May 14, 2024 Last Updated 8:28 PM, May 13, 2024

La Multisectorial “no a la base yanqui en Neuquén” que reúne en esta provincia a unas setenta organizaciones de derechos humanos, sociales, gremiales, políticas, estudiantiles y asociaciones civiles convoca para este viernes a una concentración en la Casa de Neuquén en Buenos Aires (calle Maipú 50) para nacionalizar su lucha.

Para el acto se harán presentes integrantes de dicha multisectorial que viajan desde Neuquén.

Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad, quien participará del acto, señaló: “Es inconcebible que se esté montando una base militar del ejército imperialista de EE.UU. en Neuquén financiado por el Comando Sur. Base que está acordada con el gobierno de la provincia del MPN. La base se está instalando donde nace la ruta del Petróleo camino a Vaca Muerta y a 500 metros de una comunidad mapuche. Se la pinta de “ayuda humanitaria”. ¿Ayuda para quién? ¿Si Estados Unidos es un país imperialista que avasalla permanentemente a los pueblos del mundo? Eso es parte de la dependencia y coloniaje al que nos someten los gobiernos de turno para salvar a las multinacionales imperialistas. Es una vergüenza que en medio de que se haya votado con represión en Chubut la ley pro mega minera y el Congreso se apreste a aprobar el pacto con el FMI se siga permitiendo la instalación de esta base colonial y antipopular. Nos solidarizamos con la multinacional de Neuquén y seguiremos movilizados para hacer retroceder este nuevo hecho de sometimiento.”

 

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Juan Carlos Giordano: 15-3119-3003 @GiordanoGringo
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Con el voto del bloque oficialista Chubut al Frente que responde al gobernador Arcioni, diputadas del Frente de Todos y uno del PRO, entre otros, y la burocracia sindical de UOCRA, petroleros, camioneros y otros gremios, se aprobó la “zonificación” minera.

Hoy a la tarde habrá una marcha a las 17 horas de Plaza de Mayo a Congreso pasando por la Casa de Chubut en CABA.

Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo por Izquierda Socialista en el FIT Unidad, quien va a participar de la marcha de hoy, señaló: “Esta es una muestra de que Arcioni con el apoyo del gobierno nacional de Alberto Fernández y Cristina Kirchner seguirán entregando nuestras tierras al saqueo y la contaminación. Es lo que exigen el FMI, las multinacionales y el gobierno cumple. Y lo hicieron con una brutal represión. Hoy marchamos en Buenos Aires acompañando al pueblo de Chubut que reclama el veto de esta ley entreguista al servicio de Pan American Silver, llamando a redoblar la pelea en defensa de nuestros recursos naturales, contra la megaminería contaminante y contra el pacto, que se viene, con el FMI”.

 

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El final de 2021 transcurre en medio del crecimiento de la pobreza y la desigualdad social. Fue el año de la derrota electoral del peronismo y se viene el pacto con el FMI. El Frente de Izquierda sacó 1.264.238 votos, haciendo una elección histórica, y acaba de poner esa fuerza en las calles protagonizando junto a más de cien organizaciones la mayor movilización contra la deuda externa y el FMI de las últimas décadas. El año 2022 seguirá cruzado por la crisis capitalista, un gobierno más débil y el desafío de los luchadores y la izquierda por aprovechar cada round para fortalecer una nueva dirección sindical y política para pelear por los cambios de fondo.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad

Se acerca fin de año y millones tendrán algún momento para reflexionar sobre lo sucedido y lo que vendrá. Lo tendrán que hacer en medio de la batalla del día a día para poder acceder a los alimentos casi inalcanzables para subsistir. Y para no contagiarse, ya que la pandemia acecha con nuevas cepas y una suba de contagios, donde todavía el 35% de la población no tiene la segunda dosis, dos millones no recibieron ninguna y hay provincias con sólo el 50% vacunado.

Muchos podrán creer que las mayores calamidades se deben a la pandemia mundial inédita. Pero, en todo caso, esta agravó los males sociales que desde siempre el capitalismo viene descargando sobre las espaldas del pueblo trabajador. Por ello acrecentó las ganancias de los de arriba.

