Castelar: otra masacre evitable

(Tiempo estimado: 3 - 5 minutos)

“Los cambios que se hicieron son cosméticos. Acá hay responsabilidades políticas”, dijeron los padres del joven Menghini, muerto en Once. Reclamando, además, que se vaya Randazzo. “Nos cansamos de advertir que esto podía volver a pasar. Estamos reviviendo Once en Castelar”, concluyeron.“Es probable que suceda una nueva tragedia”. Esto dijo nuestra compañera y delegada del Sarmiento, Mónica Schllothauer, en el programa “Palabras más, palabras menos” una semana antes de que se produjera la masacre de Castelar. Lamentablemente, volvió a ocurrir.

La famosa “década ganada” K volvió a cobrarse nuevos muertos y heridos. Y el gobierno volvió a cargar contra el motorman apelando a la “falla humana”. Randazzo y Cristina reeditaron los mismos argumentos que en Once: culpar al maquinista. Y decir que el tren tenía “frenos nuevos”.

 Igual que hizo Schiavi en su momento: recordemos cuando dijo que “la culpa la habían tenido los pasajeros por el problema cultural de ir en los primeros vagones”, por querer llegar temprano a todos lados. Ahora, Randazzo mostró “pruebas” de la CNRT, organismo que debería controlar a los empresarios, en vez de acusar a los trabajadores.

D´Elía fue más claro, responsabilizó a Sobrero de las muertes, al hablar de un sabotaje para empañar la candidatura de Randazzo, agregando que el Sarmiento anda bárbaro. Deplorable. A esto hay que agregarle las frases de Cristina. “Fue un día de tristeza y alegría”, dijo. “Alegría” porque entregaba 23 viviendas del plan Procrear. Mientras, Canal 7 transmitía los dibujitos de Paka Paka.

Vergüenza le debería dar a este gobierno cuando dice encarnar un “modelo” que defiende a los trabajadores (mientras los acusa) y combatir al neoliberalismo de los 90 (mientras mantiene las privatizaciones menemistas).

Otro tanto hizo Scioli, cuando fue “a poner la cara”, pero para la televisión, después que habían ocurrido las muertes. Igual hizo ante las inundaciones. Y la oposición patronal de los Macri, Alfonsín o Binner sólo pide “control del Estado” para los empresarios privatizadores. Es decir, apoyan que siga el saqueo y el lucro capitalista privado.

La heroica pelea de los ferroviarios del Sarmiento

Igual que en Once, los delegados y trabajadores del Sarmiento demostramos con lujos y detalles que nada había cambiado tras la masacre de Once y que estaban dadas todas las condiciones para que vuelva a ocurrir. Que el Chapa 1 siempre tuvo problemas de frenos y que es un “injerto” con distintos sistemas de ensambles provenientes de distintos países, y que había que sacarlos de circulación.

Sobrero recordó que si el gobierno hubiera cumplido la promesa de poner el sistema de freno automático (ATP), el cual permite que ante cualquier desperfecto el tren pare -como existe en Europa desde hace décadas y ya se implementó acá en el Roca y el subte-, se hubieran evitado nuevas muertes. Pero el gobierno sólo pintó estaciones y puso pantallas Led en los andenes anunciando trenes que nunca llegan. Mientras, sigue destinando subsidios millonarios a las patronales del ferrocarril (Roggio-Romero) sin que haya ningún cambio estructural.

Sobrero y quien escribe denunciamos que a un mes de lo de Once el mismo tren (Chapa 1) estuvo a punto de chocar. Formación que estuvo seis meses parada y salió a prestar servicio en malas condiciones. Que haya “frenos nuevos” no indica nada, si no cumplen la función de frenar el tren cuando se lo necesita y el sistema de señalización es de 1921.

Cárcel a los verdaderos responsables y reestatización

Los delegados del Sarmiento en defensa del maquinista -más las declaraciones del gremio de Señaleros, la Fraternidad y la de los familiares de las víctimas de Once en el mismo sentido-, sumado al enorme repudio popular contra el gobierno, ha tenido un primer avance, que se libere al maquinista y se le baje la calificación penal. Pero sigue acusado. Ahora la justicia ha imputado a jerárquicos de la empresa (Ugoms) y de Emfer, quienes autorizaron salir a la formación en esas condiciones. Pero ninguno de los verdaderos responsables (empresarios y funcionarios de gobierno) están presos. La misma impunidad que existe ante la masacre de Once. Mientras, en la pericia que se va a hacer, hay peritos denunciados por ser parte de vaciamientos anteriores, y no han dejado participar a los trabajadores.

La “falla humana” hay que buscarla en los verdaderos responsables de esta nueva masacre: el gobierno y las patronales Roggio-Romero. Exigiendo una comisión investigadora independiente. Y una salida de fondo como mostramos en estas páginas: reestatizando todo el sistema ferroviario (empezando por el Sarmiento y el Mitre) bajo gestión de trabajadores y usuarios.


Subsidios millonarios

En ocho años de gobierno kirchnerista se destinaron alrededor de 25.000 millones de pesos en subsidios a las patronales del ferrocarril. Sólo en el último año fueron 6.800. El valor de cada vagón es de 8 millones. Quiere decir que el kirchnerismo le entregó en todos estos años a TBA, Roggio y compañía, en subsidios, el valor de 3.000 vagones.

A su vez, siguen los negociados. Emfer, la empresa de Cirigliano-TBA, le factura al Estado 900 mil pesos para reparar un vagón, casi el valor de uno nuevo. Parece increíble, pero es cierto.


Familiares: “Acá hay responsabilidades políticas”

“Los cambios que se hicieron son cosméticos. Acá hay responsabilidades políticas”, dijeron los padres del joven Menghini, muerto en Once. Reclamando, además, que se vaya Randazzo. “Nos cansamos de advertir que esto podía volver a pasar. Estamos reviviendo Once en Castelar”, concluyeron.

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