Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Juan Grabois no para de dar sorpresas. El dirigente de Patria Grande y ex precandidato presidencial de Unión por la Patria se despachó descaradamente contra las y los docentes y el personal de salud pidiendo “paredón”. El repudio fue masivo. Meses atrás llamó a conformar un frente “anti Milei” con Martín Lousteau, Lilita Carrió y Margarita Stolbizer (ver nota en respuesta www.izquierdasocialista.org.ar). Grabois con un discurso “progre” representa a un peronismo que nada bueno tiene para ofrecer al pueblo trabajador y a la juventud.
En una entrevista por el canal de streaming Blender, Grabois dijo contra las y los docentes y médicos: “Flaco, vas todos los días, cumplís el horario entero y te rompes el orto, y si no, paredón. Si no, sos un traidor a la Patria, sos peor que Javier Milei”.
Vaya qué concepto reaccionario, antiobrero y antipopular de este personaje a quien se tilda de “progre”. El justo y masivo repudio no se hizo esperar, incluso entre sus propios seguidores.
Unos días después posteó en X que tuvo que ir a un nosocomio por un dolor en el pecho, que no fue de gravedad. Para lavarse la cara, hizo un reconocimiento al personal de salud que lo atendió. Pero ya era tarde. “Qué bueno que estés bien Juan, capaz ahora aprendes a no mandar al paredón a los profesionales de la salud”; “¿No te vas a retractar de lo que dijiste?”, le respondieron por las redes.
Un discurso funcional a la derecha
Muchos no habrían imaginado que Grabois sería capaz de enarbolar un discurso tan agresivo contra las y los cientos de miles de docentes, enfermeras y médicos que todos los días educan a millones de alumnos y salvan vidas. ¿Te acordás Grabois cuando en plena pandemia había cacerolazos solidarios para el personal de salud y éstos decían que no eran héroes sino que cumplían con su trabajo y lo único que pedían era salarios dignos y no tener que laburar en varios lugares para sobrevivir? ¿Te acordás cuando a pesar de esa loable tarea cotidiana a pesar de la miseria salarial y presupuestaria, Alberto Fernández festejaba con champagne en la Quinta de Olivos, el presidente que vos apoyaste?
Se nos viene también a la mente, Grabois, a esas trabajadoras y trabajadores docentes y de salud que dieron la vida contra la última dictadura militar, hoy desaparecidos, a quienes ahora vos amenazas con el “paredón”, cuando ese destino estaba reservado para los genocidas “que vendieron la Nación”. ¿No te acordás de Sandra y Rubén, muertos por la explosión de una garrafa en una escuela de Moreno? La docencia en Buenos Aires, que tiene uno de los salarios más bajos del país, trabaja en escuelas deplorables y con una enorme sobrecarga laboral.
Grabois, pedís paredón. ¿Te olvidaste que un 4 de abril fue fusilado Carlos Fuentealba por luchar por la educación pública y gratuita? Acusás de traidores a la patria a la docencia y al personal de los hospitales diciendo que serían peor que el ultraderechista Milei. ¿Podés llegar a tanto?
Parece que sí. No hay en Grabois nada contra los gobiernos, ni contra la burocracia sindical traidora que permitió la destrucción de la escuela y el hospital público. Todos los cañones los apuntan contra las y los trabajadores. Eso es Grabois.
El peronismo caducó hace décadas, la salida es el Frente de Izquierda Unidad
Si Grabois no se retractó es porque sostiene lo que dijo, prueba que no fue un descuido. Esbozó expresiones peligrosas con las que coincide con la derecha, que embiste contra la escuela, la salud pública y quienes la sostienen, para justificar desmantelarla y privatizarla. A su vez, su discurso va en defensa de los gobiernos capitalistas que las vienen destruyendo esos pilares sistemáticamente, por eso no hace ninguna crítica al ajuste educativo y en salud de Axel Kicillof.
Grabois con su discurso de “izquierda” intenta ser el dique de contención para que sectores críticos del peronismo, en especial la juventud, no se vayan a la verdadera izquierda, que es el FIT Unidad, pero se le acaba de caer la careta.
Grabois es parte de un peronismo que no va más. Un peronismo que cobija tanto a Cristina Fernádez, Kicillof o Sergio Massa, como a los Grabois, Santoro o Guillermo Moreno. Cristina también habló de los “privilegios” de la docencia, que solo trabajan cuatro horas, gozan de varios meses de vacaciones, etcétera.
El peronismo gobernó durante 28 años de los 42 que llevamos desde que cayó la dictadura, llevando al país a desastre tras desastre. El más rotundo, el del peronismo menemista de los años ‘90, que descuartizó el sistema nacional educativo bajo las órdenes del FMI, pasando las escuelas y al personal docente a las provincias. Luego con Néstor y Cristina se hizo creer que iba a haber un “quiebre” con eso, pero no ocurrió. Nunca renacionalizaron el sistema educativo ni aumentaron el presupuesto educativo al 25%. Un peronismo que llegó al colmo de pedir el voto contra la derecha de Mauricio Macri en 2019, para luego dejar un 42% de pobreza y una inflación del 211%, pavimentando el ascenso del ultraderechista de Milei.
La disyuntiva entonces no es entre derecha o ultraderecha, por un lado, y el peronismo supuestamente “progre” por otro. La verdadera trinchera está, entre todas las variantes capitalistas de un lado, y la izquierda que está en la vereda de enfrente.
Por eso les decimos a las y los valiosos seguidores de Grabois que si quieren defender a la docencia y a la salud pública, hay que abandonar el peronismo y sumarse al Frente de Izquierda. Que si quieren luchar por la soñada patria liberada, hay que romper los lazos con el FMI y dejar de pagar la deuda externa, algo que es ajeno a él y solo patrimonio del Frente de Izquierda. Por eso hay que fortalecer al Frente de Izquierda Unidad, peleando por más diputadas y diputados que defiendan al pueblo trabajador y enfrenten consecuentemente a los Milei y sus cómplices.