Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista
El gobierno provincial del MPN encabezado por Gutiérrez, totalmente alineado con Macri, pretendió desde el inicio de las negociaciones salariales con los docentes imponer un salario a la baja del 25%. Más una suma fija de miserables $500 de suma fija para todo el año 2016 más el incentivo docente que aporta el gobierno nacional, totalmente en negro, con el agravante que encima lo pagaría en tres cuotas cobrándose la última el 5 de noviembre. La conducción de Aten, encabezada por Guagliardo -enrolado en el kirchnerismo- intentó en las asambleas convencer a los docentes que fuera aceptada. Fue absolutamente derrotada la conducción. Las asambleas la rechazaron masivamente. Volvimos a decir que queremos el 40% de aumento al básico y el retroactivo a enero.
Escribe: Otto Giachero
En la Departamental del 7 de marzo, la burocracia Celeste se vio obligada a rechazar la oferta salarial del gobierno de Schiaretti. La docencia cordobesa se preparaba para una semana de asambleas, paros y movilizaciones. Por eso el gobierno dictó la conciliación obligatoria. Este fue el salvavidas que le tiró el gobierno a la conducción para intentar quebrar el conflicto.
Los docentes de esta provincia están llevando una lucha ejemplar. Hay que darles el apoyo nacional para que triunfen.
Escribe: Maximiliano Díaz Alomo
Escribe: Miguel Sorans
Muchos se preguntan por qué Obama viaja a Argentina el 24 de marzo cuando se cumplen 40 años del golpe genocida avalado por los EE.UU. A Obama no le interesa que haya manifestaciones o repudios a su visita en Argentina. No le interesa porque es parte de un operativo político hacia Latinoamérica que tiene dos patas: Cuba y Argentina. Las razones por las que viaja a Buenos Aires son obvias. Obama quiere dar apoyo al nuevo gobierno reaccionario y proyanqui de Mauricio Macri. Es un viaje para ratificar que serán aliados para seguir pagando la deuda y para favorecer a las multinacionales y al capital financiero contra el pueblo trabajador.
Escribe: Antonio Farés
El golpe de estado genocida de 1976 tuvo a la cúpula de la Iglesia Católica entre sus más destacados apoyos. No nos referimos a algunos curas y obispos aislados actuando a título personal. Hablamos de la complicidad total y absoluta de la jerarquía de la institución con las desapariciones y torturas, que incluyó también a sacerdotes católicos que se opusieron a la dictadura.