Luego de la masiva movilización en todo el país el 3 de junio, siguen pendientes los principales reclamos. Mientras tanto, nuevos femicidios se suman a la lista de mujeres asesinadas.

Escribe: Malena Lenta Pre candidata Diputada Nacional CABA

En todo el país, más de 500 mil personas se movilizaron contra la violencia machista, y centenares de miles más replicaron la campaña por las redes sociales. El reclamo fue contra los femicidios, se exigió presupuesto para la atención a las mujeres y se responsabilizó al gobierno nacional, a los gobiernos locales y a la justicia por la impunidad de femicidas y golpeadores.

Escribe: Malena Zetnik

Karina Abregú es sobreviviente de un intento de femicidio en manos de su ex pareja, Javier Albornoz. Su historia es el paradigma de lo que sufren día a día miles de mujeres en manos de la violencia patriarcal, que goza de total impunidad por parte de los gobiernos y la Justicia, principales responsables de la situación de las mujeres.

Declaración de las Mujeres de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda

Ayer, 3 de junio, se dio una jornada histórica en todo el país. Centenares de miles de personas salimos a las calles en cada ciudad, en cada provincia para gritar ¡Ni Una Menos! ¡Basta de femicidios! Ayer fuimos todas Chiara, Daiana, Melina, Lola, Marisabel, Susana... asesinadas en manos de sus parejas, ex-parejas o personas conocidas.

Pero también fuimos Marita Verón, Florencia Penachi y las miles de mujeres secuestradas y desaparecidas por las redes de trata para la explotación sexual. Y fuimos esas mujeres anónimas, mayoritariamente jóvenes y pobres, que mueren por los abortos clandestinos.

Chiara Páez, Marta Lanzetti, Daiana García, Teresa Quiroga, Agustina Salinas, Romina Ríos... son solo algunos de los nombres que cuentan las historias de la aberrante cifra de 1 femicidio cada 30 horas en Argentina. Adolescentes, adultas mayores, solteras, casadas, estudiantes, trabajadoras, de la ciudad de Buenos Aires, del interior del país... todas historias muy diferentes pero con un punto en común: todas mujeres asesinadas por el simple hecho de serlo. Son femicidios, crímenes de odio que revelan la violencia patriarcal y machista que irrumpe cuando las mujeres simplemente dicen "no", se resisten a ser propiedad del mundo masculino. En su mayoría, los asesinos son varones cercanos: parejas, ex parejas, familiares y conocidos de las víctimas.