Jul 01, 2024 Last Updated 11:24 PM, Jun 29, 2024

Izquierda Socialista

Escribe José Castillo

Venimos diciendo que el super-ajuste de Milei, un auténtico plan de guerra contra el pueblo trabajador, no pasa sin represión. Por eso hay una íntima unión entre el plan “motosierra” y el protocolo anti-piquete, anti-manifestación y anti-derechos de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

Ya desde el primer día del gobierno del ultraderechista Milei, Bullrich se postuló como la que iba a “liberar las calles”, sosteniendo que, a contramano de como sucede en todo el mundo, las protestas de ahora en más sólo podrían realizarse “en la vereda”. Le sumaba a esto toda una serie de amenazas (al que marcha, si tiene algún beneficio social, se le quitaría; los colectivos que se usen para trasladar manifestantes serían confiscados; etcétera).

Bullrich debutó con su protocolo el 20 de diciembre, en la marcha aniversario del Argentinazo. Saturó de policías y gendarmes el centro porteño, las estaciones de trenes y los accesos a la Ciudad de Buenos Aires. Pero no pudo impedir la marcha y el acto en Plaza de Mayo. Más aún, esa misma noche miles de vecinos en los barrios salieron a cacerolear, cortaron las principales esquinas de los barrios y muchos de ellos marcharon al Congreso.

La ministra de Seguridad volvió con su protocolo en el acto de la CGT en Tribunales, el 27 de diciembre. Ese día, montó una provocación con represión y detenidos durante la desconcentración sobre la avenida Corrientes. Luego en enero, aunque lo intentó, no pudo hacer funcionar el protocolo debido a los cientos de miles movilizados en el acto de la CGT en Congreso, el día del paro general.

Pero Patricia Bullrich, volvió con todo su protocolo y acciones represivas durante los días en que se debatió la Ley Ómnibus. Movilizó miles de policías federales, incluyendo cuerpos de guardia de infantería, centenares de gendarmes y hasta escuadrones de Prefectura Naval Argentina. Todos provocando a los manifestantes, reprimiendo lanzando gases pimienta prohibidos por organismos internacionales, balas de goma (lanzadas incluso hacia la cara de los que se manifestaban), gases lacrimógenos. Escuadrones de motos se lanzaban sobre jubilados, vecinos y todo el que osara “pisar la calle”. Cuando esto no sucedía, agredían incluso a los que se manifestaban sobre las veredas o la plaza. También se dieron “cacerías” de manifestantes, que eran arrastrados y detenidos ilegalmente (un caso que tuvo repercusión mediática fue el de militantes radicales detenidas por sentarse en el piso a cantar el himno). Decenas de periodistas denunciaron agresiones, varios de ellos inconfundibles por sus cámaras y micrófonos de los principales medios. El operativo represivo fue tan violento que incluso llegó a agredir a las diputadas y diputados que salieron varias veces a la calle a tratar de evitar que continuara.


Pablo Almeida, delegado del Ministerio de Economía-ATE, Sara Gómez, estudiante de la UNLZ, integra la asamblea barrial de Monte Grande, Esteban Echeverría y Mariana Scayola, secretaria general de Ademys - docentes Caba, integrantes de Izquierda Socialista/FIT Unidad

 


Las “facultades especiales” para reprimir en la ley Ómnibus y los cambios en el Código Penal

Dentro de lo que se aprobó en general de la Ley Ómnibus permanece la delegación de facultades en materia de seguridad. Hay un artículo donde dice expresamente que una reunión de más de 30 personas deberá pedir autorización para realizarse (que podrá ser denegada) y, además, endurece las penas por “desobediencia a la autoridad”, lo que hace que alguien detenido en una movilización puede ser condenado a penas de cárcel con tiempos superiores incluso a los culpable de abuso sexual.

Patricia Bullrich y su currículum represivo

La ministra de Seguridad aplaudió el operativo represivo de estos días, dijo que “de ninguna manera fue desmesurado”, que lo va a continuar todo lo que sea necesario. Más aún, dobló la apuesta, afirmando que”el miedo a un muerto no puede paralizar la acción policial”, dando un guiño y vía libre en esa dirección. No nos extraña: se trata de la misma ministra que, años atrás, ordenó el operativo que terminó con el asesinato de Santiago Maldonado, y luego con el de Rafael Nahuel, ambos a manos de la Gendarmería Nacional.

Denunciamos a Patricia Bullrich y su protocolo represivo, totalmente anti-constitucional. Vamos a seguir movilizándonos, haciendo responsable a la ministra de las consecuencias de los operativos que está llevando adelante. Porque el objetivo de Milei es hacer pasar el ajuste y someter al pueblo trabajador, a palazos si es necesario. No lo vamos a permitir y no lo lograrán.

