• Incautar las millones de dosis que se están produciendo en Garín, para garantizar vacunas para todas y todos.
• Centralizar el sistema de salud, para poner todos los recursos (públicos, privados y de las obras sociales) al servicio de combatir la pandemia.
• Aumentar el presupuesto sanitario, incorporando a todas las y los trabajadores de la salud que sean necesarios, con salarios que cubran plenamente la canasta familiar, para evitar el pluriempleo.
• Otorgar un aumento de emergencia de salarios y jubilaciones, para que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar (calculado por los trabajadores de ATE Indec en 99.930 pesos), actualizado por inflación. Reabrir inmediatamente todas las paritarias.
• Incrementar las jubilaciones al valor mínimo de 62.000 pesos (canasta de la Tercera Edad). Implentar el 82% móvil.
• Brindar un IFE de emergencia de 40.000 pesos para todo el que lo necesite. Ampliar la asistencia alimentaria a comedores populares y de planes sociales para los desocupados.
• Prohibir verdaderamente los despidos y suspensiones, expropiando toda empresa que no cumpla con esta disposición, para ponerla a funcionar bajo gestión de sus trabajadores.
• Establecer un auténtico sistema de precios máximos sobre todos los productos de la canasta familiar, aplicando la ley de Abastecimiento, que permite multar, clausurar y hasta expropiar a la empresa que los viole.
• Suspender inmediatamente todos los pagos de deuda externa y romper los lazos políticos y económicos que nos atan al FMI.
• Implementar un auténtico impuesto a las grandes riquezas, para que sean las grandes empresas, los bancos y las multinacionales, junto a los megamillonarios, los que paguen la crisis.