauración del barril “criollo” para beneficiar a las multinacionales petroleras. En vez de exigir que bajen los precios de los combustibles para favorecer al pueblo trabajador.
Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, utilizando nuevamente la excusa de evitar despidos, les garantizará a los pulpos saqueadores un “valor de referencia”. Se especula que rondará los 45 dólares el barril. Si eso se confirma, la diferencia con el precio de mercado sería importante, ya que la cotización del barril Brent (denominación del precio de referencia en Europa) para contratos a julio es de 31 dólares. Como vemos, petroleras como Exxon, Shell, Vista Oil & Gas, Chevron, Pluspetrol y otras siempre hacen negocios.
El barril “criollo” se suma al programa ATP. Las multinacionales están recibiendo un multimillonario beneficio. El Estado, a través de la Anses, se hace cargo del 50% del salario del trabajador suspendido.
Estos pulpos son premiados por el gobierno de Alberto Fernández y ayudados por la burocracia sindical. Gracias al secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, el eterno burócrata Guillermo Pereyra, pudieron imponer suspensiones masivas y rebaja salarial. Más de 32.000 trabajadores petroleros pasaron a cobrar un promedio del 30% de sus ingresos habituales.
Pero si ya era mala, la situación de los trabajadores sigue empeorando. Durante los primeros días de mayo, empresas de servicios petroleros como Schlumberger (la más grande del mundo), Pecom, San Antonio International, Halliburton y Weatherford que durante el año 2019, en conjunto, facturaron más de 100.000 millones de pesos anunciaron miles de despidos.
Por lo que describimos más arriba es el Estado el que objetivamente está financiando la industria petrolera privada para que nos siga robando nuestra riqueza.
Desde Izquierda Socialista reclamamos que se terminen las suspensiones, los despidos y la rebaja salarial. Además, exigimos que se termine con este saqueo de las multinacionales: por una YPF 100% estatal y la estatización del conjunto de la industria petrolera bajo control de sus trabajadores.