Escribe Silvia Santos, dirigente de la UIT
Uno de los hechos históricos mundiales de la lucha de clases que más conmovió a nuestro país fue la Guerra Civil Española. La gran colonia de inmigrantes instalados en la Argentina se dividió entre republicanos y franquistas. Fueron casi tres años acompañando los acontecimientos del otro lado del océano con publicaciones, grandes debates y hasta enfrentamientos físicos. La tradicional Avenida de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires, fue uno de los principales bastiones de aquellos acontecimientos.
En España, en febrero de 1936, ganó las elecciones el Frente Popular, formado por socialdemócratas, sectores del anarquismo y comunistas, más la "sombra de la burguesía", como decía Trotsky, con la activa participación de la URSS de Stalin. Ese resultado tuvo como respuesta un levantamiento militar fascista encabezado por Francisco Franco contra la República, el 18 de julio de 1936, desde Melilla, protectorado español en Marruecos. Sin embargo, el movimiento de masas, que venía en un gran ascenso, se levantó el 19 de julio, teniendo como vanguardia a Barcelona y Cataluña. Fue el inicio de un proceso en el que se puso en juego un enfrentamiento decisivo entre revolución y contrarrevolución.
1934. Los mineros asturianos y los obreros de Barcelona escriben una de las páginas más bellas del proceso revolucionario español.
En las elecciones del 14 de abril de 1931 cayó la monarquía, vencida por diversos sectores burgueses republicanos. El rey Alfonso XIII abdicó y se estableció un nuevo régimen. España era un país atrasado, con un gran peso político de la iglesia católica y los terratenientes, vinculados con la nobleza que, a su vez, estaba ligada a la burguesía financiera, industrial y comercial. Millones de campesinos vivían en la pobreza, explotados por la iglesia y los terratenientes, que eran los dueños de las tierras.
En octubre de 1934, como respuesta a la entrada de la extrema derecha en el gobierno de la República, se levantan los mineros de Asturias y proclaman una república obrera en la cuenca minera asturiana. Forman comités obreros, milicias y toman cuenta de la vida de la región, ocupan tierras, casas y edificios públicos. En solidaridad, en Cataluña se declara la huelga general y se proclama la Republica Catalana. Poco después, este heroico proceso es derrotado con un baño de sangre, sobre todo en Asturias, comandado por Francisco Franco. Pero el ascenso del movimiento de masas continuó y el Frente Popular, cuando venció en febrero del '36, tuvo que enfrentar el levantamiento de los fascistas contra la República.
La revolución derrota el primer intento gopista.
Entre julio de 1936 y mayo de 1937, la revolución, con eje en Cataluña, derrotó la intentona golpista. Se formaron organismos de poder obrero, los “comités de milicias antifascistas”, que tomaron el control de la ciudad en Barcelona y el resto de la región. La vanguardia de este proceso fue la clase obrera. Tenían fuerza los anarquistas, organizados en la CNT, los socialdemócratas, el POUM y, en menor medida, el PC. Con desigualdades, el proceso se nacionalizó. En Valencia, Málaga, Lérida, Cantabria, Gijón y Jaén surgieron diversos comités en defensa de la República. En Madrid, donde tenía mayor influencia el Partido Comunista, los comités obreros no eran tan fuertes.
Por el peso de los anarquistas, desgraciadamente, no se avanzó en imponer un gobierno de la clase trabajadora, lo que permitió la consolidación del gobierno del Frente Popular. Consciente de que en España se jugaba la suerte de la revolución europea y mundial, León Trotsky escribió: “Los anarquistas se justificaron afirmando que no tomaron el poder, no porque no pudiesen, sino porque no quisieron, porque están en contra de toda dictadura…”. “Renunciar a la conquista del poder es dejárselo voluntariamente a los que lo tienen, los explotadores”. De esta forma, se le dio tiempo a la burguesía republicana, que bajo la dirección de Companys, recuperó la iniciativa, y en mayo del '37 derrotó al poder obrero. A partir de entonces se entró de lleno en la guerra civil.
