May 13, 2024 Last Updated 3:37 PM, May 10, 2024

Izquierda Socialista

En pocas semanas se cumplirán los plazos que el gobierno impuso para la presentación de listas para participar en las elecciones de las PASO, que desde el Frente de Izquierda siempre hemos denunciado como tramposas y proscriptivas para la izquierda.

Una vez más, desde Izquierda Socialista, ratificamos nuestra política de unidad de toda la izquierda, para dar una pelea unitaria contra los partidos patronales, fundamentalmente ahora contra las diferentes variantes del peronismo (Frente de Todos) y de Juntos por el Cambio.

Por eso somos fundadores, impulsores y defensores del Frente de Izquierda que, desde el 2011, ha logrado unificar a los partidos más importantes de la izquierda argentina (PTS, PO, Izquierda Socialista), ha sumado candidaturas de sectores combativos independientes, de otros grupos de izquierda y, en 2019, logrado que se sumara también el MST, conformando allí el Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U).

En esta nueva elección, y para combatir con más fuerza aun las tramposas PASO, seguiremos insistiendo a los sectores de izquierda que no se han sumado aún al FIT-U, que lo hagan.

A pocas semanas de la conformación de las listas del FIT-U, el PTS nos ha sorprendido con un llamado público hacia las elecciones, a “todas las fuerzas de la izquierda clasista y socialista”, a unirse para para crear una “potente alianza” electoral “para conquistar nuevas bancas”. Llamando a las fuerzas del FIT-U, a Autodeterminación y Libertad (AyL), de Luis Zamora, al Nuevo Mas y a Política Obrera. Y señalando que, si no hay acuerdos, “tenemos el recurso de las PASO”.

Este llamado público puede ser visto con simpatía por muchas compañeras y compañeros. Lógico, la unidad de la izquierda siempre es un anhelo de las y los luchadores.

Desde Izquierda Socialista nos enorgullece haber sido en el 2011 los impulsores de la formación del FIT y, desde el 2019, FIT-Unidad, que lo reivindicamos no solo para las elecciones, sino para intervenir a diario contra los gobiernos patronales de turno, para encarar en común las luchas y las tareas en los sindicatos contra la burocracia sindical.

En este marco queremos dar nuestra opinión sobre este llamado público y unilateral del PTS, porque lo consideramos muy equivocado. Por eso nos dirigimos al PTS, a las demás fuerzas que integramos el FIT-U (PO y MST) y a los luchadores, para clarificar ante la vanguardia nuestra posición.

Ya no es una sorpresa, sino casi una norma, que cuando llegan las elecciones el PTS lanza públicamente este tipo de llamados. Pero el centro de su propuesta no sólo no terminaría asegurando una mayor unidad de la izquierda, sino que complicaría la unidad de la izquierda existente, que es la del FITU.

Primero, el PTS sale unilateralmente con una propuesta que nunca propuso en la mesa nacional del FIT-U, donde nos reunimos los cuatro partidos que lo integramos. Nos hemos enterado de su propuesta al mismo tiempo que los diarios y las redes. Incluso del hecho de que sus militantes están levantando firmas. Es poco unitario este tipo de accionar, sin tener la posibilidad de antes hacer un intercambio entre todos los que integramos el FIT-U. Si se está por la unidad, lo primero sería mantener y consolidar la unidad del FIT-U, por ejemplo, discutiendo en la mesa nacional del FITU esta propuesta de llamado a nuevas fuerzas y de utilizar las PASO para dirimir cargos entre nosotros.

Segundo, llama a concretar la unidad a los partidos del FIT-U. Esto es una incoherencia. Ya estamos unidos. Ya hay una alianza electoral que, según dicen en su llamado, “obtuvo el 80% de los votos (de la izquierda) en las últimas elecciones”. Entonces, hay una contradicción.

