Este sábado 6 de noviembre se realizó en la Ciudad de Buenos Aires la XXX Marcha del Orgullo LGTTTBIQNB+. Una gigantesca movilización cubrió todo el centro porteño, con centenares de miles recorriendo el trayecto de la Plaza de Mayo a Congreso.
Un grito recorrió absolutamente todos los sectores y columnas: ¿dónde está Tehuel? Pasados más de seis meses de su desaparición, los gobiernos nacionales y provinciales son responsables por su inacción, por eso el reclamo de su aparición con vida fue una constante a lo largo de toda la jornada.
Como ya es costumbre, fue una jornada inmensa, donde todes salieron a mostrar orgullosamente sus diferencias. Demostrando una vez más que, pese a las defecciones y cooptaciones de muchas de las organizaciones tradicionales del movimiento, este sigue vivo y creciendo.
Por supuesto, no faltó, como viene sucediendo hace más de una década, el intento, motorizado justamente por las organizaciones cooptadas por el peronismo, de transformar nuestras reivindicaciones en un apoyo al gobierno del Frente de Todos. Todos los partidos patronales, los mismos que durante décadas se negaron a cualquiera de nuestras reivindicaciones, nos persiguieron, judicializaron y asesinaron, hoy tratan de lavarse la cara y mostrarse “gay-friendly”. Así, resultó repudiable ver incluso una carroza nada más ni nada menos que de Juntos por el Cambio, con varios de sus candidatos trepados a la misma.
Tampoco faltaron, por supuestos, todos los que buscan aprovecharse comercialmente de nuestra comunidad, el “capitalismo arco iris”, con sus boliches y negocios. Sin embargo, de lejos, lo que prevaleció fue la fiesta, las consignas, la alegría por volver a las calles y el orgullo.
Gran columna del Frente de Izquierda Unidad, independiente de los gobiernos y los partidos patronales
Entre lo que fue uno de los elementos destacados de la marcha estuvo la enorme columna que conformó el Frente de Izquierda Unidad: encabezada por una gran bandera que decía “No al ajuste de los gobiernos y el FMI. Aparición con vida de Tehuel. Separación de la Iglesia y el Estado. Manzur antiderechos”, se encolumnaron las agrupaciones Disidencias en Lucha (Izquierda Socialista más independientes), 1969 (Partido Obrero), Pan y Rosas (PTS) y Libre Diversidad (MST). Estuvieron presentes los principales candidates del FIT Unidad, como Myriam Bregman, Gabriel Solano, Romina del Plá, Mercedes Trimarchi y Mercedes de Mendieta, Agxs Mermet Y Pili Barbás, entre otres.
El debut en las calles de Disidencias en Lucha
Esta XXX Marcha del Orgullo tuvo para nosotres un condimento especial: la presentación en sociedad de nuestra flamante agrupación Disidencias en Lucha, conformada por compañeres de Izquierda Socialista más independientes. Ahí estuvimos, aportando a la columna del FIT Unidad, orgullosos y alegres, dando los primeros pasos para construir una agrupación disidente, anticapitalista, socialista, feminista y antipatriarcal.
Aportamos a las columnas del FIT Unidad y a sus carrozas, haciendo resonar más fuerte que en ningún otra parte de la marcha el grito de “¿dónde está Tehuel”? Pero también la exigencia de que se deje de pagar la deuda externa y se rompa con el FMI, para terminar con el ajuste que, entre otras cosas, es el causante de que no haya presupuesto para efectivizar nuestros reclamos. Así se reclamó por la efectiva aplicación del cupo laboral travesti-trans, con el presupuesto correspondiente; del mismo modo que con la ley de identidad de género, que tampoco cuenta con el presupuesto para efectivizar los tratamientos que hagan realidad nuestros derechos. Se gritó también por un real acceso a la salud para nuestra comunidad y por la sanción de una nueva ley que atienda el VIH, las hepatitis virósicas, la tuberculosis y las enfermedades de transmisión sexual.
El Frente de Izquierda Unidad también fue el que planteó en la marcha el reclamo por una ESI laica, científica y con perspectiva de género, al mismo tiempo que exigió el fin de los crímenes de odio. Y fuimos los únicos que planteamos nuestro repudio al jefe de gabinete, el antiderechos Juan Manzur. Desde nuestras columnas y carteles resonó uno de los gritos más sentidos de nuestra comunidad: la separación de la iglesia del Estado.
Pasó una nueva Marcha del Orgullo, la número XXX. Desde Disidencias en Lucha nos fuimos contentos por el resultado, y a la vez dispuestos a seguir la lucha, todos los días, por nuestros derechos, que los conquistaremos con la movilización, en las calles, actuando en forma independiente de los gobiernos y los partidos patronales, peleando por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.