Juan Carlos Giordano, Diputado Nacional electo por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda, señaló: “La movilización y la bronca popular logró doblegar la decisión de los diputados de Cambiemos de votar el robo a los jubilados con la complicidad de sectores del peronismo. El pacto que había acordado Macri con los gobernadores del PJ y la CGT se resquebrajó. La CGT se vio obligada a amagar con un paro. Miles en las calles lograron frenar estas leyes de ajuste antipopular que el gobierno quiso imponer mediante una brutal represión. La única violencia fue de la Gendarmería y la Policía Federal contra los manifestantes y periodistas. Nada de eso pudo evitar una crisis política que obligó a levantar la escandalosa sesión.”
Seguimos en plena campaña financiera entre nuestros militantes, simpatizantes, amigos, familiares y lectores de
El Socialista, redoblando esfuerzos para que más compañeros comprendan la necesidad de colaborar económicamente con el sostenimiento de nuestro partido. Sin ese aporte solidario no podemos construir esta alternativa política independiente del gobierno y de todas las variantes patronales que pactan planes de ajuste y reformas antiobreras y antipopulares con los empresarios, los bancos y las multinacionales. No recibimos ni queremos recibir aportes de ninguno de ellos, todos socios a la hora del ajuste y el saqueo; ni tampoco de la burocracia sindical traidora, cómplice de las políticas que llevan a nuestro pueblo al hambre y la miseria.
Escribe Miguel Lamas
Desde principios del siglo XX el imperialismo inglés que dominaba Palestina hizo un acuerdo con el sionismo, movimiento de extrema derecha judío, para colonizar el territorio palestino. Después de la Segunda Guerra mundial, centenares de miles de judíos europeos, sobrevivientes del genocidio nazi en Europa, fueron usados como carne de cañón para dominar Medio Oriente, aplastando al nacionalismo árabe y ocupando Palestina. En 1948 el acto fundacional del Estado de Israel significó la expulsión de casi un millón de palestinos con métodos terroristas a cargo del Irgún, organización paramilitar sionista. El nuevo Estado de Israel fue reconocido por Estados Unidos, Gran Bretaña y otras potencias imperialistas, y también por la Unión Soviética de Stalin.
Escribe Miguel Lamas
La orden de Trump de trasladar la embajada yanqui a Jerusalén respalda la pretensión israelí de apropiarse de toda la ciudad histórica, de profunda significación cultural y religiosa y termina de desmontar la farsa de la supuesta “paz” basada en dos Estados (Israel y Palestina).
En el tratado de Oslo de 1992, Yasser Arafat, el histórico dirigente palestino (fallecido en 2004, envenenado por servicios de Israel) aceptó la idea de un futuro Estado palestino