Escribe Ariel Nápoli
El MST de Bodart y Celeste Fierro, tras expresar su “preocupación” por la unidad de la izquierda, el lunes pasado presentaron una lista separada para las PASO del FIT-Unidad en las elecciones municipales de la provincia de Santa Fe. Produjeron una división frente al planteo unitario que presentamos desde Izquierda Socialista junto al PTS y al Partido Obrero.
En su periódico digital, los compañeros dicen que ir divididos a las PASO “será un hecho político desde el cual intentaremos ayudar a la pelea por llegar a las elecciones generales con mayor fuerza” (https://periodismodeizquierda.com/santa-fe-paso-del-fit-u-presentamos-la-lista-revolucionemos-la-izquierda/). Pero, lejos de sumar más fuerza a la pelea contra los partidos patronales, ir divididos a las PASO nos llevará a una disputa interna entre la izquierda de la provincia. En su artículo, el MST simplemente dice que “no se alcanzó un acuerdo” en Santa Fe, omitiendo decir que ellos dividieron por su afán desmedido por los cargos. Someten así al FIT-Unidad a una disputa interna y más en una provincia como Santa Fe, donde el carácter proscriptivo de la legislación provincial varias veces impidió llegar a la elección.
Increíblemente, desde el nombre de su lista los compañeros nos llaman a “revolucionar la izquierda”. Pero, si algo no le importó durante años al MST fue la unidad de la izquierda. Mientras el FIT nacía y se desarrollaba, ellos apostaron a diferentes acuerdos electorales con sectores que no tenían nada que ver con la izquierda. En 2011 impulsaron un frente en Córdoba con Luis Juez, quien se presentaba como “alternativa a los partidos tradicionales” y terminó siendo referente del macrismo en la provincia. En el mismo año, el MST ingresó a Proyecto Sur, fuerza de centroizquierda liderada por el fallecido Pino Solanas. La alianza se rompió en 2013 cuando Solanas hizo un acuerdo con Carrió. Luego, en 2013, formaron una alianza que incluía a sectores de la CTA, con Victor De Gennaro, la ex burócrata docente de la Ctera Marta Maffei y la gobernadora de Tierra del Fuego Fabiana Ríos, alineada con el kirchnerismo. Después de ver fracasadas esas alianzas, el MST desembarcó en una muy breve con el Nuevo MAS, en 2017, cuyo eje era el ataque divisionista al FIT.
Recién en 2019, luego de estos fracasos, el MST se sumó al Frente de Izquierda, cuando este ya tenía ganado su lugar como referencia unitaria de la izquierda. Pese a toda esa política divisionista aceptamos su tardía incorporación y los sumamos. Pero es una absoluta falta de seriedad política que apenas dos años después dividan, y nos obliguen a dedicar nuestras energías a una interna por una disputa mezquina de cargos, que encima no les corresponden. Llamamos al MST a reveer esta política divisionista y a no repetirla en los demás distritos de cara al cierre nacional de candidaturas del 24 de julio.