El frente popular y la política del estalinismo.
A medida que la burguesía republicana conseguía desmontar el proceso revolucionario, más peso adquiría el estalinismo en la guerra civil. El argumento, tanto del estalinismo como de los socialistas, era que como la revolución española no tenía más que resolver tareas democráticas (reforma agraria, Estado laico, los problemas de las nacionalidades, etc.), correspondía hacer frente con la burguesía. Todo para resguardar la sacrosanta propiedad privada.
León Trotsky, al respecto, afirmó: “Los teóricos del Frente Popular no van más allá de la primera regla de la aritmética: la suma. La suma de comunistas, socialistas, anarquistas y liberales sería mayor que cada uno de sus términos. Sin embargo, cuando los aliados políticos tiran en direcciones opuestas la resultante es cero”. El estalinismo luchó con toda su fuerza en España para evitar una victoria proletaria, que significaría el fin de su propia dominación. Mientras Hitler y Mussolini apoyaban a Franco con su aviación y enviando tropas, Stalin estrangulaba la revolución justificando que se trataba de resguardar primero la República, en coalición con sectores burgueses.
Por esta nefasta política, con más de un millón de muertos, la República fue derrotada en abril de 1939 después de la heroica batalla del río Ebro. Esta es la lección más importante de la Guerra Civil Española: los gobiernos que intentan conciliar diferentes intereses de clase siempre finalizan favoreciendo a la clase de privilegiados y explotadores. Esta es una de las razones por las que el trotskismo morenista continúa luchando por la independencia de clase y por gobiernos obreros, populares, campesinos, con la juventud y las mujeres que adoptan un camino revolucionario.
La catastrófica política frentepopulista continúa reflejándose hoy en el Estado Español. En 1977, en plena decadencia del franquismo, los principales partidos políticos “republicanos”, como el PSOE, el PC y otras fuerzas menores, y sus colaterales sindicales, Comisiones Obreras y la UGT, firmaron junto al franquismo el Pacto de la Moncloa que, si bien contenía algunos avances democráticos impostergables, mantenía en esencia el régimen franquista. Hasta hoy esos “partidos republicanos” no han tenido el coraje político de defender la bandera por la que perdieron la vida cientos de miles de luchadores, el fin de la monarquía.
Las Brigadas Internacionales
Impulsadas por el PC, pero también por fuera de él, millares de jóvenes se enrolaron para ir a pelear a España en las Brigadas Internacionales. Entre ellos, centenares de argentinos.
De los extranjeros, el más conocido fue George Orwell, autor del libro Rebelión en la granja, reconocido también por el magnífico testimonio de Homenaje a Cataluña.
Al llegar a Cataluña escribió: “Por primera vez en mi vida me encontraba en una ciudad donde la clase trabajadora llevaba las riendas. Casi todos los edificios estaban en manos de los trabajadores y cubiertos con banderas rojas, o rojas y negras, la bandera de los anarquistas; casi todos los templos habían sido destruidos… En los cafés había carteles proclamando que eran servicios socializados, hasta los lustrabotas habían sido colectivizados y sus cajas estaban pintadas de rojo y negro”. Orwell formó parte de las milicias del POUM, partido identificado popularmente con el trotskismo. Desgraciadamente, el POUM también entró al gobierno del Frente Popular, y Andrés Nin, su dirigente, que en 1937 fue asesinado por el estalinismo, asumió el Ministerio de Justicia en Cataluña, hecho que desencadenó una dura discusión con Trotsky que terminó en una ruptura.
Los bares de la Avenida de Mayo en Buenos Aires.
Pocos jóvenes saben que en la Argentina, en la Avenida de Mayo y Salta, también se peleó la Guerra Civil. En esa esquina eran comunes los enfrentamientos entre los republicanos, que se instalaron en el bar Iberia, llamado “búnker” republicano, y los franquistas, asentados en el bar Español. Inclusive, las disputas siguieron después de concluida la guerra civil y el triunfo del fascismo.
