Laura Marrone, Legisladora porteña de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda señaló: "En lugar de dar respuesta a los reclamos docentes, en medio de un conflicto que lleva ya 5 semanas, el gobierno de Macri-Bullrich pretende desviar la atención, presentando a los resultados del Operativo Aprender como justificativo a una "Revolución educativa", que no es sino la pretensión de atacar de raíz a la educación pública y los derechos laborales docentes. La presentación de medidas largamente esperadas por la población como son la construcción de jardines de nivel inicial, una propuesta para impedir que la mitad de los estudiantes secundarios no termine sus estudios a término o mejorar los procesos de aprendizaje, es el disfraz para este plan siniestro."

Marrone continuó: "El gobierno no presenta un compromiso de aumento del presupuesto educativo que hoy es la mitad de lo que gasta en pago de deuda externa. Mantiene el modelo de financiamiento de la década del 90 por el cual el estado nacional se desresponsabilizó de financiar la educación y encima no convoca a los docentes a paritarias. Pero su plan va más allá. Mediante la imposición de  evaluaciones externas pretende 3 objetivos: 

1) Derogar los Estatutos Docentes y su régimen de ingreso y ascenso por concursos, estabilidad en el cargo, e imponer el salario por mérito.

2) Disciplinar los contenidos de la enseñanza acorde a las necesidades del capital. Terminar así con la revolución democrática en el aula post-dictadura por la cual buena parte de la docencia tomó en sus manos la libertad de cátedra y enseñó la memoria de los desaparecidos, los derechos humanos, las injusticias sociales  y la lucha contra la explotación no sustentable del ambiente, entre otros temas. 

3) Profundizar la privatización de la educación ya no solo mediante subsidios a la educación privada sino con un salto cualtitativo que es la tercerización de la educación a manos de empresas que lucran con la educación a través de ONGs o fundaciones. Esto es la entrega de tareas educativas como evaluación, control, gestión de escuelas, capacitación, entre otras a empresas privadas. El capital ansía apropiarse de los porcentajes de PBI que los países destinan a educación oficiando de intermediarios parasitarios en su gasto. Bullrich, Zinny y Larreta entre otros cuentan con empresas offshore para ese fin."

Marrone finalizó: “El FIT presentó un proyecto de ley que reclama un salario básico de $15.000 para todos los docentes del país (sin cifras en negro), aumento de la partida para educación hasta alcanzar el 25% del presupuesto nacional (o el 10% del PBI) en base al no pago de la deuda externa y el dinero que se va para subsidiar a la escuela privada. Y plantea la renacionalización de todo el sistema educativo para que el gobierno nacional se haga cargo de las escuelas (transferidas sin fondos a las provincias por el menemismo) y del pago de los salarios de todos los docentes del país."

Ver nota completa en El Plan Maestro: Disfraz de una política siniestra

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