Jul 18, 2024 Last Updated 6:04 PM, Jul 17, 2024

Izquierda Socialista

Hace tres semanas que están en huelga los portuarios de Valparaíso, el principal puerto chileno, con paros de solidaridad en otras regiones. Las demandas son por reconocimiento de derechos y estabilidad laboral. Las empresas, parte del Grupo Von Appen, se han negado a negociar. El gobierno y sectores patronales dicen que las pérdidas superan los 400 millones de dólares. La Unión Portuaria del Biobío anunció que paralizará todos los embarques del Grupo Von Appen hasta que ceda a las justas demandas de los trabajadores.

El gobierno de Evo Morales en 2016 perdió un referéndum para modificar la Constitución y permitir su cuarta reelección. Tuvo 51,4% de votos válidos en contra y 48,6% a favor. Pese a eso, en 2017 forzó una sentencia del Tribunal Constitucional y hace pocos días el Tribunal Electoral autorizó la reelección por cuarta vez de Evo Morales y Álvaro García Linera. Ambos tribunales son casi totalmente dependientes del gobierno del MAS, que fue quien nombró a sus integrantes. Además un año antes de las elecciones nacionales (diciembre 2019) hizo una ley que establece elecciones “primarias” con requisitos totalmente antidemocráticos, ya que impiden en los hechos que se presenten partidos de izquierda o de los trabajadores.

En repudio a esta sentencia violatoria del referéndum de 2016, y a la ley de partidos, el 6 de diciembre se cumplió un paro nacional convocado por los Comités Cívicos y por algunas federaciones de maestros, la Central Obrera Departamental de Chuquisaca y otras organizaciones. La dirección burocrática de la Central Obrera Boliviana, que apoya a Evo Morales, se opuso al paro. Este tuvo un cumplimiento bastante importante, pero irregular, ya que no se hizo efectivo en gran parte de los sectores productivos, aunque sí hubo bloqueos que paralizaron el transporte en las ciudades y manifestaciones de decenas de miles de personas.

Según las encuestas, el 75% de la población se opone a la reelección. Y sólo la falta de alternativas populares frena que esto crezca aún más. El principal oponente electoral a Evo Morales es el ex presidente (2003 a 2005) Carlos Mesa, aquel que en su momento había caído producto de la rebelión popular.

La cuestión de fondo, como sucede con otros gobiernos llamados del “socialismo del siglo XXI” (Venezuela, Nicaragua, Ecuador), es que no se ha resuelto ninguno de los principales problemas del pueblo trabajador. La insurrección popular de 2003 contra el gobierno de Sánchez de Losada exigía la llamada “agenda de octubre”, cuyo punto principal era la nacionalización y expulsión de las multinacionales del gas y que con ese excedente económico se crearan fuentes de trabajo. Hoy las transnacionales siguen dueñas del gas y de los minerales. Y también de las grandes extensiones de tierras destinadas a la agroindustria. Continúan la desocupación, la precarización laboral y la miseria en el campo, que obligan a migraciones masivas. Aunque hubo algunas mejoras en estos años, fue gracias a los altos precios de minerales y gas. Pero ahora bajaron y la economía capitalista exige un ajuste económico antipopular que el gobierno comenzó a aplicar gradualmente. Esto generó la ruptura de gran parte de los trabajadores con el gobierno de Evo Morales.

Está planteada una situación que hace posible incluso un fraude electoral masivo del gobierno para lograr ganar las elecciones (como Maduro en Venezuela) y una agudización de la crisis política con levantamientos populares.

Escribe Gabriel Massa

La llegada a la presidencia mexicana de Andrés Manuel López Obrador (conocido por sus iniciales, AMLO) ha sido presentada por la prensa mundial como un “giro a la izquierda” en la política de ese país. Los medios denominados “progresistas” escriben largas editoriales, o lo muestran en su ceremonia de asunción con los pueblos originarios.

