En el aniversario de la noche de los lápices lanzamos nuestra revista RABIA, compartimos nuestra nota en conmemoración.
La noche del 16 de septiembre de 1976 y días sucesivos, un grupo de estudiantes secundaries fueron secuestrades, torturades y desaparecides en la ciudad de La Plata por miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires comandados por Ramón Camps y el Batallón 601 del ejército.
La fecha quedó grabada en la memoria colectiva como “La noche de los lápices”. Durante esa madrugada entraron a los hogares,rompieron puertas y se llevaron a jóvenes entre 15 y 18 años; no les importó que eran menores, no les importó los llantos de sus familiares.
De ahí se los llevaron a diferentes centros de detención clandestina donde fueron torturades y donde todos sus derechos fueron violentados
Entre elles estaban: Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler.
Se dijo durante mucho tiempo que el motivo de su detención era debido a que habían participado en 1975 en la lucha por el boleto estudiantil secundario y que muchos de elles pertenecían a agrupaciones estudiantiles pero esto solo fue un intento débil de un grupo por justificar las acciones nefastas del golpe; ya que la verdadera razón era el exterminio de la juventud luchadora. Cuatro de elles sobrevivieron. Se presume que les restantes fueron fusilades en los primeros días del año 1977 aunque al día de hoy siguen desaparecides.
Continuamos exigiendo que se abran los archivos de la dictadura y que podamos saber qué sucedió con nuestres compañeres.
Hoy 46 años después, seguimos honrando su memoria y levantando sus banderas por un boleto educativo que abarque a todos los niveles de la educación tanto para estudiantes, docentes y no docentes que desde hace unos años viene impulsando el Frente de Izquierda Unidad.
Sabemos muy bien que la implementación del boleto sería de gran ayuda para disminuir la deserción, sobre todo en los niveles terciarios y universitarios pero que no es más que un paliativo ante la gran crisis económica que sufre el bolsillo de les trabajadores y el desfinanciamiento del sistema educativo producto de las políticas de Estado que intentan dejar a los sectores más humildes fuera del acceso a la educación.
Por estas razones reivindicamos hoy más que nunca la lucha de nuestres compañeres detenides y desaparecides que dieron su vida por el boleto secundario pero marcaron el camino por un boleto educativo para todes.