Los incidentes se producían casi a diario. En marzo del '38 un camión se detuvo en la avenida, entre ambos bares. Uno de los grupos solidarios con la República comenzó a agitar consignas antifascistas. Los franquistas respondieron lanzando desde el bar Español vasos, platos, mesas y sillas. La batalla finalizó cuando llegó la policía.
Entre los republicanos había españoles y argentinos que tomaron partido contra el franquismo. Al mismo tiempo, la Guerra Civil Española despertó magníficos ejemplos de solidaridad internacional con la creación de comités que juntaron alimentos y ropa. Se organizó un acto en solidaridad con la República en el Luna Park, donde estuvo presente Libertad Lamarque. Pero lo más destacable fue la participación de los voluntarios, dispuestos a dar su vida en la lucha contra el fascismo.
Las organizaciones, partidos, dirigentes y militantes participantes de la Conferencia virtual Latinoamericana y de los EEUU suscribimos las siguientes definiciones políticas y nos comprometemos a impulsar las resoluciones y campañas abajo planteadas:
1.- Levantamos como principal bandera la independencia política de los trabajadores respecto de los capitalistas, sus Estados, gobiernos y sus partidos. Rechazamos la colaboración de clases y los frentes y organizaciones políticas de colaboración de clases, que no son más que la vía por la cual se avanza en la subordinación política de la clase obrera a los intereses de los capitalistas y de sus Estados. Definimos como nuestro objetivo estratégico la lucha por gobierno de trabajadores, por la Unidad Socialista de América Latina y por el socialismo internacional. Como señala la convocatoria inicial a esta conferencia “El equilibrio y la conciliación de intereses entre el capital y los trabajadores, que pregona el nacionalismo burgués y la centroizquierda, no es más que una utopía reaccionaria, que apunta a entrampar a los trabajadores como furgón de cola de la burguesía. En oposición a eso, planteamos la lucha por una salida anticapitalista y una transformación integral del continente bajo la dirección de la clase obrera”. Para estos objetivos, impulsamos la más amplia organización obrera y popular, con el objetivo estratégico de pelear por la perspectiva de la revolución social. Rechazamos la competencia y la rivalidad que los capitalistas y los Estados fomentan entre los trabajadores de distintas naciones. Bregamos por la unidad y solidaridad internacional de la clase obrera y decimos: ¡Proletarios y proletarias de todos los países: únanse!
2. Apoyamos, desenvolvemos e impulsamos en todos los terrenos y en cada país, incluido los Estados Unidos, la lucha anti-imperialista. El imperialismo norteamericano es, en América Latina y en el mundo, la expresión de la super explotación y el principal Estado opresor de los pueblos, papel que también cumplen distintos Estados imperialistas en la Unión Europea y Japón. La política y opresión imperialista ejercida por el Estado y el gobierno yanqui y el capital financiero internacional sobre los países latinoamericanos no sólo se expresa en el terreno económico, sino también en las conspiraciones del imperialismo con los gobiernos títeres del subcontinente, y en las tentativas de intervención y amenazas militares. Rechazamos y condenamos la ofensiva y las amenazas del imperialismo yanqui contra Venezuela y contra Cuba (¡donde todavía mantiene un bloqueo criminal), apoyadas por la derecha venezolana y los “gusanos”, a la vez que manifestamos nuestra independencia y oposición desde la izquierda a los regímenes de ambos países contra los cuales luchamos y no le damos ningún apoyo político. Denunciamos el muro fronterizo que está construyendo Trump en la frontera con México y las deportaciones masivas. Repudiamos y llamamos a luchar contra el gobierno golpista boliviano que ha suspendido nuevamente las elecciones para perpetuarse en el poder, así como el intento de proscripción del MAS, sin dar apoyo político a esta fuerza política que ha venido intentando la conciliación con los golpistas y cuando gobernó lo hizo traicionando la Agenda de Octubre. Llamamos a luchar por el no pago de las deudas de los países de América Latina y el Caribe y las de los pueblos oprimidos de todo el mundo. Impulsamos la movilización por “Fuera Bolsonaro-Mourao”, llamando a terminar con el conjunto del régimen de dominación.
