Una huelga de trabajadores de electricidad prendió la chispa. El pueblo se lanzó a la calle exigiendo empleos, salud y educación. Pocos días después se desencadenó una huelga general convocada por la central sindical con bloqueos totales en este Departamento de Ultramar de Francia, de 260.000 habitantes, ubicado en la costa norte de Sudamérica.

Más de 500 mil personas se movilizaron en todo el país convocadas por la coalición No+AFP, organizaciones sindicales, populares y estudiantiles, para exigir el fin del régimen de administración de las jubilaciones y pensiones que está vigente desde tiempos de la dictadura pinochetista y ha sido ratificado por los gobiernos de la derecha y de la centroizquierda (Concertación y Nueva Mayoría).

El próximo 16 de abril está convocado el referéndum para la reforma de la constitución que impulsa el presidente Erdogan. Con la reforma presidencialista, desaparece el primer ministro y es el presidente de la república quien concentra el poder ejecutivo. También podrá intervenir en la elección del poder judicial. Las elecciones legislativas pasan a 5 años (ahora son 4), coincidiendo con las presidenciales. Aumentan a 600 el número de diputados (50 más de los actuales). En resumen, Erdogan pretende concentrar plenos poderes para perpetuarse.

Escribe Miguel Lamas

Las recientes elecciones en Holanda tuvieron participación record (82%, no siendo obligatorias). Holanda, con 16 millones de habitantes, es considerado uno de los países más estables política y económicamente de la Unión Europea. Es una monarquía parlamentaria, es decir tiene un rey y se elige un Parlamento que nombra por mayoría absoluta a su primer ministro.

Fuertes huelgas y actos masivos marcaron el 15 de marzo ¡Es necesario seguir la lucha y construir ya una huelga general!, titula la declaración del Ejecutivo de CST-PSOL, organización de la UIT-CI en Brasil, que participó en primera línea impulsando los paros y los actos contra una reforma jubilatoria que exige 49 años de aportes y 65 años para jubilación “completa”. El gobierno de Temer en Brasil, similar al de Macri, está contra las cuerdas. A continuación un extracto de la declaración.

Escribe Miguel Lamas