El PTS afirma, en el texto firmado por Nicolas Del Caño y Myrian Bregman, que hay un “inexplicable divisionismo en la izquierda”. Es una definición muy llamativa. El Frente de Izquierda existe desde el 2011 y, según el PTS, hemos sacado el 80% de los votos de la izquierda en la última elección. El FIT-U existe y viene logrando diputados nacionales, en la legislatura de CABA y en distintas legislaturas provinciales, con votaciones muy importantes en todo el país. Es un referente ante miles y miles de luchadoras y luchadores. Entonces, sorprende que el PTS publique por las suyas y sin discutir en la mesa del FIT-U, un llamado donde afirma que hay “un inexplicable divisionismo en la izquierda”. No es así. Desde hace diez años hay un frente unitario, del cual es parte el PTS, que se ha consolidado y que incluso ha impactado en la izquierda revolucionaria mundial, que tiene como referencia esta unidad lograda entre la amplia mayoría de las fuerzas de la izquierda clasista y socialista del país.

El PTS también llama a romper el “rutinarismo y el sectarismo que existe en sectores de la izquierda”. Pero ¿a quienes se refiere?

Por fuera del FIT-U existe, en un distrito, en la Ciudad de Buenos Aires, la organización A y L, que encabeza Luis Zamora, y el Nuevo Mas en algunos distritos. También hay algo nuevo, que es la denominada Tendencia del Partido Obrero, que rompió con este y con el FIT-U. Nada es muy novedoso. Al compañero Zamora se lo ha convocado numerosas veces y siempre reitera su rechazo. Tiene todo el derecho a hacerlo. Ya ha manifestado nuevamente que no está de acuerdo en integrar nuestra unidad de izquierda porque está en contra del criterio de construir partidos revolucionarios. No estamos de acuerdo con él. Tiene otra visión.

El Nuevo Mas lleva años de criticas al FIT-U y rechazando integrarse. Ojalá cambiara de opinión y se sumara.

También estaríamos de acuerdo en que los compañeros de la Tendencia de Altamira y Ramal vuelvan al FIT-U. Ojalá pudiéramos llegar a acuerdos. Por ahora, desde su nacimiento han criticado virulentamente al FIT-U y están haciendo una alianza electoral con el Nuevo Mas, opuesta al FIT-U. Pese a todo ello, desde Izquierda Socialista, estamos muy de acuerdo en proponerles que se sumen a una unidad con el FIT-U.

Pero en lo que no acordamos con el PTS es que, porque nunca se sumó Zamora y el Nuevo MAS al frente de izquierda, se minimice el logro de la existencia del FIT-U que, insistimos, el propio PTS dice que logró el 80% de los votos de la izquierda.

Uno de los problemas más importantes que queremos señalar a toda la vanguardia es que el PTS está desconociendo al FIT-U. En su propuesta, firmada por Del Caño y Bregman, propone diluir al FIT-U, ya que nos incluye en su llamado en un pie de igualdad con los no miembros del FIT-U: “llamando a las fuerzas que ya integran el Frente de Izquierda y de Trabajadores –Unidad- y a las demás organizaciones de izquierda: Autodeterminación y Libertad, Nuevo MAS y Política Obrera” para “explorar la posibilidad de llegar a un acuerdo”. Pero: ¡hace diez años que tenemos un acuerdo!

Y agregan: “De no arribar a un acuerdo, tenemos el recurso de las PASO”. Y propone “ordenar las listas proporcionalmente a lo que obtenga cada partido (o bloque de partidos)”. O sea, que Nicolas Del Caño y Myrian Bregman están planteado la posibilidad de que cada uno de los partidos que hoy estamos integrando el FIT-U actúe por las suyas, se presente aparte o en un “bloque” distinto al FIT-U. Ya existe un “bloque”, una “alianza” y bastante “potente”, ya que según ellos tuvo el 80% de los votos de la izquierda. Es una propuesta que podría dar fin al FIT-U, para ir a una interna en las PASO.

Usar el mecanismo de las PASO para dirimir diferencias de lugares en la izquierda puede sonar bien para muchas compañeras y compañeros. Pensando que seria una forma de ayudar a la unidad. Pero en realidad sería lo opuesto.