Denunciamos la sumisión de los gobiernos latinoamericanos, incluidos los ‘nacionales y populares’, a los preceptos del imperialismo, y decimos: ¡Fuera el FMI! ¡No al pago de las deudas externas! ¡Fuera el imperialismo de América Latina! ¡Que la crisis la paguen los capitalistas! Estamos por la expulsión de todas las multinacionales y corporaciones imperialistas y extractivas que saquean nuestros bienes comunes y contaminan y destruyen la vida y nuestro territorio. ¡Por las nacionalizaciones, sin indemnización, de los sistemas bancarios y de los recursos naturales y estratégicos de cada país, bajo control de los trabajadores!
3. Apoyamos incondicionalmente la gigantesca y extraordinaria rebelión que protagoniza el pueblo norteamericano y denunciamos la criminal militarización de Trump. Propugnamos por el desarrollo, la extensión y la profundización de la rebelión norteamericana. Denunciamos la pretensión del Partido Demócrata de canalizar electoralmente el enorme descontento popular con el gobierno de Trump como una tentativa de aplacar la rebelión, poner fin a la acción directa de las masas y desviar cualquier intento de organización política independiente de los explotados, atento a que es otra variante capitalista-imperialista y guerrerista de alternancia en el poder, una salida que será contra los intereses de los que hoy siguen luchando en las calles de los Estados Unidos.
Poner fin a la opresión racial, a la violencia y represión policial, dar una respuesta integral a la crisis sanitaria y evitar que la crisis capitalista siga siendo descargada sobre las masas norteamericanas, plantea poner en marcha una salida independiente de las y los trabajadores en Estados Unidos, en alianza con todos los sectores oprimidos, como las personas de color (afroamericanos, latinos), las mujeres y la juventud.
4- Asimismo, destacamos la revitalización de la enorme rebelión en Chile, denunciamos los sucesivos pactos de colaboración de la llamada ‘oposición’ patronal y centroizquierdista con el gobierno y más que nunca decimos ¡Fuera Piñera! Para Chile sigue teniendo plena actualidad lo que señalábamos al respecto en el documento de convocatoria inicial: “Denunciamos la reforma constitucional que se está cocinando y la convención constituyente amañada emanada de ese pacto. Llamamos a reforzar la lucha para que se vaya Piñera mediante el impulso de las movilizaciones masivas en las calles y de una huelga general política y por los reclamos sociales, por una Asamblea Constituyente libre y soberana que discuta un programa para reorganizar el país sobre otras bases sociales, en la perspectiva de lograr un gobierno de los trabajadores y el pueblo explotado que garantice los cambios de fondo que reclama el pueblo en las calles.
En Chile se hace necesario el impulso a toda forma de coordinación y auto organización democrática de los sectores de la clase trabajadora, el movimiento estudiantil y de mujeres en lucha (tendencia que se puede ver en las asambleas populares y territoriales o en los comités de emergencia y resguardo) apuntando a que la clase obrera, por su capacidad de paralizar el funcionamiento de la economía y el estado capitalista, asuma el liderazgo”.
Exigimos la libertad a los presos de la rebelión y la libertad a los presos políticos mapuches que luchan por la recuperación de su territorio histórico y contra la represión estatal. Nos sumamos a la campaña por el fin a las AFP, por un sistema de jubilaciones de reparto solidario, administrado por trabajadores y jubilados.