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Además de la violencia que significa ser rociado con gas pimienta, y sufrir ardor e irritación en la piel, los ojos y dificultades para respirar, cada tubo de ese gas que utilizan las fuerzas represivas de Milei-Bullrich contra quienes se manifestaron frente al Congreso en rechazo a la Ley Ómnibus cuesta más de 200.000 pesos, el valor de dos jubilaciones mínimas.

Los diputados de Izquierda Socialista/FIT Unidad, Juan Carlos Giordano, Pablo Almeida y Mercedes Trimarchi, participaron de la radio abierta frente a la casa de la Provincia de Mendoza en Buenos Aires junto a decenas de referentes políticos, sociales y sindicales para exigir la inmediata liberación del compañero Martín Rodriguez del Partido Obrero en el Frente de Izquierda mendocino quien se encuentra detenido luego de la movilización del miércoles 31 de enero en rechazo a la Ley Ómnibus.

Para detenerlo la justicia utilizó la figura de “reiterancia” presente en el Código Procesal Penal provincial, figura que habilita a los jueces a solicitar prisión preventiva a discreción en caso de considerar que una conducta presuntamente delictiva pueda reiterarse. Se trata de un instrumento que viola los derechos y garantías constitucionales, tales como la presunción de inocencia y el debido proceso y que la justicia utiliza discrecionalmente para perseguir a luchadores sociales.

Exigimos la inmediata libertad y desprocesamiento de Martín Rodriguez del Partido Obrero mendocino y decimos: ¡basta de criminalizar la protesta social y perseguir a quienes salen a luchar!

Escribe Guillermo Sánchez Porta

Los luchadores somos conscientes que uno de los principales problemas que tenemos para poder derrotar el plan motosierra de Milei es que la CGT y las CTA nos frenan y dividen. En vez de unir a toda la clase trabajadora y sectores populares en un plan de lucha nacional, imponen que las luchas sean más aisladas y atomizadas. Desde Izquierda Socialista combatimos ese aislamiento e impulsamos consecuentemente la más amplia unidad y coordinación de los que luchan contra Milei y su ajuste.

La burocracia sindical y el peronismo no tienen una política para derrotar el ajuste, tratan de pactar con el gobierno para conservar sus propios privilegios y han mantenido una serie de funcionarios en importantes cargos. Por eso desde Izquierda Socialista, a través de nuestros dirigentes sindicales como los ferroviarios del Sarmiento, sociales, estudiantiles y políticos, además de llamar a exigir a la CGT el plan de lucha, combatimos ese aislamiento impulsando la mayor unidad y coordinación de todos los sectores que estamos enfrentando el ajuste de Milei y el FMI. El acto en Plaza de Mayo el 20 de diciembre, las columnas independientes del 27 de diciembre y el 24 de enero y las movilizaciones en Congreso mientras se trataba la Ley Ómnibus, con acciones también en las principales ciudades del país, son muestras de la importancia de coordinar y unificar a todos. Lamentablemente no todos entienden esto de actuar de forma unitaria. El PO y su aliado el MST están militando en contra de la unidad, con una política sectaria, divisionista y auto proclamatoria.

Esto ha sido así desde la asunción de Milei. Para el 20 de diciembre el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) llamó a una reunión en AGD donde asistieron decenas de organizaciones, sectores que ya están coordinando entre sí como Unidxs por la Cultura, Encuentro Memoria Verdad y Justicia, Basta de Falsas Soluciones (socioambientalistas), del movimiento piquetero combativo, el Frente de Izquierda y partidos de izquierda y organizaciones sociales, feministas, estudiantiles y sindicales. Todos acordamos movilizar a Plaza de Mayo y se aprobó un documento común.

Días después el PO y el Frente de lucha Piquetero (FLP) desconocieron los acuerdos, plantearon que ellos habían convocado antes (en Parque Lezama), que esa era “una jornada piquetera y que el resto tenían que apoyarlos” desde atrás. Todas las organizaciones rechazamos ese absurdo y finalmente el PO-FLP dividieron, entrando a Plaza de Mayo solos con una columna muy débil por Diagonal Sur, mientras todas las demás marchamos unitariamente por Diagonal Norte.

A la semana la CGT convocó al acto en Tribunales. Nuevamente todos definimos hacer una columna independiente con cabecera de todas las organizaciones, con los sindicatos ferroviarios, docentes de Ademys, AGD y salud y organismos de derechos humanos adelante, reclamando el paro nacional. El PO-FLP, al que se sumó el MST, desconocieron el acuerdo, dividieron y a horas tempranas se ubicaron a una cuadra delante de la columna independiente.

Cuando la CGT terminó convocando al paro, el PO-FLP propuso al PSC hacer un gran encuentro de ocupados y desocupados el 20 de enero. Pero los dirigentes ferroviarios, docentes y estatales de izquierda Socialista y toda la mesa del PSC coincidimos que lo mejor era volver a reunir al espacio de Coordinación unitaria el 17 de enero en Ademys para organizar la movilización con la CGT, dejando para febrero/marzo un encuentro nacional. Lamentablemente pocas horas después, el PO y el FLP, sumando al Sutna que dirige Alejandro Crespo de PO, convocaron a su propio encuentro, dividiendo al PSC y boicoteando la reunión de Coordinación en Ademys.

