Escribe Mónica Schlotthauer, diputada nacional Izquierda Socialista/FIT y candidata a diputada nacional por Buenos Aires

En medio de un año de luchas contra el ajuste de Macri, el intento de reforma laboral y los aprietes de la empresa Trenes Argentinos, las ferroviarias nos organizamos para participar en el 34º Encuentro que se realizará en La Plata los días 12, 13 y 14 de octubre. Ya se realizaron las primeras reuniones y logramos alquilar una quinta para facilitar la participación. Además, nos propusimos dos eventos para recaudar fondos junto con seguir anotando compañeras para armar una importante delegación de ferroviarias.

Desde hace años nos venimos organizando en la agrupación “Mujer Bonita es la que Lucha” de la línea Sarmiento y desarrollando diferentes campañas frente a los problemas que nos afectan específicamente como mujeres trabajadoras. Fruto de ello conquistamos el cupo laboral en todas las especialidades para hacerle frente a la discriminación laboral y, desde 2017, con la creación de la Casa que Abraza, espacio de acompañamiento a trabajadoras frente a las violencias de género, hemos logrado arrancarle a la empresa Trenes Argentinos la licencia laboral por violencia de género, la atención psicológica frente a distintas situaciones de violencia y hemos organizado talleres para problematizar la violencia de género con nuestros compañeros varones. Sin embargo, la pelea contra la violencia patriarcal sigue y es una bandera vigente la lucha por el acceso de las ferroviarias a los puestos de conducción de trenes, hoy frenado por la empresa y la burocracia sindical del gremio La Fraternidad.

Este 2019, junto con la participación en el paro internacional del 8 de marzo, la presentación del proyecto de ley por la legalización del aborto voluntario y la marcha del 3 de junio contra las violencias y femicidios, hemos comenzado a hacer frente al acoso sexual laboral perpetrado desde los puestos jerárquicos de la empresa hacia las trabajadoras. Junto con talleres para identificar la problemática, nos movilizamos exigiendo el cese del acoso y el derecho a no sufrir violencias en el trabajo. También hemos logrado un gran avance, ya que las ferroviarias de la línea Mitre se han sumado a la experiencia de lucha contra la violencia patriarcal a partir de la defensa de una trabajadora de la línea violentada por su supervisor y el reclamo de justicia por el femicidio de la ferroviaria Carmen Alejandra Luján. 

Todas tendremos el desafío de participar en el 34º Encuentro Plurinacional de Mujeres Lesbianas Travestis y Trans no solo para intercambiar con otras mujeres y organizaciones la experiencia pionera que llevamos adelante, sino también para impulsar una salida para todas las trabajadoras, para que puedan conquistar todos los derechos que históricamente reclaman. Y para eso luchamos por una organización independiente de los gobiernos patronales de turno. Sin dobles discursos.

La incorporación de feministas en las listas de los partidos patronales, como Dora Barrancos u Ofelia Fernández, incluso Silvia Lospennato, ha abierto expectativas en el movimiento de mujeres sobre las posibilidades de avanzar en la legalización del aborto con una nueva composición en el Congreso. Pero no se trata de un problema de posicionamientos individuales sino del programa político. Todas las alianzas electorales, menos el Frente de Izquierda-Unidad, mantienen la clandestinidad del aborto.

Escribe Mercedes de Mendieta, Candidata a legisladora por la Ciudad de Buenos Aires

Desde que se votó en el Senado contra el derecho al aborto el 8A del año pasado, quedó en evidencia que los partidos patronales mantienen su alianza con las iglesias. Las y los Senadores que votaron en contra fueron visibilizados como los “dinosaurios” y, debido a la #MareaVerde que inundó las calles por el derecho a decidir, el debate sobre el derecho al aborto se metió con fuerza en las elecciones. 

Tanto Juntos por el Cambio de Macri-Picheto, como el Frente de Todos de Fernández-Fernández y demás listas patronales, buscaron incorporar en sus filas a sectores verdes y celestes con el objetivo de acaparar el voto de ambos electorados. El pedido de Cristina de “unir pañuelos verdes y celestes” y de “no enojarse con la iglesia” se expresó en los armados de todos los frente patronales. 

No es cierto que incorporando de manera individual feministas en la listas la composición del Congreso será más favorable para la conquista del derecho al aborto. Los partidos patronales como el peronismo en todas sus variantes, la UCR, PRO, han otorgado “libertad de conciencia” a sus diputados y senadores en el debate sobre el aborto para negar el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. 

