Jul 17, 2024 Last Updated 4:52 PM, Jul 17, 2024

Izquierda Socialista

Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista

El historiador Martín Mangiantini acaba de editar Itinerarios militantes. Del Partido Revolucionario de los Trabajadores al Partido Socialista de los Trabajadores (1965-1976). La obra repasa la trayectoria de la corriente trotskista impulsada por Nahuel Moreno en nuestro país durante aquellos años.

Escribe Francisco Moreira

El trabajo de Mangiantini es el séptimo libro publicado por la Colección Archivos. Estudios de historia del movimiento obrero y la izquierda, un invalorable esfuerzo de un grupo de investigadores por aportar un mayor conocimiento sobre los vínculos entre el movimiento obrero y la izquierda a lo largo de la historia.(1) La obra de Mangiantini es un gran aporte para ir saldando la deuda que existe en el ámbito historiográfico respecto de la producción de estudios sobre el trotskismo en nuestro país.(2) Su concienzuda labor incluyó una exhaustiva revisión bibliográfica relativa a la izquierda, una minuciosa indagación de documentación interna, el análisis de periódicos partidarios, libros y folletos, y la realización de entrevistas a militantes de la época.


El libro aborda la trayectoria de la corriente morenista y los partidos que impulsó durante el período comprendido entre 1965 y 1976. El recorte temporal toma como inicio la fundación del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en 1965, aborda el surgimiento del PRT-La Verdad en 1968 y, posteriormente, el nacimiento del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) en 1971. El análisis se detiene con el golpe de Estado de 1976.
El libro se ordena en cinco capítulos. El primero de ellos indaga los posicionamientos públicos que la corriente morenista sostuvo ante los más trascendentales acontecimientos económicos, sociales y políticos del período. El segundo capítulo representa un interesante esfuerzo del autor por sintetizar los “rasgos identitarios” de la corriente morenista. El tercero aborda las formas específicas que adoptó la construcción partidaria en un período caracterizado por la alternancia de dictadura y apertura democrática, y las consecuentes medidas de clandestinidad y apertura relativa tomadas. Los últimos dos apartados destacan la inserción partidaria en el movimiento obrero y la apertura a otros sectores como la juventud y el movimiento de mujeres y de la diversidad sexual.