Argentina es parte de la crisis capitalista mundial y su fiel reflejo. Un reciente informe revela que hay trece millones de nuevos pobres en Latinoamérica y El Caribe.De un total de sesenta millones, dieciséis corresponden a nuestro país. Argentina lidera la suba en los últimos años por encima de Ecuador, Perú y Brasil (datos de la FAO - Organización de las Naciones Unidad para Alimentación y Agricultura). La pobreza bajo un nuevo gobierno peronista afecta al 64% de los menores de diecisiete años, según el último registro del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina. Todo esto ocurre mientras los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. “El 10% de la población más rica concentra el 76% de las riquezas del planeta mientras el 50% más pobre sólo el 2%” (informe del Laboratorio Mundial de Desigualdad, Página 12, 12/12). Ese contraste también se replica en Argentina, con una inflación del 52% y salarios y jubilaciones de pobreza.

El gobierno simula que estamos saliendo, pero a pesar de que la economía por un lógico efecto rebote reactivó algunas ramas, al mismo tiempo creció la indigencia. Quiere decir que mientras los grandes empresarios, multinacionales, bancos y terratenientes siguen engordando sus ganancias, el pueblo trabajador se sigue hundiendo en la miseria. Por eso la campaña del peronismo del Frente de Todos, de que solo existía la pandemia de Macri y la del Covid-19, fracasó. Millones identificaron al gobierno peronista de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que cuenta con el apoyo de la CGT, la CTA y los movimientos sociales oficialistas, como responsable de la desesperante situación actual.

El nuevo acuerdo con el FMI provocará un salto en el ajuste, saqueo y dependencia. El gobierno se apresta a aplicarlo disfrazado de “plan plurianual”. Ese verso que dice que no habrá miseria tras el pacto con el FMI lo vienen repitiendo todos los gobiernos. “No vamos a pagar la deuda con el hambre del pueblo”, repetía el radical Alfonsín en 1983.

Fernández repite la consigna kirchnerista “hay que crecer para pagar” y le pide al FMI que lo deje aplicar un “crecimiento sostenido”. Pero ya el Presupuesto 2022 que está por aprobar el Congreso, a pesar que no contempla pagos de capital al FMI, dispone la reducción de las partidas en salud, universidades y políticas ambientales, menos plata para el pago de las sentencias a los jubilados, nuevos tarifazos y una inflación mentirosa del 33% para que se firmen paritarias a la baja como se hizo este año. Por eso el acuerdo con el FMI es bendecido por el Papa Francisco y tiene el aval de los gobiernos imperialistas, además de los grandes empresarios locales, hasta la Sociedad Rural. El negocio es redondo: Macri nos endeudó para salvar a bancos y a la bicicleta financiera, y ahora es el peronismo el que paga. Una “alternancia democrática” que resulta claramente beneficiosa para el establishment.

Lo dejó claro Alberto: “los gobiernos peronistas no somos los que no queremos pagar deudas”, y Cristina en su reciente carta cuando escribió “ojo que nosotros no hablamos de desconocer deudas”. Por eso en la plaza del viernes 10, en el acto “por la democracia y los derechos humanos”, tanto Lula como Cristina reivindicaron el pago simultáneo de contado que hicieron al FMI Brasil y Argentina en 2005, diciendo que así nos íbamos a liberar y a desendeudar. Fue una burda mentira.

Mostrar a un FMI bueno o pedir que “recapacite”, como lo hace Máximo Kirchner, es una patraña para hacer pasar el mayor ajuste que vendrá. El FMI está controlado por el imperialismo norteamericano, que al tener el 16% de las acciones dispone del poder de veto, ya que dicho organismo necesita el 85% de sus votos para decidir. O sea, ¿el imperialismo va a recapacitar en beneficio de una semi colonia como Argentina? ¿Dónde se vio? Todos los países se hunden de la mano del FMI. Lo muestra la historia mundial y la de Argentina. Grecia y Portugal solo pueden mostrar más ajuste, privatizaciones y pulverización de leyes laborales tras los acuerdos con ese organismo explotador.

Algunos sectores peronistas se atajan diciendo por lo menos que se firme “el acuerdo menos malo”. Una utopía. Desde 2024 ya empiezan a ser insostenibles los pagos de deuda con los vencimientos ya firmados con los buitres privados y desde el 2026 se acumularán nuevos y enormes pagos, ni qué hablar cuando se le sumen los 45.000 millones que dejó Macri.

Argentina se seguirá hundiendo en la miseria y la dependencia. El gobierno peronista envió varias leyes para perdonar impuestos a multinacionales del hidrocarburo, el agronegocio, mineras y automotrices. Son planes a varios años. Dice que si se exporta más (con saqueo y contaminación, agregamos) quedarán más dólares para cumplir con el FMI. No serán más que nuevos capítulos de superexplotación obrera y entrega de tierras y recursos naturales al imperialismo.
 
