Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Javier Milei y Patricia Bullrich enviaron un proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad de dieciséis a trece años. Menos que los catorce años de la dictadura de Videla, edad que en 1980 pasó a dieciséis. El gobierno considera que los adolescentes, niñas y niños deberían estar presos, no en una escuela o sin hambre.
Diputadas y diputados del gobierno visitaron a peligrosos genocidas en la cárcel ¿Y ahora Milei dice que la inseguridad la generan los menores de trece? ¿Hay algún tratado internacional, especialistas en el tema u organismos de derechos humanos que aconsejen esto? No. En cambio, sí aconsejan garantizar fondos para educación, salud, fomentar clubes de barrio o culturales para sacar a los chicos de la calle y evitar ser soldaditos de los narcos. Pero Milei hace lo contrario, destinando por ejemplo cien mil millones de pesos a los espías de la SIDE.
Este proyecto es para criminalizar la adolescencia (al estilo Bukele), mientras los delincuentes de guante blanco son beneficiados con el blanqueo de capitales provenientes de actividades ilícitas y mafiosas.
El gobierno dice que Argentina está atrasada respecto a otros países del continente que bajaron la edad. Catorce años en Chile, Perú, Colombia; trece en Guatemala y Nicaragua; doce en Brasil, México y El Salvador, o la locura de llevarla a siete años en Granada y Trinidad y Tobago. ¿En estos lugares hay más seguridad? No. Y está probado que la cantidad de adolescentes que cometen delitos es mínima.
Todas las reformas anteriores, de mano dura, limitar excarcelaciones, más poder a la policía o aumento de las penas, como las Leyes Blumberg impulsadas bajo el gobierno peronista kirchnerista en 2005, trajeron más inseguridad y hacinamiento en las cárceles, no menos.
El caldo de cultivo de la violencia está en la pobreza, la marginalidad y desigualdad social, por un lado. Y la complicidad de los gobiernos, fuerzas de “in” seguridad y la Justicia con las bandas delictivas, por otro. Las políticas represivas no van. Hay que terminar con todo esto tomando medidas de fondo, combatiendo el plan motosierra de Milei y eligiendo a los comisarios y jueces por el voto popular para, entre otras cosas, no ensañarse con los pibes.