La “identidad” morenista
La corriente morenista se forjó por aquellos años al calor de los debates que generó en la izquierda el triunfo de la revolución cubana de 1959. Asimismo, los partidos que impulsó se formaron en la intervención bajo el gobierno radical de Arturo Illia, el golpe de Estado de Onganía en 1966, el retorno de la legalidad electoral y el regreso de Juan Perón en 1973 como intento de cierre del proceso abierto por el Cordobazo y culmina con el golpe de Estado de 1976. De acuerdo con Mangiantini, todos estos acontecimientos definieron “rasgos identitarios” de la corriente morenista.
Uno de los aspectos destacados es la inserción en el movimiento obrero como consecuencia de que “esta corriente definió al proletariado industrial como el sujeto social revolucionario por excelencia”.3 Fue esa orientación la que permitió en 1965 la unificación con el Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP) de los hermanos Santucho, a partir de la experiencia común entre los trabajadores azucareros tucumanos de la Fotia. La inserción en el movimiento obrero continuó y se extendió en los años subsiguientes con la participación en la huelga portuaria de 1966, la construcción de una tendencia en el gremio automotor y la intervención entre los docentes, bancarios y los metalúrgicos, entre otros, así como durante la resistencia de Villa Constitución en 1975. La concepción antiburocrática política y sindical fue constitutiva del morenismo en el movimiento obrero. 
Otra posición destacada es el “insurreccionalismo de masas” como estrategia revolucionaria, en oposición a las concepciones foquistas y guerrilleristas propias de los ´60 y los ´70 bajo la influencia del castrismo. El planteo morenista era no equiparar la lucha armada con la estrategia guerrillera, es decir, al concepto permanente y único de un núcleo armado que realiza acciones aisladas y ejemplificadoras. El desarrollo de la movilización obrera y popular no debía descartar ninguna táctica, incluido el método de la guerrilla o la lucha armada contra grupos reaccionarios o en defensa de huelgas y ocupaciones de fábrica. Este debate terminó con la experiencia del PRT y dio nacimiento al PRT-La Verdad en 1968. 
La concepción “internacionalista”, continuando las enseñanzas de León Trotsky de construir un partido mundial, guió la intervención en el Secretariado Unificado (SU) de la IV Internacional, surgido en 1963 a partir del apoyo a la revolución cubana. En un medio abrumadoramente nacionalista, la corriente morenista se destacó por sus campañas internacionales tales como el repudio a la invasión yanqui a Santo Domingo en 1965, el rechazo a la guerra de Vietnam, el intercambio de experiencias militantes y de cuadros políticos con partidos de países sudamericanos y el apoyo a los exiliados tras los golpes de Estado de los ´70. Desde 1970 el PRT-LV editó la Revista de América. Los periódicos partidarios comenzaron a tener secciones internacionales permanentes. 
La búsqueda constante de romper con el “aislamiento” de los revolucionarios llevó a la implementación de diversas tácticas con la permanente preocupación de avanzar en los vínculos con los trabajadores mayoritariamente peronistas mediante la confluencia en agrupaciones sindicales o la interpelación pública. Otra táctica fue el aprovechamiento de las instancias electorales frente a la primacía del abstencionismo en el resto de la izquierda. Ejemplo de esto fue la participación en el proceso electoral legislativo del año 1965 en Tucumán. La definición de aprovechar la instancia electoral llevó también a los primeros contactos con el sector del Partido Socialista Argentino (PSA) encabezado por Juan Carlos Coral. En 1972 se produjo la fusión que dio nacimiento al PST.(4)

La actualidad del morenismo
En el siglo XXI las masas populares, con participación destacada del movimiento obrero, el movimiento de mujeres y los jóvenes, continuaron protagonizando heroicas luchas y nuevas revoluciones que sacuden al mundo. En ellas se ha puesto de manifiesto la necesidad de construir direcciones políticas revolucionarias capaces de llevar las luchas hacia una salida de fondo. Mangiantini en su libro señala definiciones “identitarias” que aún hoy tienen plena vigencia para la corriente morenista de la que Izquierda Socialista se considera parte y continuadora: la tarea fundamental sigue siendo construir partidos revolucionarios, internacionalistas, que peleen por insertarse en el movimiento obrero y de masas con la más amplia unidad para alentar la movilización independiente y revolucionaria hasta lograr un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

 

1 Martín Mangiantini. Itinerarios militantes. Del Partido Revolucionario de los Trabajadores al Partido Socialista de los Trabajadores (1965-1976). Ediciones Imago Mundi, Buenos Aires, 2018.
2 Ver también Ricardo de Titto. Historia del PST. Partido Socialista de los Trabajadores. Tomos I y II. Ediciones CEHUS. 
3 Idem. Página 53.
4 Idem. Página 74.

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El dictador sirio Bashar Al Assad, juntamente con sus aliados rusos se prepara para el ataque final sobre Idlib, el último bastión rebelde de la revolución siria que comenzó en 2011 y que fue masacrada en los años posteriores. Reproducimos a continuación una declaración del Partido de la Democracia Obrera (IDP), sección turca de la UIT-CI, del 12 de septiembre de 2018

Después de capturar las regiones rurales de Damasco y Daraa en el sur, la dictadura de Bashar Al Assad y sus aliados van ahora detrás de Idlib. Mientras Rusia y el régimen han comenzado con los ataques aéreos a la región de una población cercana a los tres millones de habitantes, con refugiados de áreas bajo el control de la oposición, operaciones más extensas están aún en preparación. El ejército turco mantiene su presencia en Idlib, la zona designada como “de escalada” del llamado proceso de Astaná, a través de doce puestos de observación.