Entrar en elecciones primarias, con cada partido disputando contra los demás, es lo menos unitario que podemos pensar. Ya que en vez de unirnos para dar con fuerza la batalla política y electoral común contra los partidos patronales, al peronismo y a la oposición de Cambiemos, estaríamos haciendo campaña por el voto de todos contra todos en el propio FIT-U. Peleando entre nosotros por cargos, en una lucha desgastante y no contra el enemigo común. Cuando ya el FIT-U tiene su programa y acuerdos que llevan años. La norma ha sido funcionar por acuerdos y consensos, y con las bancas rotativas. La excepción fue usar las PASO en el 2015.

Le decimos a las y los luchadores que imaginen lo que sería el espectáculo de vernos, a los militantes de los partidos del FIT-U, peleándonos en los lugares de trabajo, estudio o en la calle llamando a votar a favor o en contra de tal o cual partido del FIT-U.  En vez de aparecer todos unidos en la misma lista denunciando a las y los candidatos del Frente de Todos o de Cambiemos y sus políticas de ajuste contra la clase trabajadora.

Llegar a eso sería lamentable y opuesto a una ayuda para la unidad de la izquierda. Lo que ayuda a la unidad es llegar a acuerdos programáticos, de funcionamiento y ordenamiento, y no ir a enfrentamientos en las PASO por cargos y orden en las listas.

Desde Izquierda Socialista proponemos sostener y fortalecer el acuerdo existente, que ya tiene un programa, un funcionamiento de las bancas rotativas, una trayectoria seria y reconocida. Todo eso, en primer lugar, hay que defenderlo. Así somos unitarios. Poner en riesgo esos logros no es ser unitario.

Evitar una pelea electoral en el seno del FIT-U y la izquierda es lo más importante. Pero también es importante recordar que tanto Izquierda Socialista como el Frente de Izquierda nos hemos pronunciado contra el mecanismo de las PASO. Porque es lo opuesto a un mecanismo realmente democrático. Se instaló para dificultar que la izquierda se presente. Por eso en el 2011 pudimos derrotar ese intento proscriptivo presentado una lista única de la izquierda con el Frente de Izquierda. Además, ir con listas separadas nos pone en manos de las leyes y los jueces burgueses para dirimir cuestiones que, como izquierda, deberíamos resolver de otro modo.

Existe el peligro que detrás de esta propuesta, el PTS busque que su partido sea hegemónico por sobre los demás en el FIT-U. Ya que, en reuniones anteriores a este llamado, el PTS planteó que su propuesta es encabezar en todos los principales distritos. Incluso en aquellos donde otras fuerzas vienen encabezando hace años. Y que, si no se llega a un acuerdo, se debería dirimir en las PASO con listas separadas.

La vanguardia sindical y juvenil conoce que no son los planteos y acciones unitarios lo que caracterizan al PTS. Veamos el frente sindical. Los compañeros, por ejemplo, demoraron varios años en sumarse al Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC). Y, desde que al fin se sumaron, hacen acciones paralelas que debilitan al PSC. Lo vimos en la última jornada el 11 de junio, cuando había una jornada convocada y ellos hicieron un plenario propio, para convocar en simultánea a otra acción en el Puente Pueyrredón y negarse a participar de las diferentes acciones del PSC en el resto del país. O a presentar listas de oposición contra las direcciones combativas en ferroviarios, SUTNA o ATEN, llegando hasta a llevar a derrotas en manos de la burocracia.

Por otro lado, en el FIT-U ya teníamos un acuerdo común para las elecciones anteriores, que lo hicimos público, de llamar al Nuevo Mas, a Luis Zamora y a otros partidos que tuvieran interés de sumarse a la unidad, a establecer un acuerdo en base a la proporcionalidad de lo obtenido en las elecciones, que nos daba una medida. El PTS no retoma aquel acuerdo, sino que lo rompe.

Nosotros desde Izquierda Socialista queremos llamar a los compañeros del PTS a que abandonen este tipo de propuestas, que no ayudan a fortalecer la única unidad de la izquierda existente, que es la del FIT-U.