Como lo que prima en los luchadores es la lógica de la unidad, no de la división, igual se hizo la Coordinación en Ademys con todas las organizaciones (hasta PO-FLP-Sutna tuvieron que ir), se empezaron a sumar las asambleas vecinales del AMBA y se resolvió mantener la unidad y armar una nueva columna independiente en el acto de la CGT en plaza Congreso bajo una bandera de “Plan de lucha hasta derrotar el plan de Milei y el FMI”. Igualmente el PO-FLP, el MST y NMAS se reunieron en Sutna y, aunque nuestro partido a través de Pablo Almeida asistió e intervino para llamar a la unidad, el PO, MST y NMAS desconocieron la Coordinación en Ademys y la convocatoria común, hicieron su propia convocatoria divisionista y una conferencia de prensa solos, volviendo al “relato” que todo este proceso de lucha nació y es convocado por el PO-FLP. ¡Más autoproclamación y divisionismo, imposible!

Posteriormente en la Coordinación en Ademys se había resuelto reunirse antes que se iniciara el debate de la Ley Ómnibus para organizar acciones frente al Congreso. Pero el PO-FLP y MST se volvieron a juntar solos en Sutna y llamaron a otra conferencia de prensa. Varias organizaciones citamos a la reunión de Coordinación en Ademys, cumpliendo lo acordado. ¡El MST y PO se dedicaron a boicotearla públicamente! La reunión se hizo, fueron decenas de organizaciones y, por propuesta de Izquierda Socialista y otras organizaciones resolvimos volver a citarnos todos juntos en el Incaa, donde finalmente PO-FLP y MST tuvieron que sumarse, a una Coordinación que crece.

Es fundamental que PO-MST dejen de dividir, de inventar relatos y ser auto proclamatorios, confundiendo a los luchadores. Hay que mantener la unidad y ampliar la Coordinación de todos los sectores para seguir las acciones unificadas de lucha, mientras les exigimos a la CGT la continuidad para enfrentar el plan de Milei-FMI.


Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista y Secretaria Ejecutiva Federación Universitaria Argentina

Ya desde que el ultraderechista de  Milei empezó su campaña política, se sabía que uno de los puntos claves de su programa era la privatización de las universidades públicas. Veníamos alertando que el plan de este gobierno era destruir la educación pública y gratuita y avanzar con una educación a manos del “libre mercado” donde solo los ricos puedan acceder.

Con un poco más de un mes en el gobierno Milei ya empezó con su plan de shock contra la educación pública. Por un lado con el congelamiento del presupuesto educativo, con lo que ya alertan las universidades nacionales que solo podrían funcionar hasta abril/mayo. Con una devaluación y una inflación que está descontrolada, eso alcanza solo para escasos meses para el pago a los  salarios docentes y los mínimos funcionamiento de las instituciones.

Y por otro lado metiendo el arancelamiento para extranjeres como parte de la Ley Ómnibus, algo que va contra el acceso irrestricto a la educación que es una conquista en nuestro país.
Además de que establece a la Educación como “servicio esencial”, pero no para mejorar las escuelas y universidades, si no para prohibir el derecho de docentes y estudiantes a reclamar.
Los ataques a la educación no son nuevos, el congelamiento de presupuesto que propone Milei se apoya sobre el desfinanciamiento que ya veníamos sufriendo, con el gobierno de Alberto Fernandez, Cristina y Massa, donde la prioridad era los pagos al FMI.

Esta escalada en el ajuste plantea nuevos desafíos para la defensa de la educación pública. Desde la Juventud de Izquierda Socialista, planteamos que el movimiento estudiantil junto a nuestros docentes y no docentes tiene que entrar en acción e impulsar en todos lados asambleas y coordinar con otras universidades, terciarios y secundarios un plan de lucha.

Venimos de años donde las burocracias estudiantiles en manos de la Franja Morada (UCR) que son conducción de las principales federaciones estudiantiles y centros de estudiantes y las organizaciones kirchneristas y peronistas que también dirigen federaciones y centros desmovilizan a las y los estudiantes. Hoy, sin ir más lejos, las y los diputados de la Franja Morada están siendo parte de la negociación del la Ley Ómnibus con el gobierno de Milei.

Por eso, ante el comienzo de las clases planteamos la exigencia a federaciones y centros de estudiantes a llamar a espacios de organización. Vamos por espacios independientes para pelear por un plan de lucha en defensa de la educación pública, y para que caiga el DNU, la Ley Ómnibus en su conjunto, el protocolo de Bullrich y el ajuste de Milei y el FMI, para continuar la pelea en conjunto con el Plenario Sindicalismo Combativo, Unidxs por la Cultura, BFS y las asambleas barriales.















Artículos de Iván Ponce

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