Astaná es la capital de Kazajstán, lugar donde, tiempo atrás, el régimen de Assad, sus aliados y Turquía acordaron cómo poner fin al último foco de resistencia.
La operación de Idlib es el último anillo de la Operación Barrido, llevada a cabo por Assad y sus aliados. Al final de 2015, el régimen de Assad lanzó los contraataques apoyado por la fuerza aérea rusa, Hezbollah e Irán, que proveyeron milicias y comenzaron a capturar una a una las regiones controladas por la oposición. Las fuerzas del régimen capturaron primero Aleppo, luego Damasco rural, y posteriormente se dirigieron a la región de Daraa, donde una insurrección había comenzado en 2011. Grupos armados y civiles que vivían en estas regiones capturadas habían sido relocalizados en Idlib como resultado de los acuerdos hechos con las fuerzas del régimen. Si dejamos de lado la región bajo el control de milicias kurdas, Idlib había permanecido como la única región por fuera del control del régimen. Su población se duplicó, llegando a tres millones. Este antecedente revela el plan simple y costoso de Assad y sus aliados: primero, concentrar los restos de la oposición en Idlib recuperando el control del resto del país, y luego llevar adelante el último ataque sobre esta región, para comenzar el “período de transición” con brazo fuerte para garantizar el futuro del régimen.
Si las fuerzas de Assad recuperan la provincia de Idlib completamente, a través de operaciones aéreas y terrestres, se transformará en el acto más sangriento de la guerra en Siria en la que cientos de miles de personas han perdido sus vidas. Una operación militar llevada a cabo en esta región con la densidad poblacional que tiene conducirá a nuevas masacres, así como al desplazamiento de cientos de miles de personas, conduciendo a una nueva oleada de éxodo. Actualmente, casi dos millones de residentes en Idlib sobreviven gracias a la ayuda humanitaria que viene de Turquía. Un nuevo ataque empeoraría aún más esta situación precaria.


La colaboración imperialista
Los Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía se declararon opuestos a una operación contra Idlib por “motivos humanitarios”. Sin embargo permanecen como colaboradores implícitos del régimen de Assad al dar su aprobación a las operaciones militares y victorias previas. La prioridad de los Estados Unidos, que nunca estuvo realmente en contra del régimen de Assad más allá de lo discursivo, es sostener el control de la parte oriental del país a través de sus aliados kurdos y así  asegurar el reconocimiento de la población de la región. Los Estados Unidos no tienen diferencias con Assad o Rusia sobre las presentes circunstancias o el futuro de Siria.
Los países de la Unión Europea, cuya preocupación primaria es evitar un nuevo flujo de refugiados, le confían esa prevención a Erdogan. Tienen la esperanza de que Turquía haga justicia a su rol de “tapón” en caso de una oleada de refugiados. En las secuelas del fracaso de sus políticas racistas y sectarias, el régimen de Erdogan ha usado el proceso de Astaná para girar su posición política hacia una basada en el reconocimiento de la existencia del régimen de Assad. Y negociar con Rusia e Irán para preservar su influencia en Siria. En las negociaciones con Rusia, Turquía consintió en capturar a las regiones controladas por la oposición a Assad a cambio de recibir permiso para llevar adelante la Operación Afrin y la Operación Escudo del Eufrates en las zonas kurdas de Siria. Mientras Erdogan ahora parece oponerse a operaciones contra Idlib, cuando hace rato se vislumbran en el horizonte, podría al final consentir la operación contra esta provincia si nuevas negociaciones con Rusia e Irán involucran compromisos que beneficien a Turquía contra las organizaciones kurdas sirias. La prioridad actual del gobierno turco es mantener la nueva ola inmigratoria en la frontera siria y cumplir su rol de gendarme de la Unión Europea como mejor y efectivamente pueda.