Buscan de esa manera revitalizar a la ya muy golpeada ola “chavista” del “socialismo del siglo XXI”, “nacional y popular” o de los llamados gobiernos progresistas, varios de los cuales ya no gobiernan, repudiados por votos castigo a sus políticas antipopulares, o aplican el ajuste en sus propios países en medio de la más feroz represión, como los casos de Ortega en Nicaragua, o Maduro en Venezuela. El propio AMLO invitó a su asunción al mismísimo dictador Nicolás Maduro, que tuvo que escuchar fuertes repudios a su presencia.
¿Se trata de un nuevo gobierno que, así sea tímidamente, va a iniciar una política independiente del imperialismo yanqui y a favor de las clases populares? La realidad es otra.

Así lo expresa el artículo “AMLO impone continuidad e impunidad”, publicado en la edición 410, noviembre-diciembre de 2018, de El Socialista, periódico de nuestra organización hermana mexicana, el Movimiento al Socialismo (MAS), miembro de la Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), algunos de cuyos párrafos reproducimos a continuación:

“A pocos días de asumir la presidencia de México, López Obrador (AMLO) ha dado una muestra más de continuidad a las medidas y políticas neoliberales que más afectan a nuestra nación, pues además de no modificar las contrarreformas impuestas por Peña Nieto a favor de los grandes capitales, salvo la educativa, decidió frenar los cambios […]

Nuestra soberanía nacional fue tremendamente lesionada con la reforma energética, al ser un país productor de petróleo, permitiendo la apropiación de su explotación a las grandes transnacionales. Además ha decidido aceptar alegremente a un grupo de “consejeros” de la oligarquía mexicana, encabezados por Salinas Pliego. […]

Y en forma aparentemente contradictoria, decidió cancelar el nuevo aeropuerto internacional en Texcoco, apoyándose en una consulta nacional sumamente cuestionada por sus enormes limitaciones. Pero en realidad lo fundamental fue la negociación alcanzada con el multimillonario Carlos Slim, quien declaró que no veía problema en invertir en el aeropuerto en Santa Lucía, como propuso López Obrador. […] Al tomar esa decisión, prometió no afectar a ninguna de las empresas que venían construyendo en Texcoco y negociar con ellas para extender sus contratos en Santa Lucía. Es la misma fórmula: tranquilizar a las grandes empresas capitalistas, nacionales y transnacionales, garantizándoles continuar con los grandes negocios. Y ya está por arrancar otro jugoso negocio para las constructoras y transnacionales: el Tren Maya, donde repetirá en pocos días una nueva “consulta” con ese y otros temas. […]

Mientras tanto la clase trabajadora tendramos que seguir sobreviviendo con salarios de miseria, controlados por sindicatos charros (burocráticos) o directamente por Contratos de Protección Patronal, pues el gobierno de AMLO no eliminará la contrarreforma laboral del 2012. […]

Como bien señalan nuestros compañeros del MAS, ante la nueva presidencia de AMLO, lo que se requiere es reorganizar a la clase trabajadora, sobre nuevas bases, realmente democráticas, clasistas, independientes del gobierno y combativas. Para ello, dicen correctamente nuestros compañeros, “es urgente la construcción de una verdadera alternativa política de izquierda, socialista y revolucionaria, en la que estamos empeñados, para que se proponga cambiar de raíz este país para terminar realmente con la enorme desigualdad y la explotación capitalista”.

Estimado lector: 

Venimos de realizar un gran acto y llenar el estadio de Ferro, mostrando el importante crecimiento de Izquierda Socialista. Muy probablemente vos fuiste uno de los asistentes al acto. O, si no pudiste estar, viste los discursos por la web. En las páginas centrales de este número de El Socialista hacemos una extensa cobertura. Muchos simpatizantes, amigos, o incluso compañeros que por primera vez asistían a un acto de la izquierda nos dijeron que se fueron muy contentos, impactados por la concurrencia y el entusiasmo en las consignas y por el contenido de los discursos.