Lo que dejaron las elecciones

Los resultados de las elecciones del 14 de noviembre dejaron un claro perdedor, el gobierno peronista del Frente de Todos. Perdió cuatro millones de votos comparado con 2019. No le alcanzaron el clientelismo, el aceitado aparato del PJ y su doble discurso para retener a parte de su electorado obrero y popular, que fue al Frente de Izquierda.

Quedó como ganador el macrismo de Juntos, esa alianza de radicales y el PRO que los llevó al poder en 2015, perdió en 2019 y ahora sale airoso, pero no como una oposición patronal que genere grandes expectativas. Aunque queda como recambio para las próximas presidenciales, usufructuaron parte del “voto castigo” contra el gobierno, más por la bronca que por su programa de centroderecha. Fueron “ganadores” pero ya están en una crisis importante, con peleas y fracturas públicas en sus bloques. Su proyecto de gobierno es claramente antipopular, ya que donde están, como en CABA, crecen la desigualdad social y la entrega de tierras públicas al negocio inmobiliario. En las provincias, la UCR es también ajuste, corrupción y represión.

Al no ser una elección tan polarizada, dio espacio para que se proyectaran distintas variantes. Una de ellas ha sido el crecimiento del ultraderechismo neofascista encabezado por Milei en CABA y Espert en la provincia de Buenos Aires, con un programa anti obrero, ajustador y reaccionario al mejor estilo de Bolsonaro y Trump. Por otro lado, y esto es lo más importante para los luchadores que quieren cambios de fondo, el Frente de Izquierda hizo una elección histórica, logrando cuatro bancas al Congreso Nacional, varios legisladores y, lo inédito hasta ahora, varios concejales en el conurbano bonaerense, en el bastión de lo que se decía era una sagrada hegemonía del peronismo.

Que en el mayor distrito obrero y popular haya crecido el Frente de Izquierda Unidad es un logro reconocido por propios y extraños, en Argentina y en Latinoamérica. Abre la posibilidad cierta de que el peronismo pueda ser superado por una alternativa obrera y socialista, que logre llevar a cabo un programa de ruptura con el capitalismo y terminar con el hambre, la pobreza, la dependencia y la destrucción ambiental, y sea un aliciente de ahora en más para que el FIT-U siga creciendo en la clase trabajadora, el movimiento de mujeres y en las barriadas populares. Para dotar a los trabajadores de una herramienta política que luche por un gobierno de los que nunca gobernaron.
 
Llamamos a fortalecer al Frente de Izquierda Unidad

El año que viene va a estar signado por nuevos capítulos de la pelea contra el mayor ajuste y el FMI. Por un lado, estará el gobierno para imponerlo, que contará con el apoyo del macrismo de Juntos y de la burocracia sindical. Por el otro, estará el pueblo trabajador enfrentándolo.

Han sido muy importantes las luchas obreras y populares que han sucedido este año a pesar de la burocracia traidora, pero a la vez han surgido nuevos dirigentes combativos en fábricas y demás lugares de trabajo. Se han dado importantes logros en elecciones sindicales como el de los docentes de ATEN Capital y otras seccionales en Neuquén, contra una burocracia peronista kirchnerista; el triunfo opositores en el sindicato Atech (docentes de Chubut); la ratificación de la nueva conducción del Sutna (sindicato del neumático); la consolidación de Ademys como referente de lucha en CABA. Y los ferroviarios del Sarmiento dieron un nuevo paso, al hacer retroceder a la empresa y a la Lista Verde en su intento de proscribir a nuestra compañera Mónica Schlotthauer para las elecciones del gremio de los próximas días. Allí se juega mantener la conquista de esa conducción antiburocrática, con el referente máximo del sindicalismo combativo “Pollo” Sobrero a la cabeza. Pelea sindical que va íntimamente ligada a la pelea política.

Desde Izquierda Socialista dijimos que íbamos a usar la fuerza que nos dieran las elecciones para ganar las calles con el Frente de Izquierda Unidad. Así lo hicimos con la marcha unitaria del pasado sábado 11 de diciembre, llenando Plaza de Mayo en unidad con más de cien organizaciones y el sindicalismo combativo. Esto debe ser el punto de partida para impulsar nuevas acciones, y centralmente para que surja un movimiento amplio que pelee para que se deje de pagar la deuda, se expulse al FMI y la plata vaya a salario y trabajo como parte de un plan económico alternativo obrero y popular.

