
Escribe Mercedes de Mendieta, diputada nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad
En una semana difícil para el gobierno de Javier Milei, tanto en el Congreso como en las calles, el Senado aprobó leyes que generaron una fuerte reacción del oficialismo. Se trata de dos demandas populares: el aumento de las jubilaciones y la continuidad de la moratoria previsional, además de declarar la emergencia en discapacidad.
La respuesta del “brazo armado digital” de las Fuerzas del Cielo no se hizo esperar. En la red social X, el Gordo Dan llamó a sacar “los tanques a las calles” y afirmó que “hay que dinamitar el Congreso”. Sus provocaciones no fueron casuales. La ministra represora de Inseguridad, que avanza con detenciones arbitrarias, palos a jubiladas y jubilados, y ciberpatrullaje en redes sociales, no dudó en denunciar un supuesto “golpe institucional”.
Al troll liberfacho se le sumó otro: Fran Fijap, tuiteando que “hay que dinamitar todo el Congreso, con diputados y senadores adentro”. En la misma línea, la cuenta “El Trumpista” posteó: “El Javo debería organizar milicias populares, entregando armamento a ciudadanos para facilitar el cierre del Congreso”.
“El Gordo Dan” es líder de la tropa, dirige campañas del ejército de trolls liberfachos y, a su vez, es conductor del streaming Carajo, desde donde se han iniciado campañas de odio, como por ejemplo contra la periodista Julia Mengolini, y mensajes homodiantes hacia el diputado Esteban Paulón, entre tantos otros. El Gordo Dan no es un outsider cualquiera: es una pieza del engranaje comunicacional del mileísmo, un vocero informal. Es el “brazo armado digital” de los llamados líderes de las Fuerzas del Cielo.
Ahora bien, llamar a “sacar tanques a la calle” o “ponerle una bomba al Congreso” no es una metáfora inocente. Es una incitación directa a la violencia política, que no solo banaliza el terrorismo de Estado y la violencia institucional de nuestra historia reciente, sino que también legitima un clima de persecución contra quienes piensan distinto. Nada extraño viniendo de quienes niegan el genocidio e impulsan campañas contra opositores.
Días atrás, el presidente de La Libertad Avanza en la localidad bonaerense de Punta Indio y militar retirado, Pablo Cabrera, realizó una repudiable declaración sobre los Ford Falcon verdes (símbolos de la última dictadura genocida) diciendo que “olía a justicia”.
Llamamos a repudiar los dichos del Gordo Dan y de todo el ejército de trolls negacionistas de Milei, y advertimos que cualquier intento de vetar estas leyes será respondido con la más amplia unidad en las calles.










