1. Suspender inmediatamente los pagos de la deuda externa y romper con el FMI
Durante el gobierno de Alberto Fernández ya se llevan pagados 7.100 millones de dólares en concepto de deuda externa. Este mes se abonaron 155 millones de dólares a los acreedores privados y todavía faltan otros 215 al Club de París. El FMI nos exige un plan de ajuste para garantizar cobrar los casi 50.000 millones de deuda de Macri. ¡Hay que parar ya mismo esta sangría! Todo ese dinero debe ir para resolver las más urgentes necesidades generadas por las dos pandemias, la sanitaria y la social.
2. Imponer un auténtico impuesto a las grandes fortunas y riquezas
El tan declamado “impuesto a las grandes fortunas” del gobierno del Frente de Todos fue un verso. No le correspondió pagarlo a ninguna empresa; sólo alcanzó a unos pocos particulares y aún varios de ellos realizaron maniobras para zafar. Hay que imponer un impuesto a las grandes fortunas y a las superganancias de las empresas, las multinacionales, los bancos, los monopolios del agronegocio, las petroleras, todos los que siguieron ganando durante la pandemia. Solo así se podrá recaudar de verdad la plata que se necesita para dar trabajo, salario, educación, salud y vivienda.
3. Incautar las vacunas que se están produciendo en Garín
Millones se siguen contagiando, ya hay 100 mil muertos, por la lentitud exasperante de la llegada de vacunas. ¡Pero estas se están produciendo por millones al mes en Garín, de donde son enviadas al exterior. Hay que incautar ya mismo esas dosis de AstraZeneca y distribuirlas en el país, para garantizar vacunas para todas y todos y combatir la pandemia.
4. Aumentar los salarios, las jubilaciones y otorgar un IFE de 40.000 pesos a quien lo necesite
El promedio que está cobrando hoy la clase trabajadora es de 50.000 pesos, y viene perdiendo sistemáticamente contra la inflación. Hay que otorgar un aumento de emergencia para que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar (calculado por la Junta Interna de ATE Indec en 99.930 pesos), a la vez que se deben reabrir todas las paritarias. Al mismo tiempo, se le debe garantizar a cada jubilada y jubilado un haber mínimo de 62.000 pesos (el valor de la canasta de la Tercera Edad) y la implementación del 82% móvil. A todo esto, debemos agregar un IFE de 40.000 pesos para toda persona que se haya quedado sin ingresos debido a la pandemia.
5. Plata para trabajo, salud y educación
El dinero que se obtenga del no pago de la deuda externa y del impuesto a los ricos debe volcarse a un plan de obras públicas de emergencia, para dar trabajo genuino a los millones de desocupados. Asimismo, a incrementar el presupuesto de salud, que a su vez debe centralizarse, poniendo todos los recursos, incorporando más personal, con salarios dignos igual a la canasta familiar. Y también a aumentar el presupuesto educativo, subiendo los salarios docentes, mejorando la infraestructura escolar y otorgando becas y conectividad gratuita a quienes lo necesiten.