Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
En el Día Internacional de la Mujer negra, latinoamericana y caribeña reafirmamos nuestra lucha contra los gobiernos capitalistas, el patriarcado y el racismo
Cada 25 de julio, desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores- Cuarta Internacional- nos unimos a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente también llamado Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, y en el caso de Brasil Día Nacional de Tereza de Benguela y de la Mujer Negra. Es el día de todas las descendientes de las víctimas de la trata trasatlántica de esclavizadas desde África hacia el continente americano y el Caribe, elemento decisivo de los procesos de colonización, saqueo y expoliación de los pueblos de América y África por parte de las potencias europeas desde el siglo XV. La violencia del colonialismo, con su legado de superexplotación, opresión y discriminación contra los pueblos y las mujeres afrodescendientes, fue un pilar fundamental del surgimiento del capitalismo en el mundo y a través de dicho sistema continúa hasta nuestros días.
En ese marco, son las mujeres afrodescendientes quienes más sufren con la crisis capitalista y con los planes de ajuste implementados por los gobiernos en todo el mundo, que provocan mayor desempleo, miseria, pésimas condiciones de vida para las trabajadoras, desigualdad social, precariedad laboral, ausencia de protección social, discriminación y violencia de género. Y son las mujeres afrodescendientes las principales víctimas de la trata para explotación sexual. Según el informe de las Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen (UNODC) 70% de las víctimas son mujeres en su mayoria, son negras y pobres.
Muy a pesar del negacionismo de algunos gobiernos de América Latina y el Caribe, en la actualidad las mujeres afrodescendientes continúan sufriendo el racismo estructural que caracteriza a nuestras sociedades capitalistas e impone a sus comunidades la marginación y la pobreza, así como a la invisibilización de su existencia, la estigmatización de sus expresiones culturales y la persecución, hipersexualización y perfilamiento racial de sus integrantes y migraciones forzadas. En los países imperialistas y países de tránsito de migrantes, este racismo estructural se combina con la xenofobia y el sexismo, cuando las mujeres afrodescendientes emigramos en busca de mejor vida para nosotras y nuestras familias, siendo traficadas, víctimas de trata, encarceladas y perseguidas tanto por redes criminales, como por los propios gobiernos capitalistas.
La extrema derecha enfoca su violencia discursiva y física contra las mujeres afrodescendientes, con teorías conspirativas como el “gran reemplazo” o la “invasión de vientres”, para agitar el odio misógino y racista, llegando a extremos como la reclusión en campos de concentración del sistema ICE en EEUU o la negación de la nacionalidad a mujeres dominicanas de ascendencia haitiana en República Dominicana, su detención arbitraria junto a mujeres inmigrantes haitianas en los hospitales, incluso separándolas de sus hijos e hijas. En Brasil apesar de que la mayoría de la populación es negra y/o parda, los datos de racismo y discriminación son alarmantes, pues son las mujeres negras las principales víctimas de la violencia de género, de la precarización laboral, siendo destinadas, en su mayoría, al trabajo doméstico. El Estado y los gobiernos son responsables por el asesinato de la población negra en las comunidades pobres.
Por su parte, en Europa, se recrudecen las politicas racistas y xenofobas con el nuevo Pacto Migratorio aprobado por el Parlamento Europeo. Con este acuerdo, defendido por gobiernos de todos los colores, aumentarán todavía más las expulsiones y represión en la frontera y permitirá a cada Estado rechazar las solicitudes de asilo y refugio pagando por cada migrante. Esto, sumado a las Leyes de Extranjeria represivas y discriminatorias, no hacen más que empeorar las condiciones de vida de miles de mujeres racializadas.
En todo el mundo y especialmente en los países de América Latina y el Caribe la deuda externa que se utiliza para saquear los países pobres tiene como consecuencia directa el aumento de la superexplotación de la clase trabajadora, en especial de las mujeres negras. Por eso, la lucha por no pagar la deuda pública y por imponer altos impuestos a las grandes fortunas es necesaria, para que se garantice dinero para políticas públicas para las mujeres negras.
Al mismo tiempo, las mujeres afrodescendientes son parte de la vanguardia de lucha de la región, contra la violencia machista y racista, por igualdad de derechos laborales y libertad sindical, contra los abusos policiales y de las autoridades migratorias, por el derecho al aborto, contra las esterilizaciones forzadas, por mejores salarios y condiciones de trabajo, contra la trata, contra la megaminería, por el derecho al agua y la tierra, contra la discriminación hacia las diversidades sexuales, por el derecho a la educación y salud pública y de calidad, protagonizando las luchas de la clase trabajadora, de la que forman parte, y reconociendo que para lograr la unidad obrera es necesario el combate al racismo y el sexismo en sus propias filas.
En esta fecha, y como parte de la lucha contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo estructural y por el socialismo, en la región de Latinoamérica y el Caribe, decimos:
¡No al pago de las deudas externas y por impuestos a las grandes fortunas! ¡Presupuesto para políticas públicas destinadas a las mujeres negras y migrantes!
¡Fuera las tropas africanas y de Caricom al servicio del imperialismo en Haití!
¡Contra la apatridia y desnacionalización de la comunidad dominicana de ascendencia haitiana! ¡Contra las políticas xenófobas y racistas del gobierno dominicano contra las mujeres haitianas!¡Ni una a menos, vivas nos queremos! Contra los feminicidios, la cultura de la violación y el racismo estructural!
¡Desmantelamiento de las redes de trata para la explotación sexual! Castigo a los tratantes, funcionarios y empresarios cómplices!
¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir!
¡Abajo el Pacto Migratorio Europeo! Derogación de las Leyes de Extranjeria. Papeles y derechos para todas las personas migrantes.
¡Apertura de las fronteras, ninguna persona es ilegal! Respeto pleno a los derechos de las personas migrantes!