Este 19 y 20 de diciembre se cumplen veinte años del Argentinazo de 2001. Una rebelión al grito de “que se vayan todos” que cuestionó al gobierno del FMI, a las privatizadas, al Congreso y a la Corte, provocando la caída de varios presidentes en pocos días. Ese Argentinazo fue reivindicado en la plaza de la Izquierda del 11 de diciembre, no en la plaza peronista del día anterior con Lula y Mujica. Esta última recordó al Argentinazo como “una locura”. Cristina siempre lo repudió, porque el “que se vayan todos” incluía al peronismo, porque también se gritaba “sin radicales, sin peronistas, vamos a vivir mejor”.

La frase “el peronismo está más vigente que nunca”, dicha por Cristina en el encuentro con La Cámpora previo al pasado 17 de octubre, fue un llamado a su base para no seguir perdiendo por izquierda debido al repudio obrero y popular a un peronismo que en pleno Siglo XXI es nuevamente correa de transmisión de los planes fondomonetaristas. No lo logró. En este marco se encuentra el verdadero significado de la elección histórica del FIT Unidad, que capitalizó una parte muy importante de esa ruptura hacia la izquierda. Una esperanza para fortalecer una alternativa política que luche por un gobierno de las y de los trabajadores y el pueblo. A veinte años del Argentinazo continuamos con ese compromiso. Se trata de seguir construyendo una alternativa obrera y socialista que supere al peronismo, que combata al ajuste, que enfrente de verdad a las expresiones de centroderecha como el macrismo y a los neofascistas Milei y Espert, y que pueda aplicar esa salida de fondo al servicio del pueblo trabajador, luchando por una Argentina y un mundo socialistas de la mano de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional. Izquierda Socialista está empeñada en esa tarea estratégica,es por eso que llamamos a sumarse a nuestro partido, para fortalecer al sindicalismo combativo y al Frente de Izquierda Unidad, asumiendo juntos los desafíos venideros.

Logradas en las elecciones de 2017, el 10 de diciembre terminó el mandato de las bancas del Frente de Izquierda Unidad en el Congreso Nacional. En el último año la ocuparon, en nombre de Izquierda Socialista, Juan Carlos Giordano desde diciembre de 2020 (reemplazando a Romina Del Plá), y luego Mónica Schlotthauer (rotando con Del Caño). Un período en que, aunque breve y en medio de pocas sesiones en la campaña electoral, se hicieron sentir. No solo en el recinto con sus posiciones y discursos, sino en las calles dando apoyo a los reclamos obreros y populares.

El “Gringo” Giordano juró el mismo día en que también votó por la ley del aborto legal seguro y gratuito. Ese día, la marea verde copó el Congreso logrando imponer la ley. Tanto el peronismo como el macrismo habían pactado “no herir susceptibilidades” mediante discursos que “no irriten a la sociedad”. El Frente de Izquierda, en cambio, sobresalió. Giordano fue noticia al decir lo que nadie se animaba: que esto se logró por la lucha (no por ningún presidente) y que uno de los derrotados había sido la Iglesia Católica, sinónimo de oscurantismo patriarcal. Su intervención fue vista y aplaudida a rabiar en pantalla gigante por miles de jóvenes. Giordano también fue noticia por ser víctima de una campaña sucia por defender al pueblo palestino y condenar los bombardeos criminales de Israel. “Al pueblo palestino no lo van a doblegar y a nosotros no nos van a hacer callar”, dice siempre nuestro diputado. La pregunta de muchos luchadores fue: ¿cómo puede ser que haya 257 bancas y solo las del Frente de Izquierda levanten la voz por una causa tan justa como la de Palestina?

Al asumir Mónica se reforzó el bloque de Izquierda Socialista con la voz y la fuerza de una luchadora ferroviaria, obrera, socialista y feminista. Schlotthauer había sido noticia en 2019, cuando al dejar su banca como parte de las rotaciones del FIT volvió a su puesto de trabajo en el ferrocarril Sarmiento. CNN le hizo una nota porque era una “novedad” para la política mundial.

Mónica, en su juramento, recordó que “los pueblos originarios no vinieron en barco, estaban acá”, ante el negacionismo de Fernández. Viajó a Jujuy a acompañar la campaña del Frente de Izquierda, dando el apoyo a los trabajadores bancarios en lucha y confraternizando con el ahora diputado Alejandro Vilca. “Nos intercambiamos la ropa de trabajo, él me dio las de recolector municipal y yo le di la de ferroviaria”, dijo.