Mención especial merece el armado del Frente de Todos. Entre los gobernadores que apoyan la candidatura de Fernández-Fernández se destaca el peronista Manzur, de Tucumán, un conocido militante celeste, ex ministro de Salud durante el kirchnerismo y que ha obstaculizado el derecho a la ILE (interrupción legal del embarazo), obligando a parir a una niña de 11 años violada. La lista sigue con Uñac, de San Juan, quien fue conocido por impulsar el voto antiderecho durante el debate de 2018 o incluso el próximo gobernador de Santa Fe Perotti quien se abstuvo en la votación del Senado. La candidata a vicegobernadora por la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, que acompaña a Axel Kicillof, firmó junto a varios intendentes del conurbano en 2016 el Pacto de San Antonio de Padua junto al obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Maletti, en el que declara “proteger a la familia como célula básica de la sociedad y a la vida humana desde la concepción”, un mensaje clerical contra el derecho al aborto. Y como si esto fuera poco, este año mientras se presentaba por octava vez el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo en el Congreso, la actual intendenta de La Matanza creaba la Subsecretaría de Culto en el distrito, institucionalizando aún más los vínculos entre las iglesias y el kirchnerismo. 

El Frente Juntos por el Cambio destacó en los primeros lugares a la diputada Silvia Lospennato una de las impulsoras del debate por el aborto en el Congreso durante 2018. Y el Frente de Todos busca captar el voto verde incorporando en sus listas a Victoria Donda, Dora Barrancos u Ofelia Fernández. Pero ante las expectativas que pueda generar, decimos que de la mano de las iglesias, los gobernadores antiderechos y los “dinosaurios” que nos dieron la espalda al movimiento de mujeres, no vamos a legalizar el aborto. 

Llamamos a todas las mujeres, lesbianas, trans travestis, a las jóvenes secundarias que han protagonizado la #MareaVerde a apoyar al único frente que está 100% a favor del aborto legal, seguro y gratuito y que incorpora en su programa el derecho a decidir de las mujeres, al Frente de Izquierda-Unidad.

Escribe Laura Eggers, Candidata a diputada nacional

Una numerosa delegación de obreros ceramistas de Neuquén, en un esfuerzo extraordinario en medio de las enormes penurias que padecen, viajaron a Buenos Aires para reclamar ante el juzgado federal contra el pedido hecho por la empresa Camuzzi, la transportadora de gas, para que por medio de la fuerza pública se ingrese a las plantas a cerrar las llaves del gas y paralizar totalmente a Cerámica Zanon, Cerámica Neuquén y Cerámica Stefani, esta última de Cutral-Có.

Hubo un acto en el Obelisco desde donde partió la marcha junto a delegaciones de varias cooperativas autogestionadas, organizaciones sociales y partidos de izquierda. Estuvieron Nicolás Del Caño, Romina Del Plá y nuestras compañeras diputadas Angélica Lagunas y Mónica Schlotthauer, Juan Carlos Giordano, Pollo Sobrero, Edgardo Reynoso y Jorge Adaro, entre otros dirigentes de Izquierda Socialista. 

Los obreros dejaron una nota en la Secretaria de Energía, organismo donde se pactan los acuerdos con los proveedores de energía y se habilitan los tarifazos. La marcha, permanentemente hostigada por fuerzas policiales, luego de pasar por el juzgado se trasladó al Congreso Nacional, donde se llevó a cabo una audiencia pública. Los ceramistas expusieron la cruda situación de cada fábrica. 

Demostraron el boicot político de los gobernantes provinciales y nacionales, anteriores y actuales, a los pedidos de créditos para capital de trabajo y renovación tecnológica, en una provincia donde lo que sobra es el gas y el petróleo que se llevan Chevron y compañía. 
“Corren peligro 500 puestos de trabajo cuando somos los que producimos cerámicos y ladrillos que harían falta para las 70.000 viviendas que no se construyen en Neuquén. Ahora nos quieren ahogar con los tarifazos y el corte de gas, es una locura”, señaló Alejandro López, secretario general del sindicato ceramista. 

Desde Izquierda Socialista, además de apoyar incondicionalmente la lucha de los ceramistas desde el comienzo de las gestiones obreras, reclamamos la estatización bajo control obrero, atendiendo a que en el marco de un sistema político económico capitalista con la expropiación conquistada no alcanza, porque la provisión de insumos y servicios debe ser atendida por el Estado para que puedan progresar en la producción y mantener la fuente de trabajo.

Escribe Martín Fú

El hotel Bauen viene siendo administrado por sus trabajadores luego de una quiebra fraudulenta en 2003. La autogestión es el resultado de la lucha y la resistencia con la que han enfrentado a los gobiernos y la Justicia que ha buscado desalojarlos y truncar la autogestión. En 2016 una ley que expropiaba el inmueble para formalizar la gestión de sus trabajadores fue vetada por el presidente Macri.