Todos coincidían en que quedaban abiertos enormes desafíos: como seguir peleando contra el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Cómo fortalecemos al sindicalismo combativo. Cómo seguimos defendiendo la unidad de la izquierda y haciendo más grande al Frente de Izquierda como alternativa política frente a los partidos patronales.

Para poder llevar todo esto adelante es que apelamos a vos te queremos pedir que nos ayudes financieramente. Porque nosotros, justamente a diferencia del macrismo, el peronismo, los radicales o la centroizquierda, no recibimos ni queremos recibir aportes de empresarios o patronales. Tampoco, obviamente, dependemos de “coimas” de la obra pública o parasitamos de los sindicatos o las obras sociales. Dependemos exclusivamente de los aportes de nuestros militantes y de todos aquellos que simpatizan con nuestra política. Por eso recurrimos a vos. Con ese dinero viajamos para apoyar las luchas, sacamos este periódico, alquilamos nuestros locales para estar más cerca del pueblo trabajador en cada localidad, o incluso organizamos actos como el de Ferro para hacer llegar nuestra propuesta a un público más amplio que el que nos escucha cotidianamente. Con parte de ese dinero nuestras compañeras de Isadora pudieron viajar al Encuentro Nacional de la Mujer en Trelew. Y también aportamos a los fondos de lucha de los distintos conflictos.

Sabemos que el ajuste está pegando muy fuerte en el bolsillo. Que la plata no alcanza. Por eso justamente tiene más valor que nunca tu ayuda financiera. Te pedimos que compres este periódico al precio solidario de 100 pesos. Que hagas un aporte mayor si tenés la posibilidad. Y que nos ayudes vendiendo rifas entre tus familiares y amigos. Desde ya te lo agradecemos por adelantado.

Te invitamos también a que vengas a nuestros locales. A que participes de nuestras reuniones y brindis de fin de año para debatir juntos qué hacer frente a las grandes peleas que se vienen. Levantemos nuestras copas este fin de año por un 2019 donde fortalezcamos una alternativa política para que gobiernen los que nunca lo hicieron: los trabajadores y la izquierda.

Tags

Editorial

Este 2019 arrancó con una catarata de anuncios de elecciones que se adelantan, o que se podrían adelantar, y de presencia en los medios de precandidatos a presidente y de “grandes” debates sobre si se adelantan o no las elecciones en provincia de Buenos Aires. Si alguien prende un televisor puede estar Vidal inaugurando una “playa pública” en Mar del Plata o en el Partido de la Costa. O Lavagna recibiendo gente en su residencia de Cariló. Urtubey montado a caballo en un festival cordobés o en Polémica en el Bar. Macri yendo a ver “obras” en la Patagonia con Alicia Kirchner. Massa recorriendo en su auto el país. O Luís D´Elia en un “piletazo” apoyando la candidatura de Cristina Kirchner.

Pero la preocupación de la clase trabajadora y de los sectores populares no pasa por todo esto. Porque también 2019 arrancó con un gran tarifazo y con una inflación que no se detiene. Lo que se traduce en una nueva y brutal caída del nivel de vida de las masas. En estas semanas se confirmó que solo la inflación de 2018 fue del 47,6 %. Hay una fuerte baja del consumo. Cierran talleres y comercios. Crecen los despidos. En algunas ciudades aparecen pintadas como “Macri te voté y me fundí”, mostrando la ruptura política de sectores medios que creyeron en las falsas promesas de Macri. Lo único que crece es la bronca y el odio popular hacia Macri y el gobierno de Cambiemos. Las protestas en pleno verano no dejan de expresarse en cacerolazos o marchas contra los tarifazos.