La población de Idlib es reprimida por todos lados
La población de Idlib no solo está sometida a los ataques de Assad y sus aliados. Está también tratando de sobrevivir enfrentando la represión de los grupos radicales islamistas quienes tienen dominio militar en la región. La más grande fuerza militar en Idlib es Tahrir-al-Sham, que está compuesta por el Frente al-Nusra y con conexiones con Al Qaeda. Además de Tahrir’al-Sham, están el Frente de Liberación Sirio, la coalición de varios grupos salafistas que controlan ciertas zonas de Idlib. Estos grupos islamistas implementan prácticas represivas contra la población local y, al mismo tiempo, hacen un esfuerzo sistemático por destruir los comités locales y reprimir a activistas civiles.
Assad y sus aliados muestran la existencia de grupos islamistas armados, que llaman “terroristas”, como justificación para una operación militar en la región. En realidad, Assad considera a cualquier sector de la población siria que está en su contra como “terrorista”. Y así justifica su aniquilación. Es por estos ataques criminales contra todos los opositores que hay cientos de miles de vidas perdidas, la mitad de la población del país fue desplazada y  más de 5 millones de sirios han tenido que abandonar el país. Estos hechos revelan lo que realmente significa “limpiar la región de terrorismo”. Al mismo tiempo, la población de Idlib ha desarrollado ya varias protestas y movilizaciones contra las medidas represivas de los grupos islamistas radicales. Ahora están tratando de hacer oír sus voces mundialmente vía protestas y acciones contra las operaciones militares de Al Assad en su región.
Como socialistas revolucionarios, rechazamos firmemente las operaciones militares del régimen de Al Assad y sus aliados contra Idlib. Tales operaciones militares en Idlib solo traerán una nueva oleada de masacres, desplazamientos e inmigración. Al mismo tiempo, condenamos y rechazamos la política colaboracionista y tramposa de Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía hacia y en Siria. Consideramos a los grupos jihadistas que actúan como “quinta columna” del régimen, demostrando que son fuerzas reaccionarias y enemigos del pueblo sirio. Bajo estas condiciones, todo poder foráneo -tanto sostenes directos de Al Assad como Rusia, Irán y Hezbollah, o indirectos, como Turquía o Estados Unidos- debería irse de la región, y la población siria tender el derecho a autodeterminarse, libre de los ataques del régimen y de la represión de los islamistas. Los socialistas revolucionarios continuaremos peleando por estos objetivos y mantendremos nuestra solidaridad con el pueblo sirio.

 

 

Miles marcharon en todo el mundo el fin de semana del 8 y 9 de septiembre para exigir a los gobiernos acciones concretas contra el calentamiento global. El sábado hubo movilizaciones en más de un centenar de ciudades, y el domingo tuvo lugar una gran marcha en San Francisco bajo el lema “Levántate por el clima, los empleos y la justicia”, de la que participaron manifestantes de todo el mundo. En esta ciudad se desarrolló durante la semana pasada la Cumbre de Acción contra el Cambio Climático, tres años después de que 200 países firmarán en París el primer acuerdo internacional para reducir la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero, entre ellos se encontraban China y Estados Unidos, los dos mayores contaminantes del mundo. Cumpliendo su promesa de campaña a las grandes multinacionales yanquis, Trump abandonó el acuerdo en 2017.


Según los expertos, la concentración media de los gases culpables del calentamiento global alcanzó 405 partes por millón en 2017, muy por encima de las 350 consideradas seguras, y la cifra más elevada en muestras de hielo de 800.000 años de antigüedad. Las consecuencias seguirán siendo dramáticas para el planeta y sus comunidades: mayores temperaturas medias, deshielo de los polos y aumento del nivel del mar. Todos los indicadores son alarmantes. 
Mariana Morena

Aumento salarial de emergencia y reapertura de paritarias
Los aumentos de precios están pulverizando sueldos y jubilaciones. Llevamos un 100% de devaluación en 2018 y una inflación anual que superará el 45%. Hay que recuperar el poder adquisitivo que se perdió, otorgando un aumento generalizado de todos los sueldos y jubilaciones para que nadie gane menos que la canasta familiar. Y al mismo tiempo, hay que reabrir automáticamente todas las paritarias, que en la mayoría de los casos se cerraron con aumentos de 15% en cuotas, hoy totalmente desfasados.