5- Apoyamos e impulsamos todas las luchas de los trabajadores y los pueblos contra los planes de austeridad y los gobiernos del capital. Denunciamos los planes de ajuste y la ofensiva del capital a escala internacional contra las conquistas de los trabajadores. Los gobiernos, como representantes del capital, se valen de la crisis pandémica para avanzar en más ajuste, despidos y rebaja salariales, en más flexibilización laboral, en la destrucción de los regímenes previsionales y en la explotación de la juventud precarizada. Denunciamos asimismo la complicidad de las burocracias sindicales en todos los países, que ofician como un chaleco de contención de la fuerza combativa de los trabajadores y habilitan, de esa manera, el avance de las reformas anti-obreras y sostienen a los gobiernos de turno. En este sentido reafirmamos que “la batalla por recuperar las organizaciones de masas, en primer lugar los sindicatos, expulsando a las burocracias entreguistas reviste un carácter estratégico. Esto plantea alentar en el propio curso de las irrupciones populares todo tipo de organismos (comités de huelga y todos los que, en forma embrionaria, hemos visto surgir en Francia, Chile, Bolivia) que permitan coordinar la lucha y llevarla al triunfo. El escenario convulsivo de Latinoamérica le otorga especial vigencia al fortalecimiento de espacios democráticos del sindicalismo combativo, al llamado a congresos o coordinadoras de delegados de base de los sindicatos, de las y los ocupados (incluyendo a toda la gama de precarizados/as) y desocupados, y de las masas que luchan, lo que va unido a la batalla por una nueva dirección clasista en el movimiento obrero. Esto apunta a que la clase obrera emerja como un factor independiente en la crisis y se desarrolle como alternativa de poder, al frente de una alianza de todos los explotados y oprimidos”.
Levantamos la lucha por derrotar las reformas laborales y previsionales en curso. Planteamos poner fin a la desocupación levantando el planteo del reparto de las horas de trabajo sin reducir los salarios, el seguro universal a los desocupados, el aumento de los salarios y jubilaciones hasta llevarlos al costo de las canastas familiares. Planteamos la ocupación de toda fábrica o empresa que cierre o despida, su estatización y el control obrero. Fuera las burocracias sindicales, por nuevas direcciones en los sindicatos, clasistas y combativas. Apoyamos e impulsamos la lucha internacional y coordinada que desenvuelven los trabajadores precarizados de las APP.
La construcción de partidos revolucionarios a nivel nacional e internacional es una necesidad de primer orden para llevar adelante este programa.
6. El enorme movimiento de lucha de las mujeres ha sido y es un importantísimo protagonista de las luchas en la región, con enorme peso en Chile, en Argentina y en diversos países y procesos. Apoyamos e impulsamos la lucha del movimiento de mujeres, que con sus extraordinarias y masivas movilizaciones reclama el derecho al aborto legal, el fin de los femicidios, los abusos y contra la violencia machista. Denunciamos la responsabilidad de los gobiernos, del Estado y el régimen social de explotación en la opresión de la mujer. El impulso de estas reivindicaciones ha puesto de manifiesto la profunda injerencia de las Iglesias en los asuntos estatales y la subordinación de los gobiernos capitalistas a los distintos lobbies clericales. Luchamos por las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras. Peleamos por erradicar la cultura machista y patriarcal en el seno de la clase trabajadora e impulsamos una lucha mancomunada de nuestra clase, superando cualquier tipo de divisiones por género o sexualidad, por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, por anticonceptivos y por educación sexual integral, por la separación de las Iglesias de los Estados, por el fin de la violencia machista y de los crímenes de odio, por el conjunto de las reivindicaciones del movimiento LGTBI, y más de conjunto, por poner fin al capitalismo, que es el edificio social sobre el cual se montan y reproducen las diversas opresiones.