Izquierda Socialista presentó el único proyecto por el no pago de la deuda externa y por la ruptura de relaciones con el FMI. El único que postula un sistema de salud nacional, estatal, gratuito y de calidad. Además, entre otros, conjuntamente con dirigentes de Vialidad presentamos un proyecto para terminar con los peajes y volver a una Vialidad Nacional controlada por sus trabajadores.

Nuestras bancas fueron también noticia al ser las únicas en plantear que se liberen las patentes de vacunas, que se expropien los millones de dosis que se producían en Garín para AstraZeneca y que se declare de utilidad pública al laboratorio mAbxience. Giordano interpeló a Pfizer cuando fue a declarar al Congreso, multinacional que fue salvada por el Sergio Massa cuando al terminar el interrogatorio de Giordano le dijo al CEO del laboratorio “el diputado le hizo muchas preguntas, usted puede contestar si quiere”.

Mientras las y los diputados peronistas votaron la ley de movilidad jubilatoria a la baja, el Frente de Izquierda lo rechazó. Y fuimos los únicos que repudiamos el ingreso de tropas imperialistas y de ejércitos de países latinoamericanos para hacer “ejercicios amigables” en nuestro país, como así también la instalación de la base yanqui en Neuquén.

Schlotthauer y Giordano junto al resto de los candidatos de Izquierda Socialista fueron impulsores de radios abiertas, actos, charlas debate y recorridas de candidatos en distintos puntos de la provincia y el país postulando las medidas de fondo del Frente de Izquierda Unidad.

Nuestras bancas se destacaron por el apoyo a las luchas obreras y populares. Mónica viajó a solidarizarse con la rebelión en Salud en Neuquén, que conquistó un triunfo salarial del 53%; a San Juan por la campaña electoral; a Ushuaia a apoyar a trabajadoras y trabajadores en lucha.

Giordano y Schlotthauer junto al resto del FIT fueron los únicos que se hicieron presentes en la lucha en defensa del ambiente, repudiando la megaminería y exigiendo que se trate la ley de humedales cajoneada por el peronismo. Y recientemente fueron quienes apoyaron el acampe de los pueblos originarios (a quienes todos los bloques tradicionales les dieron la espalda) exigiendo la prórroga de la ley 26.160, hablando en varios actos y concentraciones junto a distintas organizaciones.

Schlotthauer y Giordano no hicieron más que cumplir con el mandato de la izquierda revolucionaria en apoyar las luchas, enfrentar al gobierno y a los bloques patronales, presentar proyectos de fondo e impulsar la construcción de una herramienta política revolucionaria como lo es Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad. El juramento de nuestras bancas se cumplió acabadamente. Tarea cumplida.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad

En la nueva carta titulada “Los silencios y las curiosidades” Cristina Kirchner reconoce que va a pagar la deuda de Macri. Un claro sí al FMI, que a muchos les cuesta ver, porque está envuelto en su consabido doble discurso.
 
La carta, según Cristina, responde a los interrogantes mediáticos sobre qué va a hacer ante “un posible acuerdo con el FMI por los 57.000 millones de dólares que pidió el gobierno de Mauricio Macri en el año 2018”. Algunos medios han reflejado que la misiva no es un respaldo al gobierno. Se agarran de la frase “la lapicera no la tiene Cristina, siempre la tuvo, la tiene y la tendrá el presidente”. Claro que siempre hay interpretaciones de cada hecho político, y en este caso de las acostumbradas frases en doble sentido por parte de la ex mandataria para despegarse de lo que sabe será para peor. Pero no se trata de interpretaciones sobre la carta, sino lo que dice. “Apoyo al presidente, voluntad de pago y cierre del acuerdo”, fue la lectura de la Casa Rosada (Página12, 29/11). El mismo diario refleja a voceros del gobierno diciendo “hay unidad en el Frente de Todos en las negociaciones que lleva adelante Guzmán, siempre pagamos y hay que pagar”. El periodista cristinista Eduardo Aliverti en su larga columna de los lunes en dicho matutino señala “Cristina ratificó que nadie está hablando de desconocer deudas”.

Cristina critica al macrismo, pero sabe que va a apoyar. Mario Negri de la UCR dijo: “¿De dónde sacan que estamos en contra de un acuerdo con el FMI?” (Clarín, 29/11). Carrió también pidió acompañar el acuerdo. ¿Qué la motivó entonces a escribir esta nueva carta?