Los trabajadores han acudido a la Cámara de Apelaciones y hasta la Corte Suprema, estamentos judiciales que nuevamente les han dado la espalda y confirman el desalojo. Hoy un nuevo fallo judicial pretende desalojarlos, estableciendo un plazo para entregar el Bauen al grupo empresario Mercoteles. “Todo esto tiene que ver con el veto de Macri a la ley de expropiación del hotel, sancionada por el Congreso en diciembre de 2016. El Estado recuperaba un activo para su patrimonio y la cooperativa gestionaba el hotel. Los privados nunca pagaron ni una cuota del crédito que el Estado le dio para construir el hotel, en 1978. El perjuicio lo provoca el veto, ya que impide al Estado recuperar un activo basado en esas deudas”declararon, los trabajadores, repudiando el fallo. Desde Izquierda Socialista rechazamos cualquier intento de desalojo y continuamos pidiendo por la expropiación definitiva del hotel en beneficio de la autogestión obrera de sus trabajadores.

Frente a los negociados de Macri y Larreta, que durante años beneficiaron al Grupo Roggio y ahora quieren seguir con la privatización, el FIT plantea, junto a un grupo importante de delegados y activistas del subte, que la única salida es la reestatización del servicio, gestionado por sus propios trabajadores y usuarios.

Escribe Laura Marrone, Legisladora porteña Izquierda Socialista/FIT y candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires

El 3 de julio los legisladores del FIT presentamos por segunda vez el proyecto de reestatización de los Subterráneos de Buenos Aires. La Legislatura de la Ciudad votó una ley en 2018 que prorrogó la concesión a Metrovías, la empresa de Benito Roggio, en tanto se convocó a una licitación internacional para continuar su privatización por doce años. 

Myriam Bregman recordó que había denunciado las tarifas por excesivas, y Gabriel Solano que la empresa Metrovías está denunciada por coimas. Edgardo Reynoso, delegado del Ferrocarril Sarmiento, explicó la importancia de concebir esta iniciativa como parte de un plan de gobierno de los trabajadores que conciba el servicio de transporte para integrar el territorio nacional y defender su soberanía. Afirmó la necesidad de diseñar un transporte que articule subterráneos, colectivos y ferrocarriles en el área metropolitana que abarca la Ciudad y el Gran Buenos Aires.

Desde el bloque de Izquierda Socialista, explicamos que el proyecto, elaborado junto a nuestra candidata a legisladora Mercedes Mendieta, era parte del programa del FIT para reestatizar todos los servicios públicos, acabar con la estafa de las privatizaciones y los tarifazos. Resaltamos que no se trataba de una vuelta al pasado sino de una refundación de las empresas de servicios públicos pues proponíamos hacerla bajo gestión de los trabajadores y usuarios, con mayoría de los primeros, en una nueva empresa, a partir de la disolución de la actual SBASE que no había ejercido control sobre los privados. Destacamos, en particular, la incorporación de las asociaciones que defienden la accesibilidad de las personas con dificultades motoras ya que el servicio actualmente no garantiza su derecho por falta de ascensores y escaleras mecánicas. 

Propusimos la creación de un fondo de financiamiento en base a impuestos a las grandes empresas radicadas en la Ciudad para la construcción de las líneas F, I y J, proyectadas desde hace décadas, y la extensión de las existentes. Buenos Aires fue vanguardia en Latinoamérica con el primer subte en 1913, pero ahora es una de las más rezagadas. Solo tenemos 62 kilómetros, en tanto que Santiago de Chile, México o San Pablo duplican o triplican esa cantidad. En los años 80 el subte, era superavitario y tenía un horario extendido hasta la 0.30 hora que Metrovías luego redujo. 

Cabe recordar que subterráneos fue privatizada en 1994 y siguió así durante los doce años de gobierno de los Kirchner. Si bien en 2017 el bloque legislativo del Frente para la Victoria propuso su estatización, en paralelo con nuestro primer proyecto, el mismo perdió estado parlamentario y no lo ha vuelto a presentar.

El FIT ha sido el único bloque que ha sostenido siempre la necesidad de la reestatización del subte bajo gestión de trabajadores y usuarios. Para fortalecer esta perspectiva pedimos el voto para el Frente de Izquierda-Unidad en estas elecciones.

Los trabajadores denunciaron contaminación por asbesto

Estuvieron presentes trabajadores del subterráneo, entre ellos el delegado Dellecarbonara, de la línea B, que denunciaron la contaminación con asbesto que afecta tanto a trabajadores como a usuarios. El asbesto fue detectado en los coches comprados por el gobierno de Macri en Madrid. El asbesto, cuando se fibrila, se esparce en pequeñas fibras invisibles que penetran en los pulmones. Los coches en cuestión estaban prohibidos desde 2001 y sin embargo el Gobierno de la Ciudad los compró. Los trabajadores reclaman su retiro, que la empresa se haga cargo de los problemas de salud ocasionados y que se condene penalmente a los funcionarios que compraron material prohibido.

Una vez más se demuestra la importancia que tiene el control de los trabajadores para pensar los servicios como derechos y no como negocios.