7. Condenamos la criminal represión contra los pueblos y trabajadores en lucha en América Latina y en Estados Unidos; la criminalización de la protesta, los abusos policiales y casos de “gatillo fácil” (asesinatos policiales) y nos pronunciamos por el pleno derecho a la movilización y la lucha. Repudiamos la persecución y las deportaciones del gobierno de AMLO en México contra los migrantes centroamericanos y caribeños. Denunciamos que los aparatos de seguridad no son más que un mecanismo de coacción y represión de los gobiernos y los Estados contra los pueblos que se rebelan en defensa de sus condiciones de vida. Planteamos: abajo las medidas de excepción que fortalecen las medidas represivas y el fortalecimiento de las policías y demás fuerzas de seguridad, basta de persecución a los migrantes en los Estados Unidos; abajo los asesinatos de dirigentes sociales en Colombia; abajo la criminal represión en Chile y en Bolivia, Justicia por Marielle Franco y castigo a los responsables de su asesinato, libertad a los centenares de presos políticos; abajo la persecución a los luchadores y dirigentes sindicales en Venezuela, por la libertad inmediata de los luchadores obreros encarcelados. Aparición con vida de Facundo Castro, libertad a Sebastián Romero y desprocesamiento de Cesar Arakaki en Argentina.
Resolvemos:
● Realizar el 27 de agosto concentraciones y actos en las embajadas de EEUU de todos los países, para apoyar la rebelión del pueblo norteamericano, rechazar la injerencia imperialista en América Latina y llamar al no pago de las deudas externas de los países de América Latina y el Caribe y de todos los pueblos oprimidos.
● Apoyar la lucha de los trabajadores y el pueblo chilenos por “Fuera Piñera” y la puesta en pie con su lucha de una asamblea constituyente verdaderamente libre y soberana. Exigimos la libertad de todos los presos de la rebelión.
● Apoyar en impulsar las luchas del conjunto de trabajadoras y trabajadores contra despidos, rebajas salariales y otros ataques a sus condiciones de vida que están implementando gobiernos y patronales
● Participar e impulsar las próximas movilizaciones de los trabajadores de reparto de APP en los distintos países
● Impulsar las movilizaciones del 28 de septiembre por el día de América Latina y el Caribe por el aborto legal, levantando también la consigna “separación de las Iglesias del Estado”.
● Reafirmar nuestra adhesión a los 10 puntos programáticos contenidos en el documento “Un nuevo escenario en Latinoamérica y la necesidad de una salida socialista y revolucionaria” de convocatoria inicial a la Conferencia Latinoamericana presencial, sumando los puntos referidos a la pandemia y al levantamiento en Estados Unidos desarrollados en los documentos posteriores que dieron base al llamado a esta Conferencia Virtual de Latinoamérica y Estados Unidos.
En la conferencia participaron más de cincuenta organizaciones representando a casi todos los países de latinoamérica y a Estados Unidos. Se debatió sobre la "Crisis mundial y rebelión en el imperio", "El movimiento obrero latinoamericano ante la crisis capitalista y la pandemia", "La situación latinoamericana" y en el Plenario de cierre de la conferencia se debatió sobre la formas de construir y lograr mayor unidad de la Izquierda en todo el continente.
A continuación las intervenciones de la Unidad Internacional de trabajadoras y trabajadores - Cuarta Internacional.
Apertura
Intervención
Cierre
El movimiento obrero latinoamericano ante la crisis capitalista y la pandemia
Apertura
Intervención
Cierre
La situación latinoamericana
Apertura
Intervención
Cierre
Apertura
Chile
Estados Unidos
Mujeres
Venezuela
Brasil
Bolivia
Perú
Ambiente
Argentina
México
Centroamérica / Panamá
Cierre
Mesa de debate: Crisis mundial y rebelión en el imperio
En los últimos días, desde la fiscalía a cargo de José Bringas, a través de medios de comunicación, se involucró con amenazas dirigidas al viceintendente Daniel Passerini, a la Concejala electa Cintia Frencia y a la banca del Frente de Izquierda Unidad que ocupa Laura Vilches y que por acuerdo de rotación asumirá la mencionada en 2021. Se trata de una operación político-judicial en la cual la Fiscalía, a cargo del Dr. José Bringas, se coloca al servicio de gobiernos ajustadores y represivos. Pretenden reforzar la escalada represiva que comenzó con la cuarentena y fue recrudeciendo. En momentos en que se desarrollan luchas populares por el salario, las condiciones de trabajo, las jubilaciones, la tierra y la vivienda, el gobierno de Schiaretti-Llaryora muestra los dientes y despliega sus armas represivas contra el pueblo en general y contra nuestro Frente por haber estado en la lucha, junto a los reclamos populares. Esta operación es una maniobra distractiva para correr el eje de las luchas mencionadas, pero particularmente cuando el ejecutivo municipal descarga su ataque contra los y las trabajadoras municipales.