La gran tarea es defender y fortalecer esa unidad, no solo para las elecciones, sino para enfrentar al gobierno actual y sus ajustes. También para las próximas elecciones buscar consenso y acuerdos y en común buscar a todo aquel que quiera sumarse a una mayor unidad.

Es necesario, como gran tarea prioritaria, fortalecer al FIT-U como una alternativa política para los cambios de fondo. La realidad de las luchas de Latinoamérica, de Chile, Brasil, Perú y Colombia, muestran esa gran necesidad.

 

Comité Ejecutivo de Izquierda Socialista
18 de junio de 2021

Contactos:
Juan Carlos Giordano: 15-3119-3003 @GiordanoGringo
Facebook: Juan Carlos Giordano
Prensa: 1160540129 @PrensaIzquierda

El Frente de Izquierda Unidad se movilizará este sábado 19, a las 14 hs, a la embajada brasileña. Lo hará en apoyo a la jornada de lucha internacional que decenas de organizaciones obreras, sociales, estudiantiles y políticas protagonizarán en el país vecino y en el mundo, en rechazo al gobierno de Jair Bolsonaro.

El malestar popular viene creciendo en Brasil ante la calamitosa gestión de la pandemia por parte del exmilitar. La desmereció inicialmente como una “gripezinha” y se negó a adoptar las necesarias medidas de aislamiento social, para congraciarse con las grandes empresas que querían seguir funcionando a toda costa. Como resultado de esta política, Brasil es el tercer país del mundo con mayor número de muertos (casi medio millón de personas). Se han vivido situaciones espeluznantes, como las fosas comunes y la falta de oxígeno para los pacientes en el estado de Amazonas. El desfinanciamiento del sistema sanitario ha agravado la situación.

Al mismo tiempo, con la pandemia se han agravado las penurias económicas de las masas. El desempleo trepó al 14,7% en el segundo semestre del año. Crecen el hambre y la pobreza, pero aun así el gobierno recortó la escasa asistencia social que había dispuesto el año pasado. En paralelo, Bolsonaro y su ministro Paulo Guedes avanzan en el desguace de Petrobras y han abierto un proceso de privatización de Eletrobras. Es una línea de negocios para el gran capital y de descarga de la crisis sobre las espaldas de las masas.

Las movilizaciones del pasado 29 de mayo -las más numerosas desde las manifestaciones educativas previas a la pandemia- envolvieron a decenas de miles de personas. El gobierno de Bolsonaro es incompatible con las necesidades elementales de la población trabajadora. Es necesario un plan de lucha, en la perspectiva de la huelga general, para echar a Bolsonaro, su vice Hamilton Mourao y todo el régimen corrupto y explotador.

La orientación del PT busca tejer una red de seguridad institucional y construir una variante de recambio con sectores de la derecha y del centro político contrarios a Bolsonaro para las elecciones de 2022 (un “frente amplio”). En esa línea se inscribe el encuentro de Lula con el privatizador serial Fernando Henrique Cardoso. Las direcciones sindicales identificadas con el PT están subordinadas a esta política y vienen frenando una respuesta de conjunto de los trabajadores brasileños.

Apoyamos al pueblo brasileño en esta nueva jornada de lucha y nos pronunciamos para que tenga una continuidad, hasta derrotar a Bolsonaro, Mourao y todo el régimen de explotación.

Cristina Fernández reapareció junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, dando un discurso en clave absolutamente electoral. Busca, evidentemente, “marcar la cancha” de cara a las PASO, tanto en la disputa con la oposición patronal de Juntos por el Cambio como en la propia interna peronista del Frente de Todos. Dice que no hay que hacer política con las vacunas, pero se jacta de las millones que están llegando. Nada dice, lamentablemente, del balance del retraso. Ya hay más de 86.000 muertos, continúan los contagios y seguimos con las terapias intensivas colapsadas.

