Escribe Agxs Mermet
Luego de la masiva Marcha del Orgullo Antifascista Antirracista del #1F el gobierno redobló la apuesta en su discurso de odio: desde funcionarios hasta legisladores de La Libertad Avanza y sus cómplices renuevan los ataques a las mujeres y disidencias.
El mismo Javier Milei en una entrevista con el lamebotas de Esteban Trebucq volvió a insistir con su discurso de odio de Davos, ya sin ediciones. Sumado a eso, su vocero Manuel Adorni anunció medidas que atacan directamente a las infancias y adolescencias travestis trans a nivel nacional. Su aliado Jorge Macri en CABA hizo reformas institucionales que buscan restar importancia a la violencia de género y seguir socavando la Educación Sexual Integral (ESI).
Esta seguidilla mediática de discursos de odio, que luego se expresan en decisiones de gobierno, no hacen más que profundizar la desigualdades y la violencia de género hacia mujeres y disidencias. Esto allana el camino para que ataques brutales como el triple lesbicidio en Barracas tengan lugar. Así sucedió en el barrio de Recoleta, donde una pareja de lesbianas fueron golpeadas por un hombre que cuestionó su forma de vestir y sexualidad. Lo mismo sucedió semanas atrás en Cañuelas con el incendio a la casa de otra pareja de lesbianas, con amenazas previas de un vecino que las hostigaba. También trascendió el intento de asesinato a una activista lesbiana en Salta, quien intentó apuñalar un hombre que venía amenazándola hace tiempo.
Estos hechos de violencia no son aislados: responden a las formas institucionales y políticas de violencia que lleva adelante el gobierno de Milei y sus cómplices regionales siguiendo la agenda de la ultraderecha gringa con Donald Trump y Elon Musk a la cabeza. Junto a su plan de ajuste que profundiza la miseria y el hambre, afectando sobre todo a mujeres y disidencias, el ataque concreto a las identidades travestis trans, la figura del femicidio, la ESI, son una declaración de guerra contra estos sectores y el conjunto de la clase trabajadora.