Escribe Alejandra Aguirre
Presionada por la situación económica y buscando ofrecer un servicio a las mujeres que son acosadas por choferes varones, Solange decidió usar su auto como remis exclusivo para mujeres. Guiada por su amor por los animales y su rol maternal, llamó UBRE a este emprendimiento. Registró el nombre y, al cabo de unos meses, la multinacional Uber le envió una carta documento intimidatoria para que cierre su emprendimiento y fuente de trabajo con la cual mantiene a su hija. Un ataque contra la fuente laboral de una jefa de hogar de parte de una multinacional que precariza a miles de trabajadores y trabajadoras y los explota con el cuento de “ser tu propio jefe”. Desde Isadora, Mujeres en Lucha La Matanza, acompañamos a Solange en su lucha contra Uber para que pueda conservar su fuente de ingreso como mujer luchadora y jefa de familia.