El gobierno peronista del Frente de Todos suele responder que nada de eso se podía evitar por el retraso “mundial” de los laboratorios en la entrega de las vacunas. ¡Falso! En nuestro país, en Garín, ya se llevan fabricadas cien millones de dosis del principio activo de AstraZeneca. Lo que sucede es que, en vez de utilizarlas en nuestro país, se envían a los Estados Unidos, a la misma empresa que hasta hace apenas quince días nos seguía negando la entrega de vacunas que ya fueron pagadas. Por eso insistimos con lo que desde hace meses venimos reclamando desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad, hay que incautar esas dosis para garantizar vacunas para todas y todos.

La pandemia es, sin duda, la principal preocupación del pueblo trabajador, pero a esto se suma el aumento de la pobreza, la miseria y el desempleo. Los precios siguen subiendo, ganándole por lejos a cualquier reajuste salarial. El gobierno no hace nada para evitar los abusos de los grandes monopolios de la alimentación o de las cadenas de hipermercados. Más aún, ahora quiere vendernos un nuevo programa llamado “precios de cercanía”, que va a resolver el problema. ¡Precios de setenta artículos solamente que, supuestamente, estarán congelados hasta octubre, pero que arrancarán un 30% más caros de lo que están en la actualidad!

Frente a esta realidad se impone la necesidad de un aumento salarial de emergencia para que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar, hoy calculado por los trabajadores de ATE Indec en 96.800 pesos, y que ese incremento se reajuste por inflación. Del mismo modo, hay que reabrir inmediatamente las paritarias. También se necesita un alza de emergencia en las jubilaciones, para llevar la mínima a los 62.000 pesos de la canasta de la Tercera Edad. Y tenemos que exigir un IFE de emergencia para todo aquel que lo necesite de 40.000 pesos.

Claro que para lograr esto hay que luchar, enfrentar el ajuste con que el gobierno quiere hacer que los trabajadores sean quienes paguen la crisis. Lamentablemente está contando con un aliado fundamental, la dirigencia burocrática de la CGT y las CTA, que no dicen una palabra y mantienen su alianza con el gobierno.

Por eso resultó tan importante la jornada nacional desarrollada por el Plenario del Sindicalismo Combativo el viernes pasado, que culminó con un acto en Plaza de Mayo. Allí el Pollo Sobrero en nombre de los ferroviarios de la Bordó, Mariana Scayola por Ademys y muchos otros dirigentes combativos levantaron una tribuna de exigencia, para enfrentar el ajuste.

Sabemos que muchas compañeras y compañeros que simpatizan con el Frente de Todos reconocen la justicia y necesidad de estos planteos, pero dudan de si es posible llevarlos a cabo. ¿De dónde saldría la plata, nos preguntan?

Nuestra respuesta es clarísima: de la inmediata suspensión de los pagos de deuda externa. Pero lo importante es que, en los últimos días, esto mismo lo han planteado importantes referentes del gobierno, especialmente ligados al peronismo kirchnerista, a través de su “proclama del 25 de mayo”. Texto que fue  firmado por diputadas y diputados nacionales; por gobernadores e intendentes;  por el periodista Víctor Hugo Morales y por dirigentes sindicales de la CGT y CTA como Hugo Yasky, Pablo Moyano, Héctor Daer y Sonia Alesso, entre otros.

Dicha proclama llama correctamente a “impulsar la suspensión de los pagos por capital e intereses con el FMI y el Club de París mientras se extienda la emergencia sanitaria”. Desde Izquierda Socialista estamos completamente de acuerdo en que se suspendan los pagos, aunque sea mientras dure la pandemia. Sería un paso muy positivo. Si esto se hubiera implementado desde que asumió el gobierno del Frente de Todos ya se habría evitado que se fueran a los usureros internacionales 7.100 millones de dólares, plata que se hubiera podido destinar para salarios, jubilaciones, camas, respiradores, vacunas, IFE o un plan de viviendas populares.

La proclama también dice, con razón: “No se puede seguir manteniendo los pagos de una deuda que no sirvió para construir hospitales, puentes o escuelas, sino para enriquecer al puñado de poderosos que consumó la fuga de capitales que el préstamo del FMI financió”.

