Escribe Mercedes Trimarchi, legisladora electa CABA por Izquierda Socialista/FIT Unidad
El ultraderechista de Milei ataca el plan nacional que había logrado reducir a la mitad los embarazos no intencionales en la adolescencia. Está claro que, aunque agite contra la “casta” en sus discursos y se jacte de reducir el déficit fiscal, la motosierra va dirigida contra los sectores más vulnerables. En este caso, el ataque fue directo hacia las niñas y adolescentes de los sectores populares.
El plan de prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) se lanzó en el año 2017 en algunas provincias y luego se extendió a todo el país. Es un plan que articula las áreas de salud, educación y desarrollo social con el objetivo de reducir la tasa de embarazos adolescentes no intencionales en nuestro país. Por ejemplo se trabaja con las escuelas elaborando contenidos para la ESI o directamente en comedores o centros comunitarios para llegar a la población no escolarizada. A lo largo de estos años en los que se implementó el Plan y a pesar de la falta de presupuesto y de las condiciones precarias de contratación de las y los trabajadores, se logró reducir casi a la mitad el embarazo no intencional en adolescentes.
Resultados de la implementación del Plan ENIA
El embarazo no intencional tiene consecuencias que condicionan la vida de niñas y adolescentes, en tanto presenta mayores riesgos de salud y de mortalidad materna, mayor probabilidad de abandono escolar, así como a futuro, una inserción laboral más precaria. Por ejemplo, en Argentina solo el 38% de las mujeres que tuvieron un hijo en la adolescencia completó la educación secundaria, el 3% accedió a la educación terciaria y el 1% a la universidad. Según el estudio “Consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia” publicado en 2020 por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
De acuerdo a los datos oficiales en 2018 cuando comenzó el Plan ENIA, siete de cada diez embarazos en adolescentes de quince a diecinueve años eran no intencionales, en 2021 la cifra bajó a cinco de cada diez. Entre 2018 y 2021 la tasa de fecundidad adolescente (que es la cantidad de hijos nacidos en un año sobre el total de adolescentes) también registró un importante descenso: de 49,2% a 27%. Lo que significa una caída de casi el 50 por ciento en tres años. De todas maneras, la reducción de las cifras, se enmarcan en un contexto regional que ubica a América Latina como la segunda tasa de fecundidad adolescente más elevada a nivel mundial, luego de África subsahariana. Por eso sostenemos que la tasa aún se mantiene alta ya que cinco de cada diez embarazos siguen siendo no intencionales.
La misoginia de Milei y el odio a las niñas pobres
El gobierno de Javier Milei, anunció por medio de su vocero presidencial, Manuel Adorni, que el Plan sería redefinido y junto a ello, echó a más de seiscientos trabajadoras y trabajadores a quienes no les renovó el contrato. La situación es muy grave porque implica no solo dejar sin trabajo a cientos de familias sino que además, vulnera el derecho de miles de adolescentes que a través del plan ENIA tenían acceso a información, prevención, asistencia en materia de derechos sexuales y reproductivos. El solo hecho de haber reducido los embarazos no intencionales adolescentes a la mitad en tres años, da cuenta de que se pueden atender estas problemáticas desde el Estado con políticas públicas que por supuesto hay que mejorarlas, no liquidarlas. Milei las elimina como parte de su campaña contra el movimiento de mujeres y disidencias que en el último tiempo se viene desarrollando y con la movilización, obteniendo conquistas. Es parte de su batalla contra lo que él denomina “ideología de género”.
Desde la agrupación de mujeres Isadora e Izquierda Socialista/FIT Unidad rechazamos el vaciamiento del Plan ENIA y exigimos la reincorporación de todas y todos los despedidos con plenos derechos laborales para cada una de ellas y ellos. Llamamos a la más amplia unidad de acción para enfrentar en las calles este ataque a los derechos conquistados y seguir la pelea para tirar abajo todo el plan de ajuste de MIlei.