Jul 20, 2024 Last Updated 5:23 PM, Jul 20, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Guido Poletti

Se realizó el 58° Coloquio de IDEA. Estuvieron los más importantes empresarios nacionales y extranjeros que actúan en la Argentina. También políticos del oficialismo (hasta el propio presidente Alberto Fernández) y de la oposición patronal, e incluso burócratas sindicales. Todos le rindieron pleitesía a los grandes capitalistas y apoyaron medidas a su favor y contra la clase trabajadora.

Entre el 12 y el 14 de octubre se realizó en Mar del Plata un nuevo coloquio de IDEA, la gran reunión anual donde se junta lo más granado de las patronales que actúan en nuestro país. Este foro opera como una gran “usina” donde se propagandizan las principales exigencias estratégicas de las grandes patronales. Este año el título del evento fue sugestivo: “ceder para crecer”. Si algún distraído pensaba que el “ceder” le tocaba a los patrones, con los discursos y propuestas rápidamente se enteró que, como siempre, todo se trataba de “ideas” para que quien “cediera” (más aún de lo que viene haciendolo actualmente) fuera el pueblo trabajador.

Quien mejor lo expresó, increíblemente, no fue un empresario, sino el supuesto “representante de los trabajadores”. El burócrata Ricardo Pignanelli, secretario general del Smata, llegó a justificar que “no se le puede pedir más a las empresas de lo que pueden pagar”.

El rosario de los reclamos empresarios pasó por exigencias de más “disciplina laboral”. Ese fue el reclamo de Javier Madanes, dueño de Fate y Aluar, que todavía en esos días se encontraba en medio del conflicto con los trabajadores del Neumático. Llegaron hasta el ya conocido reclamo de avanzar con la “modernización laboral”, léase flexibilización, quitando toda traba para despedir, recortando derechos laborales e incrementando la superexplotación.

En IDEA estuvieron, como era de esperarse, varios dirigentes de Juntos por el Cambio. Explicaron que, si vuelven al gobierno, avanzarán con su agenda pro-patronal, pero “más rápido” que como lo hicieron en 2015. Tampoco podían faltar los liberfachos, con Javier Milei a la cabeza.

Pero lo destacable fue la presencia oficialista. Mientras el dueño de Pan American Energy, Alejandro Bulgheroni, ofrecía elogios al superministro Sergio Massa y sus políticas de ajuste, el propio presidente Alberto Fernández terminó como el orador estrella del evento. Se jactó de “no haber pedido coimas a los empresarios” ni haberlos “perseguido con la AFIP”, para, luego de desgranar varios números sobre cuánto supuestamente había crecido la economía, señalar todas las oportunidades de negocios y hablar de un gobierno “al servicio” de que estos se realicen, como en Vaca Muerta, en el litio o en la megaminería. Nada muy distinto de lo que los propios empresarios querían escuchar. El presidente de la Nación cumplió así con el gesto que se esperaba de él: que se hiciera presente y le rindiera pleitesía a los capitalistas presentes.

Desde la izquierda repudiamos este foro de ideas al servicio de cómo incrementar la superexplotación de las y los trabajadores, un auténtico congreso de los que viven de la miseria y la marginación de millones. Ellos y los que gobiernan a su servicio son los responsables del saqueo y la decadencia de nuestro país. Les oponemos nuestro propio programa, obrero y popular, y decimos que nuestra “idea” se puede resumir en una sola: que gobiernen las y los trabajadores, construyendo una Argentina socialista.

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Escribe Claudio Funes

En los últimos seis años hemos escuchado de los gobiernos patronales proclamas como “Pobreza Cero” (Macri) o “Voy a llenar la heladera de los argentinos” (Fernández), mientras que la participación de los trabajadores en el ingreso cayó de 48,4% a 41,7%. Traducido: las patronales se quedan cada vez con una mayor parte de las riquezas producidas.

