Después de llenarse la boca hablando de “paritarias libres y sin techo”, la presidente pidió no homologar acuerdos que tengan “un 3 adelante”, es decir, para que no lleguen al 30% (Clarín, 27/4). Por eso ordenó desactivar el acuerdo ya alcanzado entre los empleados de Comercio y las cámaras patronales del sector, que superaba ese porcentaje. ¿Si esto no es un techo salarial?

Además, el gobierno sigue sin eximir del pago de Ganancias a más de un millón de trabajadores. Todo esto después de “poner el grito en el cielo” tras las declara- ciones de Héctor Méndez, titular de la UIA, quien dijo que los empresarios darían un 20% máximo.

Cristina quiere que los principales gremios firmen por menos del 30%, así usa esas paritarias como caso testigo para el resto de los trabajadores. Es lo que quiere hacer con la UOM de Caló, con una paritaria empantanada. Caló decidió un paro de 36 horas que todavía tiene en suspenso a pesar de la negativa de las patronales en dar un miserable aumento y en cuotas. El Smata habría firmado por el magro 26% (Clarín, 27/4). Pero algunos sindicatos piden más. Aceiteros reclama un 42% de aumento.

Mientras a los trabajadores nos ponen techos, el gobierno autoriza aumentos en los “precios cuidados”. Esto agrava el desfasaje salarial que se viene arrastrando desde 2014, cuando la inflación pegó un salto del 40% y los aumentos de salarios se firmaron por el 30% promedio. La situación salarial de millones de trabajadores es directamente de pobreza. Según el Indec, 12 millones de personas ganan 5.500 pesos y la canasta familiar para una familia tipo está en 12.666 pesos.

Cristina y la UIA pueden fijar topes a las paritarias porque cuentan con grandes aliados entre los dirigentes sindicales burocráticos, como Caló, Gerardo Martínez, Cavalieri, Yasky y tantos otros. En medio de las negociaciones algunos caciques han amagado con medidas de fuerza. Los gremios del transporte se reunirán el 12 de mayo para analizar un posible nuevo paro del sector, pero hasta ahora solo han decidido enviarle una solicitada a Cristina para que los reciba. Y la Federación de Luz y Fuerza pararía el próximo 13 de mayo.

Quien se ha borrado olímpicamente es Hugo Moyano de la CGT, junto a Barrionuevo. Después del exitoso para del 31 de marzo no han llamado a ninguna medida de lucha, cuando lo que hace falta es un plan de lucha nacional con un nuevo paro de 36 horas. Pero parece que Moyano ha priorizado el apoyo a políticos patronales (ver en esta página), no en defender a los trabajadores en la pulseada que están librando en las paritarias.

Repudiamos este nuevo intento de Cristina y las patronales de firmar paritarias por debajo de la inflación con topes arbitrarios. En cada fábrica y lugar de trabajo hay que reclamar aumentos de salarios igual a la canasta familiar. Paritarias libres y sin techo. No al impuesto al salario (Ganancias). Exigiendo a los dirigentes que abandonen su pasividad y fijen un plan de lucha. Exigencia que hay que hacer esencialmente a la CGT Moyano.

A.F.