En la sesión del 16 de marzo, el PRO, con el apoyo de los diputados del interbloque peronista y el Frente Renovador, aprobó el proyecto de ley que, junto con el sancionado la semana pasada sobre Catalinas Norte, permite la obra del Paseo del Bajo. Se trata de una obra faraónica de 750 millones de dólares para el primo de Macri, que uniría las Autopistas Illia y el Puerto con el empalme de la Autopista 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata mediante la construcción de un corredor vial de 6 km.

Para su realización el PRO apeló nuevamente al endeudamiento externo comprometiendo a la Ciudad con créditos que tomaría del Banco de la Corporación Andina de Fomento (CAF) por 400 millones de dólares a tasas desconocidas y el resto con fondos provenientes de la venta de tierras públicas. Se trata de dos terrenos, uno de más de 10 hectáreas, llamado Catalinas Norte y otro ubicado en la manzana de Av. Los Italianos, Juan Manso y Trinidad Guevara. Ambos terrenos eran propiedad del Gobierno nacional.

Al respecto, Laura Marrone, legisladora de Izquierda Socialista en el FIT señaló: "Ambas sesiones fueron en sí mismas una farsa ya que el proyecto fue licitado a mediados del 2016, adjudicado en diciembre e inaugurado por Macri, Vidal y R. Larreta el 12 de enero de 2017. Los legisladores fuimos convocados a un show. Un trámite express que terminó en donde se esperaba: el tramo C de la obra, el más costoso,  de 3.100 millones de pesos, fue adjudicado a la empresa IECSA del primo del Presidente, Calcaterra. IECSA es la tercera adjudicataria de obras públicas en el país. Calcaterra está denunciado como presunto testaferro del mismo Presidente. Recibió en el 2016 la adjudicación de la otra obra monstruosa, el soterramiento del Sarmiento, en donde está asociado con Odebrecht, actualmente preso en Brasil por actos de corrupción."

 Marrone agregó: "Los terrenos vendidos fueron rezonificados para servir a construir edificios torres de departamentos suntuosos en una zona donde el 20% de los departamentos están vacíos porque forman parte de la burbuja inmobiliaria que está creciendo en nuestra ciudad, en lugar de destinarse a la construcción de viviendas sociales o a la construcción de una escuela, tal como está establecido en el Plan Maestro de Puerto Madero. La zona en cuestión está conectada con la Villa de Retiro, y del Barrio Rodrigo Bueno, a quienes se les ha prometido una próxima reurbanización. Ambos barrios carecen de escuelas. Solo de la Villa de Retiro, donde  viven más de 42.000 personas, parten cada mañana 70 micros con niños a otros barrios por falta de escuelas."

Marrone finalizó: " Desde el bloque del Frente de Izquierda votamos en contra.  Rechazamos la venta de tierras públicas para nuevos negocios inmobiliarios y la especulación financiera. Exigimos que se destinen esas tierras a la construcción de escuelas  para la población de la Villa 31 y la Rodrigo Bueno y que se apliquen impuestos a  la vivienda ociosa, a los más de 300.000 departamentos vacíos en Ciudad de Buenos Aires para crear planes de vivienda popular en una ciudad con emergencia habitacional."

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