Escribe Mariana Scayola, secretaria general Ademys
Larreta y Acuña, desde sus cómodos despachos, no garantizan condiciones de dictado de clases con esta ola de calor: aulas sin ventiladores ni aire acondicionado, sin agua fresca o espacios de sombra, docentes y estudiantes descompuestos. Familias, centros de estudiantes y la docencia decidimos frenar esa tortura y llamamos a parar.
La burocracia kirchnerista de UTE, no sólo aceptó la pauta salarial de Larreta, sino que se negó a realizar cualquier acción. Y el paro convocado sólo por Ademys logró niveles históricos de adhesión, especialmente en la zona sur de la ciudad, la más castigada por la desinversión.
La asamblea realizada al final del día, resolvió convocar a los centros de estudiantes y familias a una nueva marcha educativa la semana del 27 de marzo. Hacer pronunciamientos por escuela o distrito rechazando el acuerdo salarial que nos condena a un salario debajo de la línea de pobreza, exigiendo salario igual a la canasta familiar e indexación mensual automática por inflación.