Rechazamos categóricamente las falsas acusaciones sobre nuestro involucramiento con conductas que son totalmente ajenas a los métodos del Frente de Izquierda Unidad y que hemos rechazado, inclusive, a través de nuestra banca en el Concejo, en la sesión de fecha 17 de julio del corriente año.
Desde las pantallas de televisión se repitió una y otra vez que el caso estaba casi esclarecido, que se habría identificado a los supuestos tres responsables, y que las imputaciones estaban a punto de efectivizarse. Pero sólo se dio el nombre de nuestra compañera, y cuando nos presentamos ante la fiscalía, se nos dijo que la causa estaba bajo secreto de sumario y que no había imputación. Sin embargo, en la prensa se afirmaba que se esperaban resultados de pericias telefónicas para demostrar la supuesta relación con el caso.
Varios días después, no hay resultados de pericias, ni una sola prueba, ni tampoco imputación. No hay absolutamente nada que involucre a nuestra compañera Cintia Frencia, y a nuestra fuerza política. Sin embargo, desde el gobierno municipal, en boca del viceintendente, Daniel Passerini, afirmaron: “hay una presunción importante y creo que a toda la sociedad, nos tiene que dar tranquilidad de que no hay impunidad en esta cuestión y de que el trabajo de la fiscalía y de la policía está sobre una pista importante. Estos hechos reflejan prácticas violentas, totalmente repudiables, de un sector muy pequeño de nuestra sociedad”.
Que el fiscal haya hecho trascender información extraoficialmente, en una causa que aún está bajo secreto de sumario y sin siquiera haber notificado fehacientemente a las partes involucradas, es lisa y llanamente un delito. Esto podría habilitar el Jury de Enjuiciamiento para la destitución del Fiscal Bringas (en la legislatura) por incumplimiento de sus deberes como funcionario público. A pesar de las inconsistencias de las acusaciones y la ausencia absoluta de pruebas, el armado liderado por el fiscal Bringas ya ha sentenciado públicamente al Frente de Izquierda Unidad y Cintia Frencia, con el perjuicio que ello conlleva.
El caso reviste una gravedad extrema, porque muestra hasta dónde el poder judicial está al servicio del gobierno provincial y municipal, y de todos quienes gobernaron la provincia.
En este marco, las organizaciones sindicales, de las mujeres y disidencias, políticas y sociales, van expresando su rechazo a las falsas acusaciones en contra de la Concejala del FIT-U. En ese sentido, ya se han pronunciado la asamblea ni una menos, la CTA Córdoba, el sindicato de municipales de Jesús María, la AGD UBA, el cuerpo de delegadxs del INTI, los Sutebas recuperados, entre los primeros pronunciamientos.
Es preciso reivindicar la trayectoria intachable del Frente de Izquierda al servicio de la defensa incondicional de los trabajadores y las causas populares, que no vamos a abandonar ante el escenario de profundización del ajuste. Por todo lo planteado, hacemos sentir el rechazo a este atropello, puesto que la operación en curso es una expresión de la política represiva al servicio del ajuste. Llamamos al conjunto del pueblo trabajador, a las organizaciones populares a adherir al pedido de rechazo ante esta operación orquestada por poderes del Estado. Derrotar la maniobra represiva resulta de primer orden para defender el derecho a luchar por todos los reclamos pendientes, y para que la crisis la paguen los capitalistas.
Frente de Izquierda Unidad
PO, PTS, Izquierda Socialista, MST