Cristina intenta despegarse de la mayor y extrema gravedad social que va a venir cuando se firme el nuevo acuerdo con el FMI. Sabe que se viene un mayor ajuste y más entrega, y se resguarda para decir “yo lo alerté”. Ya lo hizo cuando tras la derrota en las PASO pateó el tablero diciendo que hubo una “catástrofe electoral” culpa de un ajuste para pagar la deuda. Lo que no dijo es que ese ajuste lo vino apoyando ella y su espacio político, especialmente el robo a millones de jubiladas y jubilados con el cambio de movilidad que votó.

Este interrogante -sobre que no se sabría qué haría Cristina ante la deuda contraída por Macri-, queda claro en sus propias palabras: “¡Y ojo! Que nadie está hablando de desconocer deudas. Creo que el kirchnerismo tiene un atributo histórico que es el de haber pagado las deudas que generaron otros gobiernos”, señaló.

Cristina confiesa que en los doce años de gobierno peronista kirchnerista se pagaron deudas de otros gobiernos. ¿A qué se refiere? A todos los que desde 1983 vienen pagando con tremendos planes de ajuste. Lo cual no es ningún mérito.

Tenemos que recordar que el origen de la deuda fue en la dictadura del genocidio, que luego Alfonsín la reconoció con el aval del peronismo de entonces, aunque no había registros contables. Luego fue el peronismo menemista (con apoyo de la familia Kirchner) el que en los años ´90 entregó todas las empresas del Estado para pagar, y la deuda creció el doble. Luego vino el endeudamiento de De la Rúa, llevándonos a la crisis de 2001. Contra el brutal ajuste que aplicó ese gobierno radical que se hacía pasar de centroizquierda, para pagar, se dio la rebelión del Argentinazo que impuso el no pago por varios años, plata que se usó para paliar en parte la delicada situación social de entonces. Era la oportunidad para seguir por ese camino y desconocer definitivamente esa mal llamada “deuda” apoyándose en la gran lucha nacional que protagonizó el pueblo. Sin embargo, Néstor y Cristina hicieron lo opuesto. Le pagaron de contado al FMI y reanudaron todos los pagos, reconociendo bonos de los usureros que habían quedado en la lona. Otra vez el peronismo (en este caso el kirchnerista) fue pagador serial de falsas deudas en beneficio de banqueros y el FMI, no del pueblo trabajador.

Ahora el Frente de Todos hace lo mismo. En diciembre de 2019, antes de la pandemia, hizo votar la famosa “ley de emergencia” (y otras) donde ya disponía de 4.500 millones de dólares para pagar la deuda dejada por Macri. Cristina lo reconoce cuando dice “La Cámara de Diputados con fecha 11 de febrero del 2021 convirtió en ley con 233 votos afirmativos, 2 votos negativos y 2 abstenciones”. Los únicos votos negativos fueron del Frente de Izquierda, que emitimos orgullosamente con Del Caño.

Cristina quiere que todas las fuerzas políticas le avalen el acuerdo con el FMI para garantizar que el “honorable Congreso” comparta responsabilidades. Hasta allí llegan sus preocupaciones. ¿No se le ocurre desconocer una deuda que el propio Macri recientemente reveló fue para que los bancos se llevaran los dólares al exterior? Cristina solo intenta deslindar su responsabilidad en la decisión que ya ha tomado todo el Frente de Todos, que la incluye, de pagar una usura. Macri nos endeudó y ahora el peronismo paga con el hambre del pueblo.

Cristina finalmente recuerda el discurso de Alberto Fernández del pasado 9 de julio en la conmemoración de la gesta de la Independencia en la Casa de Tucumán: “Todos los días peleo porque la Argentina se ponga de pie […] Mi modelo sigue siendo San Martín, Güemes y Belgrano”. Usan a los héroes patrios para hacer lo contrario a sus gestas libertarias. Justamente, cuando es necesario avanzar en la Segunda Independencia, el gobierno hace lo opuesto.

El millón trescientos mil votos que logró el FIT Unidad, en cambio, es para decir no al FMI, no a los pagos de la deuda, por un frente de países latinoamericanos para no pagar y liberarnos definitivamente de los dictados económicos y políticos que nos atan a los usureros internacionales, multinacionales, bancos, al FMI y al imperialismo. Para eso llamamos a la gran marcha y acto en Plaza de Mayo el próximo sábado 11 de diciembre.

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