Escribe Izquierda Socialista FITU Rosario
El avance de las bandas criminales, el flagelo del narcotráfico, las drogas y sus consecuencias son responsabilidad de los gobiernos provinciales y del gobierno nacional de los últimos años. Demuestran un total fracaso en sus políticas para combatirlo.
Estamos frente a una situación muy grave, donde un estado cómplice que ha dejado correr durante años el negocio ilegal de la venta de drogas hasta derivar en una guerra de bandas de narcotraficantes, con centenares de homicidios todos los años.
Rosario es una ruta clave del narcotráfico, con los diversos puertos de salida al mundo para un negocio que mueve miles de millones de dólares, y donde con total impunidad circula su comercialización, que tiene a la venta ilegal de armas, como negocio anexo.
Desde Izquierda Socialista FITU venimos planteando que hay que tomar medidas de fondo para frenar la narco-criminalidad, que avanzó en los territorios y se cobra la vida de jóvenes todos los días. Es un fracaso total de las políticas del gobierno de Fernández y Perotti, así como de los gobiernos del PS-Frente Progresista -hoy parte del Frente de Frentes con el PRO- que tuvieron como única medida la supuesta “guerra al narcotráfico”, con el resultado a la vista.
La única salida en serio, es terminar con este multimillonario negocio ilegal, que en los hechos se vive como “una guerra” que no va a parar con un “cambio de figuritas” de ministros. Es necesario legalizar la tenencia y el consumo de las drogas que hoy son ilegales, ponerlas bajo control de las autoridades sanitarias y encarar el flagelo de la drogadicción como una enfermedad y por lo tanto tratarla desde la salud pública, invirtiendo en más centros de recuperación de adictos que ya hoy son completamente insuficientes, y terminando con la fuente de ingresos del narcotráfico que generan las complicidades narco-policiales, judiciales y políticas. Para más información de este tema, te invitamos a leer http://izquierdasocialista.org.ar/.../20144-la-propuesta...
¡Más bombas de humo!
La semana pasada se conoció la renuncia del Ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi, a quien el Gobernador Perotti reemplazó por Claudio Brilloni (comandante retirado de la Gendarmería). No hay sorpresas en esto, cambian los nombres y se suceden las mismas políticas de represión y criminalización de los consumidores, mientras todas las fuerzas de seguridad siguen compartiendo el negocio. En los barrios, es sabido por toda la población que las fuerzas nacionales dominan una parte del negocio. Así como sabemos que la policía custodia bunkers que le responden a sus cajas de recaudación.
Mucha gente puede seguir teniendo expectativas en poner “mano dura”, metiendo más gendarmes y prefectos a recorrer las calles. Pero eso ya sucede y ha sucedido en el pasado con Berni o Bullrich. Incluso la impresentable de Amalia Granata propone que el Ejercito patrulle las calles. La consecuencia de esta política la seguimos viendo hoy: una brutal inseguridad, un total fracaso de su gobierno, que prometía en campaña “Paz y Orden”. Van ya cuatro cambios de Ministro de Seguridad, y diez si sumamos los que hubo bajo el gobierno del Partido Socialista-Frente progresista. Tampoco es ninguna solución criminalizar aún más a la juventud, apoyando la baja de la edad de imputabilidad, sector de la población especialmente frágil en esta situación, a quien el Estado debe apoya con presupuesto, como explicaremos luego. Además, esa política represiva -ya está comprobado en el mundo- no baja los índices de criminalidad.
Es necesario un cambio rotundo en la policía, frente al desastre actual. Hace falta poner esa institución podrida hasta los huesos bajo control de la población trabajadora. Por eso proponemos que se vote al comisario de cada barrio, y su mandato sea revocable por los electores cuando lo consideren.
Por otro lado, no podemos olvidar los negocios inmobiliarios que tanto saben hacer los gobiernos “progresista” de Rosario, hoy Pablo Javkin y sus nuevos aliados del PRO, en acuerdo con todos los sectores del oficialismo y oposición patronal están vinculados a este flagelo, ya que es harto conocido que se trata de una vía de lavado de dinero del Narcotráfico.
Los hechos de violencia narco-criminales, en Santa Fe y en particular en la ciudad de Rosario, no van a parar e irán en grave aumento con estos gobiernos. Así lo han demostrado esta semana las balaceras al Centro de Salud “Santa Teresita” junto a la sede del distrito Sudoeste de la ciudad de Rosario, así como el asesinato del joven Jimi, ambos con mensajes mafiosos que involucran a bandas en disputa, pero que muestran la connivencia policial y estatal con la que cuentan, incluso para atacar a sectores de la población que nada tienen que ver con el negocio narco.
Presupuesto para la juventud
A la hora de priorizar sus políticas de gobierno, todos coinciden en lo fundamental: ajustar a la clase trabajadora, cumplir los acuerdos con el FMI y el pago de la usurera y multimillonaria deuda externa, recortar presupuestos en salud y educación, viviendas sociales. “Todos” y “Juntos”, o sea peronistas y opositores benefician los intereses económicos de empresarios y multinacionales, véase el caso de Vicentín o Cargill con el Puerto Privado.
Mientras, somos testigos que cada vez más jóvenes, muchos de ellos menores, venden en las esquinas y son usados como gatilleros o hasta sicarios. Cómo venimos diciendo, hace años la decadencia social es alarmante y afecta en carne propia a jóvenes sin más futuro que ser parte de toda la mugre narco. Hace falta presupuesto para combatir la marginación social extrema que se profundiza en los barrios populares, en especial en la juventud. Por eso necesitamos una masiva inversión en educación, con escuelas en condiciones adecuadas, e inversión real para combatir la deserción escolar, y no las mentiras de Perotti que apela a docentes precarizados para una tarea en extremo compleja. También es fundamental invertir en clubes barriales y ámbitos de socialización de la juventud.
Finalmente, es clave promover el empleo juvenil, con una jornada reducida, con estabilidad y salarios dignos, y permitiendo que posibilite completar los estudios primarios, secundarios, y continuar estudios superiores.
Por todo esto desde Izquierda Socialista FITU impulsamos, la legalización y control en el consumo para terminar con este gran negociado política pública activa y presupuesto de salud. Además, ir a fondo en la estatización y control de les trabajadores, de la Banca, el Comercio Exterior y los Puertos, lugares claves por donde ya circula el negocio. Frenar ya la inflación que es más ajuste. Ruptura inmediata con el FMI y plata para poder erradicar la pobreza. Priorizar la salud y educación pública. Planes de viviendas. Dando una salida de fondo para la juventud trabajadora.