Obviamente, también en esta proclama hay planteos con los que no estamos de acuerdo, como por ejemplo que “hay que renegociar los próximos pagos” (en vez de directamente no abonarlos), o cuando le exige “al FMI que apoye la investigación de la deuda”, cifrando expectativas en un organismo que estuvo detrás del endeudamiento entregador y corrupto que viene desde la última dictadura militar y de los ajustes de todos los tiempos, sea en Argentina, Grecia o ahora Colombia. 

Pero, más allá de estas diferencias, les planteamos a los firmantes de la proclama del 25 de mayo que convoquen a luchar para imponer la suspensión de los pagos. Hay dirigentes de la CGT y las CTA que la firman. Los llamamos a llevar esta propuesta al movimiento obrero. A sacar pronunciamientos de asambleas y plenario de delegados. A llamar a otros sectores a que se sumen. Porque siempre sostuvimos que la conformación de un gran movimiento nacional, amplio, por la suspensión de los pagos de deuda sería un enorme paso adelante.

Para Izquierda Socialista esto debe ser el primer paso para desconocer toda la deuda y en especial el pacto firmado por Macri y el FMI. En el camino de liberarnos de las ataduras económicas y políticas de sumisión y dependencia. Impulsando además un frente de países deudores latinoamericanos para no pagar. Luchamos todos los días por ello junto al sindicalismo combativo y al Frente de Izquierda Unidad.

Porque, como dijimos siempre, la deuda es con los trabajadores y el pueblo, nunca con los usureros y el FMI.

Tags

Escribe José Castillo

La frase del presidente de la Nación generó un repudio generalizado. Revela una concepción profundamente reaccionaria de lo que es nuestro pueblo y sus orígenes.

En su reunión con el jefe del Estado Español, Pedro Sánchez, Alberto Fernández se despachó con una afirmación que generó sorpresa en su entorno inmediato y luego, rápidamente, una indignación generalizada: “Yo también soy europeísta. Lo escribió Octavio Paz alguna vez, que los mexicanos salieron de los indios; los brasileños de la selva, y nosotros, los argentinos, de los barcos. De los barcos de Europa”. Más allá de la burrada de sostener que Octavio Paz alguna vez dijo eso, la frase contiene una mentalidad fuertemente colonial, racista y reaccionaria.

La invisibilización de criollos, esclavos afroamericanos y pueblos originarios

La oligarquía terrateniente pensaba en el siglo XIX a nuestro país como “un desierto” que había que poblar. Se despreciaba hasta el extremo de promover el aniquilamiento de todos los que realmente habitaban estas tierras. Al criollo, antecedente del gaucho, que constituyó las tropas que pelearon en las invasiones inglesas y en las guerras de la independencia. A los que luego se los perseguía si no tenían “papeleta de peón” y los enviaban a “la frontera” a pelear contra los indios. “No hay que ahorrar sangre de gauchos”, llegó a decir un presidente argentino de aquellos años. También es un agravio para los descendientes afroamericanos de los esclavos. Muchos que obtuvieron su libertad peleando en los regimientos de “pardos” de los ejércitos de la independencia. Los que fueron enviados en masa luego, ya en la década de 1860, a la guerra del Paraguay. O abandonados hasta morir en la pobreza y la marginación durante la pandemia de la fiebre amarilla en 1871, cuando toda la población “blanca” y acomodada de Buenos Aires se escapó de la ciudad, dejando sin atención médica ni servicios a los contagiados.

Y, por supuesto, la frase también agravia a nuestros pueblos originarios. Los que sufrieron un auténtico genocidio en la mal llamada “conquista del desierto”. Masacrados por decenas de miles, los sobrevivientes fueron empujados a la miseria y las mujeres vendidas como sirvientas a las familias ricas de Buenos Aires. Y, como una de las mayores vergüenzas de nuestra historia, algunos fueron llevados a la Exposición Universal de París en 1889 y expuestos en jaulas.

Los descendientes de las víctimas de todos estos crímenes, originarios, negros, mestizos, mulatos o criollos, son mayoría en muchas provincias argentinas. Y luego muchos de ellos emigraron del interior a Buenos Aires y hoy pueblan los barrios populares. Son parte importante de nuestra clase obrera y de los sectores populares.