Control de precios de los productos de la canasta familiar
Los alimentos y bebidas, artículos de limpieza y de tocador, aumentaron más aún que la media de la inflación. El gobierno anunció el “relanzamiento” del programa Precios Cuidados, con más de quinientos productos a “precios populares”. Pero no se los ve por ninguna parte, son los grandes ausentes. Se trata de cortar de raíz con la carestía: hay que fijar precios máximos estrictos para todos los productos de la canasta familiar, exigiendo a las grandes cadenas de híper y supermercados su presencia en las góndolas aplicando duras sanciones a todo aquel que “los haga desaparecer” o acapare, con multas, clausuras y hasta eventuales expropiaciones de las grandes cadenas comerciales que violen esta disposición.

Prohibición de despidos Y suspensiones
Mes a mes se pierden decenas de miles de puestos de trabajo en blanco. Hay que prohibir todos los despidos y suspensiones mientras dure la crisis. Y que toda empresa que cierre, despida o suspenda sea expropiada y puesta a funcionar bajo la administración de sus propios trabajadores.

No a los tarifazos 
La luz, el gas, el agua y el transporte público han subido sideralmente durante todos los años del gobierno de Macri y siguen haciéndolo. Cada día más gente no puede pagarlos. Hay que suspender y retrotraer inmediatamente todos los tarifazos. Pero no se trata de, entonces, canjeárselos a las empresas por mayores subsidios. La única salida pasa por la reestatización de todas las empresas de servicios públicos privatizadas y que su gestión pase a ser realizada por sus propios trabajadores y las asociaciones de usuarios.

NO al pagO DE la deuda externa
Los pagos de intereses de deuda ya se transformaron en la mayor partida del presupuesto de este año, superando incluso al total de sueldos que paga la administración pública. Y sigue en ascenso. El plan de ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores está al servicio de seguir pagando esta bola de nieve imparable. No hay salida si no suspendemos inmediatamente todos los pagos de deuda externa y ponemos todos esos recursos al servicio de las más urgentes necesidades populares de trabajo, salario, educación, salud y vivienda.

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"Sin Cambiemos en el gobierno esta tormenta hubiese terminado como el 2001”. Lo acaba de decir Macri. Quiere dar señales de que es un buen “piloto de tormentas” y que no habrá más crisis. “Espero que sea la última”, dijo semanas atrás en el famoso video grabado. Pero se pisa solo, porque a renglón seguido señaló que todo se va a solucionar si se vota el Presupuesto 2019 y si se aprueba el nuevo acuerdo que está gestionando con el Fondo Monetario. O sea, un “salvavidas de plomo” que traerá un ajuste perpetuo y más confrontaciones sociales.

Macri aprovechó para decir también que “esto va a dar estabilidad para empezar de vuelta un camino de crecimiento”. Es el mismo discurso que se escucha desde que asumió, cuando en medio de los globos amarillos justificó el ajuste diciendo que así iban a venir los capitales salvadores. Pero estamos en recesión, caída de la actividad económica y del consumo, con un dólar a 40 pesos. Y una inflación que no tiene techo y todos dicen superará el 42%. No “hay calma” cuando la devaluación está haciendo estragos en el salario y el nivel de vida del conjunto del pueblo trabajador. Lo que hay es más ajuste y entrega vía el pacto con el FMI. En el Boletín Oficial salió que el gobierno destinó más partidas para la Policía y la Gendarmería (represión), en perjuicio de la Educación y Ciencia y Tecnología. Una aberración completa que muestra al Macri explícito. Por eso crece la pobreza y la desigualdad social. Nuevos capítulos de la crisis económica y política se avecinan.

Macri apuesta a que su debilidad se traduzca en “fortaleza” fruto del acuerdo que está pactando con el “peronismo racional” para aprobar el presupuesto del ajuste, que incluye a la propia Alicia Kirchner (ver página 5). Es la señal de la que también hablaba Pichetto. Por eso la preocupación en común entre oficialismo y oposición patronal pasa por la famosa foto que se sacaron para enviarle al FMI donde todos se comprometen a ajustar aún más para salvar a las multinacionales y a los bancos. Pero las fotos no dan fortaleza. Recordemos cuando el año pasado tras su triunfo en las legislativas y el pacto con el PJ y la CGT, el gobierno hizo votar la ley que le robó 100 mil millones a los jubilados. Esto provocó una rebelión popular con decenas de miles en las calles. Se le volvió en contra. Desde allí hubo un antes y un después que nunca paró. El posterior pacto con el FMI redobló el ajuste y el endeudamiento.

El gran cambio es el salto en la conciencia de aquellos sectores populares que habían votado a Macri y ahora dicen masivamente que se está ante un “gobierno para los ricos”. Esta ruptura y las luchas crecientes, ahora con epicentro en docentes, estatales y el movimiento estudiantil, es lo que ha obligado a que la CGT llame a otro paro para el 25 de septiembre.

Este nuevo capítulo de más crisis política y económica no se va a frenar más allá de las frases de Macri. El objetivo del gobierno es avanzar con el ajuste y ver si puede llegar a las elecciones, precisamente lo que se ha puesto en dudas. No lo dice sólo la izquierda, sino también analistas patronales. El acuerdo con los gobernadores es para garantizar “institucionalmente” la gobernabilidad de Macri y preparar al peronismo como recambio para el 2019. El gobierno ahuyenta cualquier imagen que lo asocie al 2001. Pero comparar la actual crisis económica con la que ocurrió 17 años atrás es puro palabrerío. Porque el gran temor, tanto del gobierno como de todos los políticos de la oposición patronal, es que millones transformen el actual hartazgo en un repudio generalizado en las calles, que ponga en jaque el mayor ajuste y a sus responsables, los empresarios, banqueros, el FMI y al propio gobierno de Macri que lo está aplicando.

Nuestro partido viene sosteniendo que para que la crisis no la pague el pueblo trabajador hay que luchar por una salida de fondo. Macri y los gobiernos anteriores, más allá de su signo (sean de centro derecha o “nacionales y populares”) nos vienen hundiendo. Solo un gobierno de los trabajadores y la izquierda podrá terminar con esto y poner la economía al servicio de combatir los graves males sociales. Por eso estamos construyendo una alternativa política distinta que nada tiene que ver con Cambiemos ni con el peronismo en cualquiera de sus variantes, sino obrera y socialista, como lo es el Frente de Izquierda.

Ante esta situación y en los días que restan para el paro, llamamos a la más amplia unidad para impulsarlo, fomentarlo y garantizarlo. El paro tiene que ser otro duro revés que el movimiento obrero y popular le da al ajuste del gobierno y sus cómplices. Por eso convocamos a marchar el 24 junto a las CTA, exigiendo que la CGT se sume a esa movilización y llame a que el paro del 25 comience el día anterior. De esa forma estaríamos logrando un parazo de 36 horas con movilización, llenando Plaza de Mayo, para que unificadamente podamos dar los primeros pasos de un plan de lucha nacional para derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores.

Desde el sindicalismo combativo y la izquierda también planteamos que el paro debe ser para imponer un aumento salarial de emergencia, la suba del 100% de las jubilaciones y la inmediata reapertura de las paritarias, como se reclamará en los plenarios del 15 en la Ciudad de Buenos Aires y el próximo 22 en Córdoba (ver páginas centrales). Y fundamentalmente para que Argentina deje de pagar la deuda externa como primer medida de un plan alternativo al servicio del pueblo trabajador. Llamamos a los trabajadores, a los luchadores, a las mujeres y a los estudiantes a postular estas propuestas.

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