Los sectores que más diferencia hacen entre lo que ganan los empresarios versus lo que reciben los trabajadores son el sector agropecuario (donde estos últimos se quedan con apenas el 9,9% del ingreso del sector) y el minero (25,4%). Les siguen el comercio mayorista, minorista y reparaciones ( le queda a los trabajadores apenas el 26,3%), la industria manufacturera (31,4%) y el de hoteles y restaurantes (35,3%).

Tanto el Indec, como el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social confirman esta situación, y agregan que se profundiza mes a mes. En agosto, analizando la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), la pérdida del poder adquisitivo de los salarios llega a 7,2% para el acumulado anual de 2022.

Uno de los motivos por los que se da y agudiza cada vez más este retroceso de los salarios, tanto con respecto a los precios como a las ganancias de los empresarios, tiene que ver con el fuerte crecimiento del trabajo precario. De acuerdo al Centro de Estudios Metropolitanos, en septiembre existían 19,8 millones de trabajadores ocupados dentro de los cuales el 44% se desempeñaba en condiciones de precariedad laboral. Los asalariados informales cobran en promedio un 53% menos que los formales. En cuanto al sexo, las mujeres presentan una tasa de informalidad más alta que los varones y los jóvenes son los más afectados por la informalidad y el cuentapropismo. Entre los 18 y 24 años la precariedad llega al 84%. (Página12, 28/09/2022).

El gobierno del Frente de Todos, cumpliendo con el ajuste exigido por el FMI, es el responsable de esta situación. También lo son las burocracias sindicales de la CGT y las CTA que, pactando con el gobierno, dejan pasar esta brutal pulverización del poder adquisitivo de las y los trabajadores.

Con una inflación anual proyectada a 100% es cada vez más difícil vivir para el pueblo trabajador y los sectores populares. El gobierno peronista del Frente de Todos, que denunció al macrismo, no vino para “redistribuir la riqueza y llenar la heladera” sino para que, tras su doble discurso, los grandes capitalistas continúen incrementando sus fortunas.

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Escribe Guido Poletti

La imagen es desesperante. Miles de personas se agolpan en las puertas de las oficinas del Anses de todo el país con el fin de anotarse y poder cobrar el bono para personas sin ingresos de 45.000 pesos en dos cuotas que ha establecido el gobierno nacional. La “cola” también es digital, decenas de miles tratan infructuosamente de entrar en la página web recibiendo como respuesta un mensaje electrónico que dice: “su lugar en la cola es…” (y sigue un número de varios miles).

Todo esto merece dos reflexiones. La primera es que son millones, mucho más de lo que a priori calculó el gobierno, los que se encuentran en esa situación de pobreza extrema. Recordemos que para calificar como beneficiario de este bono no hay que tener ninguna ayuda del estado, ni plan social, ni cobrar la AUH, ni absolutamente nada. Así y todo, en apenas un día, hay medio millón de personas que se han anotado en esta situación. Pero esto recién empieza, y el número se incrementará astronómicamente en los próximos días.

La segunda reflexión es sobre el carácter absolutamente insuficiente de esta “ayuda”: 45.000 pesos y encima dividido en dos cuotas. Un ingreso de indigencia, mucho menor aún al ya insuficiente IFE que llegó a repartirse durante la pandemia.

Es que toda la plata se destina a un único objetivo, cerrar los números del ajuste exigido por el FMI. Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad decimos que una verdadera ayuda frente al drama social requiere terminar con el congelamiento de los planes sociales, incrementar sus montos, aumentar el valor de la AUH y otorgar un auténtico ingreso de emergencia para todo el que lo necesite, que cubra mensualmente al menos la canasta básica alimentaria (calculada para octubre en 56.732 pesos). Pero, además de todo esto y por sobre todo, hay que crear trabajo genuino para cada desocupada y desocupado, por medio de un gran plan de obras públicas financiado con los fondos que se podrían obtener de la inmediata suspensión de los pagos de la deuda externa.
                