El desprecio por los otros pueblos de Latinoamérica

Alberto Fernández incluyó en su frase un profundo desprecio hacia los mexicanos (“vienen de los indios”) y los brasileños (“vienen de la selva”). A sus propios pueblos originarios. Buscó presentarse como “europeísta” haciendo un guiño de menosprecio para el resto de los pueblos de nuestra América. ¿Qué pensarían al respecto San Martín, Bolívar, Miranda, O’Higgins o tantos otros líderes patriotas que lucharon por la libertad del conjunto de Latinoamérica? Por planteos como este fue que justamente perdimos nuestra independencia y nos transformamos en una semicolonia, primero de los ingleses y luego de los yanquis. En la década del ’30 del siglo XX, quienes denunciaban esa entrega, como Scalabrini Ortiz o Jauretche, acuñaron una palabra para los que hacían afirmaciones como la de nuestro presidente, “cipayo”.  

¿Quiénes y cómo “vinieron en los barcos”?

Es verdad que una parte importante del pueblo argentino también desciende de españoles, italianos, judíos, árabes y otros que llegaron “en los barcos”. Sí, pero no formaban parte de ese europeísmo al que se refirió el presidente. Vinieron en condiciones horribles, en la tercera clase de esos barcos, huyendo del hambre, las guerras o las persecuciones. Llegaron a un lugar donde les prometieron una tierra que ya estaba repartida en manos de la oligarquía terrateniente. Fueron los que conformaron una parte importante de nuestro proletariado urbano. Los que fundaron sindicatos. Los que trajeron las ideas socialistas, comunistas y anarquistas. Los que, a la vez, fueron reprimidos y asesinados innumerables veces por los gobernantes “europeístas”. Como sucedió, por ejemplo, en la Semana Trágica o en la masacre de la Patagonia rebelde.

Todos estos sectores, proletariado inmigrante, afroamericanos descendientes de esclavos, pueblos originarios, gauchos y criollos componen nuestra clase trabajadora argentina. Parte, sin duda, del propio pueblo trabajador latinoamericano.

¿Por qué dijo esa frase Alberto Fernández?

Muchos compañeros que apoyan al Frente de Todos se preguntan por qué el presidente Alberto Fernández lanzó semejante frase racista y xenófoba. Algunos plantean que fue un “error” al tratar de improvisar. Para nosotros, lo más importante es lo que expresa, un esfuerzo de sobreactuación de dependencia frente al presidente español. Para que apoye las negociaciones con el FMI y también para que vengan “inversiones españolas”, algo que no va a solucionar los problemas populares de trabajo y salario, solo continuará el saqueo de nuestras riquezas. Frases como las que analizamos en este artículo son la consecuencia de esta clase de posicionamientos.

Tags

Escribe José Castillo

La frase de Alberto Fernández estuvo al servicio de quedar bien con el presidente del Estado Español. Todo en la búsqueda de obtener su apoyo en la negociación con el FMI. Pero particularmente, ya que los votos españoles en el directorio del Fondo son poco significativos, para tratar de que vengan nuevas inversiones españolas al país.

Queremos recordar que, cuando existieron, no aportaron nada bueno. Al contrario, fueron una parte muy importante del saqueo que sufrimos. Eso pasó con Repsol, la principal empresa española en nuestro país, que se terminó yendo y cobrando una suculenta indemnización de 5.000 millones de dólares luego de liquidar nuestras reservas de gas y petróleo. O con las diversas empresas españolas que estuvieron a cargo de Aerolíneas Argentinas (Iberia, Sepi, Marsans), que casi llevan a nuestra aerolínea de bandera a la quiebra.

Hoy los “inversores españoles” hacen millonadas con Telefónica, Fenosa en Gas Natural, la aseguradora Mapfre, Prosegur, Abertis, administradora de los peajes de los accesos Oeste y Norte, o los bancos Santander y BBVA con los negociados de la bicicleta financiera garantizados por el propio Banco Central.

Tags

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos