Ley de Medios: ¿Ahora habrá más “pluralidad de voces”?

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Exigimos que se respete la estabilidad y los derechos laborales de todos los trabajadores de prensaEl kirchnerismo “se anotó” un triunfo tras el fallo de la Corte. Nada de esto garantiza que ahora se reflejarán más las luchas de los trabajadores y el pueblo, ni que podrá escucharse la voz de la izquierda.

Escribe: José Castillo 

En una monumental lección de la mentira de la “división de poderes”, la Corte Suprema de Justicia le dio la razón al gobierno en su disputa por los dos artículos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que el Grupo Clarín había pedido que se declararan anticonstitucionales.

La “casualidad” de dar a conocer la sentencia apenas dos días después de la paliza electoral que recibió el kirchnerismo tenía como objetivo fundamental “darle aire” al gobierno y tratar de fortalecerlo un poco. Éste aprovechó y “sobreactuó”. Convocó a lo que terminó siendo una escuálida concentración en el Congreso para “festejar” y, dos días después, Martín Sabbatella, presidente de la AFSCA, realizó una puesta en escena ayudado por todos los medios oficialistas, presentándose a “notificar del fallo” a Clarín. El multimedio, a su vez, respondió presentando un plan de adecuación a la ley, donde queda claro su voluntad de “dividirse” truchamente el grupo entre sus socios. En realidad, es lo mismo que hicieron en su momento, “para actuar” conforme a la ley, el grupo Manzano, Cristóbal López y Telefónica (con Telefé), que fue aceptado como válido por la AFSCA. Conclusión: de un lado probablemente quede un Grupo Clarín un poco más chiquito y subdividido formalmente en seis empresas, y del otro, “la red de medios” del kirchnerismo, incluyendo los públicos y los de empresarios amigos.

¿Y la democratización?

Cristina Kirchner nos vendió la Ley de Medios en 2009 como la panacea de “voces para todos”. Teóricamente, tras la eliminación de la vieja ley de radiodifusión de la dictadura, los que nunca habían accedido a los medios ahora podrían hacerlo. Se iban a acabar los monopolios y los sectores populares, las entidades comunitarias, los pueblos originarios, las escuelas y un largo etcétera, iban a tener a su disposición el 33% del espacio audiovisual.

Pasaron casi cuatro años. Salvo los dos artículos cuestionados por Clarín, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual está vigente. ¿Qué pasó desde entonces? El kirchnerismo continuó y profundizó el uso descaradamente partidista de los medios públicos (Canal 7, Radio Nacional y sus repetidoras, Telam) con situaciones que rozan lo escandaloso, como 6-7-8 o las propagandas que acompañan las transmisiones de Fútbol Para Todos. Pero a eso le sumó la adquisición vía empresarios amigos de una inmensa red de canales de televisión y emisoras de radio, pasando por encima incluso de las propias disposiciones de la Ley de Medios, como fue el caso de C5N y Radio 10. O violando la disposición que prohibía la propiedad mayoritaria de medios por empresas extranjeras, tal el caso de Canal 9 y Telefé, escandalosamente vinculada a la Telefónica de España. Y del famoso 33% para las entidades “sin fines de lucro”, sólo se repartió a dedo una parte a burocracias sindicales amigas o a agrupaciones kirchneristas. Abundan las denuncias de radios y televisoras realmente populares y comunitarias a las que se les negó sistemáticamente el acceso. Viene quedando claro que el único interés del gobierno es crear un gran multimedio oficialista al servicio de su proyecto político. Y “derrotar” o “domesticar” al Grupo Clarín, luego que éste, después de ser el “amigo predilecto del kirchnerismo” hasta fines de 2007 (recibiendo innumerables favores por ello, como la fusión de Cablevisión y Multicanal), se “pasó” a la oposición.

Nosotros conocemos perfectamente qué es el Grupo Clarín: sabemos de su política antisindical contra sus trabajadores. Tenemos claridad sobre cómo silencia o distorsiona las luchas populares y del lugar marginal que le da a la voz de la izquierda en sus programas. Pero también verificamos lo que el gobierno hace con sus medios públicos y con los privados que influencia: igual de “demonizador” de las luchas, igual de distorsionador, igual de silenciador.

La propuesta de los socialistas es clara: sólo habrá “pluralidad de voces” cuando se distribuya democráticamente los espacios en todos los medios gráficos, audiovisuales y los que surjan como consecuencia de las nuevas tecnologías, dando real acceso a las organizaciones de la clase trabajadora, los sectores populares y la izquierda. Sólo habrá “acceso democrático a la información” cuando se instituya un Triple Play a precios populares, para que absolutamente todos gocen del servicio de telefonía, televisión por cable e internet. Y sólo habrá “desmonopolización” cuando terminemos con quienes se vienen quedando con toda la infraestructura de comunicaciones en el país: Telefónica y Telecom, procediendo a reestatizarlas y poniéndolas a funcionar bajo la gestión de sus trabajadores y usuarios.

Mientras siga la pelea gobierno- Clarín, exigimos el respeto de los derechos laborales de los trabajadores de prensa; que no haya ningún despido y desplazamiento; que se cumpla con el Estatuto del periodista y que los trabajadores elijan a las gerencias de noticias y jefaturas de redacción.

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