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Escribe Mariana Scayola, secretaria general de Ademys y candidata a la reelección

El 29 de noviembre se realizarán las elecciones del sindicato docente combativo Ademys en CABA. Vamos por un nuevo mandato con la Lista Multicolor, que encabezamos desde nuestra agrupación Lista de Maestres y Profesores.

El pasado viernes 21 de octubre se oficializó la Lista Multicolor para las elecciones de renovación del Consejo Directivo de Ademys. La Multicolor está conformada por nuestra agrupación Lista de Maestres y Profesores (Izquierda Socialista más independientes), Tribuna Docente (PO), Corriente  9 de Abril (PTS) y Alternativa Docente (MST). Nuevamente me tocará encabezar la lista con la candidatura a secretaria general.

Vamos por un nuevo mandato Multicolor. Bajo nuestra conducción Ademys pegó un salto cualitativo, fundamentalmente en la valoración y el apoyo en la base docente en las escuelas, y en las movilizaciones y acciones gremiales. Hoy somos reconocidos como el único sindicato consecuentemente defensor de toda la docencia y la escuela pública, opositor al ajuste del gobierno nacional del Frente de Todos, pactado con el FMI, y también al gobierno porteño de Larreta y su ministra Acuña. Por eso somos perseguidos sistemáticamente por el macrismo. A nuestro secretario adjunto Jorge Adaro le han iniciado un juicio de desafuero sindical desde el gobierno de Larreta y Acuña para intentar amedrentar la lucha educativa, por lo que vamos a una gran campaña de solidaridad para frenarlo.
Para las elecciones también se presentaron tres listas opositoras, la Haroldo Conti (Rompiendo Cadenas), Docentes en Clase y Política Obrera (Tendencia) y el Nuevo MAS, ratificando la gran conquista que significa la democracia sindical y la distribución de secretarías y vocalías por sistema D’Hont.

En los mandatos unitarios de la conducción Multicolor impulsamos asambleas masivas aún en pandemia, abiertas a toda la docencia, con mandatos de escuela y planes de lucha consecuentes que son tomados por la base docente. Somos el sindicato que apoya todas las luchas y se convirtió en referencia para la vanguardia docente nacional, que muchas veces pelea aisladamente en sus provincias frente a la traición de la conducción de Ctera.

El desafío por delante es consolidar a Ademys como organizador de la docencia, para luchar contra las políticas de ajuste diseñadas por el FMI y aplicadas a rajatabla por el gobierno peronista del Frente de Todos y de Larreta en CABA. Este ajuste impacta de manera directa sobre nuestros salarios, condiciones laborales y contra la escuela pública. Para luchar por el salario y enfrentar las reformas educativas y laborales, debemos fortalecer el cuerpo de delegados y delegadas y seguir apostando a la coordinación nacional de la docencia combativa, para unificar las distintas luchas que se desarrollan en nuestro país. Debemos seguir apostando a la organización desde cada escuela y distrito escola; seguir fortaleciendo la independencia política y la autonomía sindical de Ademys e impulsando las asambleas abiertas con mandatos de escuela para definir los planes de lucha con la base. Y, a nivel nacional, tenemos que continuar construyendo el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC), para construir una nueva dirección alternativa en el movimiento obrero junto al Sutna, la Unión Ferroviaria Oeste y otros sectores contra la traidora burocracia sindical de la CGT y las CTA.

Iniciamos una gran campaña electoral de la Multicolor en todas las escuelas de CABA para que la docencia vote masivamente en nuestras elecciones el próximo 29 de noviembre, y fortalecer a Ademys como sindicato independiente, democrático y de lucha.

