Escribe Cho Chaparro
A esta altura del gobierno de Javier Milei es bien sabida su posición profundamente misógina y homolesbotransbiodiante. Los dichos públicos homoodiantes de figuras como el diputado Benegas Lynch, la canciller Mondino, el biógrafo de Milei, Nicolás Márquez, e incluso del propio presidente, así como el desprecio al cupo laboral travesti-trans del vocero Adorni, tienen su correlato en los hechos: el gobierno disolvió el Inadi y cerró el ex Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, despidiendo a ciento de trabajadores, incluides travestis, trans y no binaries contratades por el cupo laboral; prohibió la perspectiva de género en el Estado, amenazando la aplicación de la ESI y la Ley de Identidad de Género; recortó el programa acompañar, dejando a cientos de mujeres heterocis y disidencias en situación de violencia de género desprotegides; firmó un acuerdo para la entrega de alimentos con la fundación de Abel Albino, antiderechos negador del uso del preservativo y su eficacia para prevenir la transmisión de VIH. En definitiva, Milei refuerza y profundiza las desigualdades económicas y sociales que sufrimos las disidencias a la vez que promueve y legitima la violencia heterocispatriarcal y los crímenes de odio. El triple lesbicidio de Barracas da cuenta de ello.
El plan reaccionario de Milei busca eliminar no sólo las conquistas feministas y de las disidencias, sino también las de la clase trabajadora en su conjunto. Con recortes presupuestarios en salud, educación, vivienda y trabajo, el protocolo represivo de Bullrich, el nefasto DNU aún vigente y el impulso de una nueva Ley Bases que busca profundizar el ajuste y el saqueo de nuestros recursos al servicio del FMI. Pero nada de esto se da sin resistencia: el movimiento feminista y de las disidencias venimos organizándonos desde el primer momento para defender nuestros derechos, conquistados tras años de pelea movilizades en las calles, como se demostró en la histórica jornada del pasado 8M, que fue masiva en todo el país.
Es fundamental seguir por este camino de organización y movilización en unidad para luchar contra las políticas discriminatorias y de hambre del gobierno de Javier Milei. Continuemos peleando contra estas políticas que son las que nos llevan a la brutal crisis económica y social. Responsabilidad de todos los gobiernos, de la iglesia católica y sus acuerdos patronales, de la estigmatización y persecución de nuestras sexualidades, orientaciones e identidades por parte de las fuerzas represivas y la Justicia clasista y patriarcal. ¡Sumate con nosotres por una salida feminista, disidente, socialista y revolucionaria!