Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop
Como sucede en las últimas décadas, en la primavera se inicia una epidemia de dengue. En cada año se supera el número de casos del anterior. Desde esta última primavera se han registrado en nuestro país 74.555 casos, un brutal aumento del 2.153% con respecto al mismo período del año pasado. En el mismo lapso hubo ya 47 víctimas fatales. Tenemos que reclamar al gobierno que tome medidas en forma urgente para combatir este flagelo.
En realidad, el dengue viene creciendo en toda la región de las Américas donde -según datos de la Oficina Panamericana de Salud (OPS)- en las siete primeras semanas de 2024 ya hubo 1.424.000 casos, 220% comparando con 2023 y más del 300% con respecto al promedio de los últimos cinco años. La causa de la epidemia radica en la irracionalidad de la explotación capitalista del continente. Ésta arrasa los bosques y selvas, altera el clima y calienta el planeta favoreciendo el desplazamiento tanto del virus (normalmente radicado en especies animales silvestres) como de los mosquitos que lo transportan que se alimentan de sangre de humanos y otros mamíferos. Estos insectos alcanzan las grandes aglomeraciones humanas de las ciudades e invaden los barrios más pobres donde logran instalarse favorecidos por la deficiente infraestructura edilicia, el hacinamiento y la escasez de medios de quienes padecen el mayor rigor de la explotación capitalista.
El gobierno ultraderechista no combate la epidemia
La epidemia se combate, por un lado, impidiendo la propagación del mosquito y protegiéndose con repelentes. Por otro lado, vacunando a los sectores de riesgo. Estas soluciones están impedidas por la política del brutal ajuste del gobierno de Milei a la salud. Los repelentes (producidos por multinacionales) están a valor dólar fuera del alcance popular. La vacuna, si bien está autorizada, no forma parte del programa de vacunación gratuita garantizado por el Estado. Está disponible para quien pueda pagar los 140.000 pesos del valor actual. Hasta Mirta Legrand llegó a decir en su espacio televisivo: “La gente no la puede comprar, el gobierno debe dar las vacunas contra el dengue”.
Lejos de eso, el ministro de Salud nacional, Mario Russo, no ha tomado ninguna medida activa para proteger a la población más expuesta y, menos aún, planea una campaña de vacunación. El gobernador peronista Axel Kicillof, gracias a que hace dos años fue derrotado por la lucha de los trabajadores en su intento de privatizar el Instituto Biológico Provincial Tomás Perón, pudo producir en esta dependencia estatal y distribuir repelentes en el sistema público de salud (aunque en insuficiente cantidad). Si hubiera triunfado su política de privatización, hoy debería pagar a valor dólar los repelentes.
Los fondos para pagar la deuda deben ser para vacunas y repelentes
Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad denunciamos la política criminal de este gobierno ultraderechista y llamamos a luchar para imponer al gobierno que implemente un plan de vacunación gratuito contra el dengue. Llamamos a luchar para que el Estado garantice la producción de repelentes apoyándose en la capacidad instalada del sistema sanitario público, tanto de Nación como de provincias, afectando incluso a las empresas privadas del ramo. La distribución de repelentes deberá ser gratuita a las familias que lo necesiten. Los fondos que requiera este combate a la epidemia deberán salir del no pago de la deuda externa y de un impuesto a las grandes fortunas.