Escribe Adriana Astolfo, secretaria adjunta Adosac Pico Truncado, Naranja-Docentes en Marcha

Desde julio la docencia santacruceña con Adosac está en plan de lucha, con paros, movilizaciones, actos, acampes, radios abiertas, caravanas y diferentes formas de lucha. Reclamamos al gobierno kirchnerista un aumento salarial real y frenar las medidas de ajuste y reforma educativa. Y venimos de derrotar, semana tras semana, a la burocracia Lila que quiere pactar con Alicia Kirchner.

La docencia de Santa Cruz tiene salarios debajo de la línea de pobreza. El inicial es de 76.000 pesos. El gobierno implementó un ajuste y reforma donde avanza la flexibilización laboral docente y el vaciamiento de los contenidos educativos en secundaria y la improvisada quinta hora extendida.

Por eso reclamamos un aumento salarial que recupere lo perdido, en camino a la canasta familiar, y cláusula gatillo mensual permanente. No, como ofrece ahora el gobierno para que levantemos el paro, solo por dos meses. Exigimos que no haya ningún despido por hacer paro, la devolución de los descuentos y ningún cargo precarizado.

El gobierno de Alicia Kirchner, defensor del Frente de Todos y del acuerdo con el FMI, está decidido a aplicar el recorte salarial y presupuestario. Santa Cruz es de las provincias más ricas y con mayores ingresos por la entrega de los recursos naturales, petróleo, mineras y pesqueras, a las multinacionales. Concentró el 45,2% de las exportaciones de oro y los funcionarios se jactan de que es la provincia que más dólares genera. La lucha es dura, porque enfrenta directamente los planes de ajuste del kirchnerismo provincial y del Frente de Todos nacionalmente.

Mientras estuvimos de paro hubo once provincias con docentes parando en el resto del país. Pero la conducción kirchnerista de Ctera, de Alesso y Baradel, en vez de unificar, las mantuvo aisladas, dejando que los gobiernos atacaran una a una.

La conducción provincial de Adosac, la lista Lila, se ha convertido en una nueva burocracia que, en vez de ponerse al servicio de la lucha y los reclamos docentes, está jugando a desgastarnos y pactar con el gobierno. Cada semana de lucha se la hemos tenido que arrancar, con las asambleas de las filiales como Pico Truncado y San Julián y otras donde incluso dirige la Lila, mostrando la voluntad de lucha de la base docente. La conducción Lila siempre tira para atrás y realiza congresos provinciales que duran más de doce horas, tratando de convencernos de votar “cobrar a cuenta”, levantar los paros y seguir negociando. Esta fórmula tramposa se usó por años, pero ahora la docencia descubrió la trampa y resuelve que no se acepta nada sino se cumplen ciertos condicionamientos, como la devolución de los días de paro.

Esta semana los Lilas se pasaron de rosca. Pese a la votación clara y escrita del Congreso, firmaron un “acuerdo” con el gobierno. Cuando la docencia lo supo, comenzó una verdadera rebelión en las redes, insultando y denunciando a estos burócratas. Desde nuestra filial de Pico Truncado y San Julián, ambas dirigidos por la Naranja-Docentes en Marcha, comenzamos a exigir que Adosac convoque al paro de 72 horas votado. Se debatía si, ante la traición de los Lilas, no había que cumplir la resolución del Congreso de parar. La docencia provincial tomó la posta y a las 23:30 la conducción provincial presionada sacó un comunicado con el paro de 72 horas. El gobierno salió indignado a denunciarlos también, por no cumplir lo acordado en el Ministerio de Trabajo. ¡Un escándalo!

Esta actitud de la Lila conspira contra la unidad en la lucha. Ahora es fundamental mantener la adhesión a los paros, y que los paritarios se hagan cargo o se vayan. Exigimos a la conducción provincial un congreso presencial para que las bases decidan cómo seguir. Además, que la próxima reunión con el gobierno sea con la presencia de representantes de las conducciones filiales.

También insistimos en buscar la solidaridad nacional y votar la extensión nacional de la lucha, con delegaciones que viajen a Buenos Aires a llevar nuestro conflicto.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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