La generalización de los adelantamientos de elecciones provinciales para despegarlas de las presidenciales es una muestra de la crisis política que sufren el gobierno y también la oposición patronal peronista en todas sus variantes. Saben que el rechazo y el escepticismo crecen en el ánimo popular. Por eso Macri y los políticos patronales hacen todo tipo de malabares electorales para sostenerse en el poder. Buscando no quedar “pegados” en la boleta a las poco entusiastas candidaturas presidenciales de Macri, Cristina o de los Lavagna, Urtubey o Massa.

Hay un punto en el que sí coinciden el gobierno de Macri-Cambiemos y la oposición peronista K y no K: en que los trabajadores y sectores populares no salgan a la calle a protestar masivamente y que solo piensen en la “solución” del voto. Lo han dicho dirigentes K como Yasky. Según su visión este “año electoral” hay “que evitar los paros” generales y parciales para que no los “use el gobierno” (Clarín 31/12/2018). Propone “otras” formas de acción. De esta manera, con marchas parciales y sin una huelga y un plan de lucha, los dirigentes sindicales de la CGT y los ligados a Cristina tapan su claudicación al plan de ajuste de Macri y el FMI. Si durante 2018 no logramos derrotar el ajuste de Macri-FMI fue por el rol nefasto de los dirigentes de la CGT y de las diferentes CTA. Justamente porque no le dieron continuidad a los dos paros generales. En 2019 quieren repetir la misma historia, ahora con el cuentito de que si “votamos a Cristina” u otros candidatos peronistas se soluciona todo.

Para Izquierda Socialista y el FIT el camino es el opuesto. Ahora hay que enfrentar el tarifazo y la caída del salario y luchar para derrotar el ajuste y no esperar a ninguna elección. Tampoco creemos que votando a Cristina, a Lavagna o a quien fuere del peronismo, para “sacar “ a Macri, se van a solucionar los problemas. Ellos también gobernaron para los de arriba cuando les tocó.

Para 2019, las trabaja-doras, los trabajadores y los sectores populares tenemos dos tareas. En primer lugar, seguir impulsando las luchas, las protestas por los tarifazos, contra los despidos, por el salario en la perspectiva de una movilización nacional obrera y popular que derrote el plan de ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Bandera que también levanta, ante la pasividad de la burocracia sindical, el sindicalismo combativo organizado en la mesa del plenario de Lanús que está preparando una marcha unitaria para los primeros días de febrero. Para seguir exigiendo un nuevo paro general y un plan de lucha de la CGT y de las CTA.

La segunda tarea es intervenir en las elecciones provinciales (próximamente en Neuquén, Río Negro, Santa Fe, Córdoba y otras) y para presidente. Porque en ellas el FIT y el sindicalismo combativo tenemos que dar la pelea política para llamar a la clase trabajadora y a los sectores populares a votar por nuestros candidatos independientes contra los del gobierno de la oposición patronal peronista. Tenemos que salir a combatir el “voto castigo” a Macri y a Cambiemos. Convencer que la salida no es volver a votar a Cristina o al peronismo que ya gobernaron. Sino votar a los candidatos y candidatas del FIT para fortalecer una alternativa política de los trabajadores. Porque el problema de fondo es lograr nuevos dirigentes políticos y sindicales que den la pelea todos los días por los cambios que necesitan el país y la clase trabajadora.

Tags

Nahuelmoreno.org

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos

Asonada militar frustrada en Bolivia

Asonada militar frustrada en Bolivi…

03 Jul 2024 El Socialista N° 585

Pacto de Mayo en Tucumán / Milei firma “el acta de la dependencia”

Pacto de Mayo en Tucumán / Milei f…

08 Jul 2024 COMUNICADOS DE PRENSA

Loan: la desaparición que indigna a un país

Loan: la desaparición que indigna …

03 Jul 2024 El Socialista N° 585

Después de la Ley Bases / Un gobierno en crisis

Después de la Ley Bases / Un gobie…

03 Jul 2024 El Socialista N° 585