Escribe Mercedes Trimarchi, Diputada provincial electa Izquierda Socialista/FIT
El sábado 23 de marzo marcharon en Buenos Aires y en algunas otras ciudades del país partidarios de los pañuelos celestes con la consigna “salvemos las dos vidas”, en contra de la despenalización del aborto voluntario. La movilización contó con la adhesión de la Conferencia Episcopal, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas y diversas ONG mal llamadas “provida”. Según los organizadores, la marcha que cada año se realiza como celebración del día del niño por nacer tuvo como objetivo central llevar un mensaje claro a los legisladores: que no se trate este año el proyecto de ley por la legalización del aborto.
De la marcha participaron personajes como Cecilia Pando, que irónicamente dice estar a favor de la vida, pero es la abogada defensora de los genocidas que torturaron, asesinaron y se apropiaron de bebés nacidos en los centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar. Otro de los convocantes fue el reaccionario y misógino Agustín Laje, el “intelectual” estrella de la derecha local y latinoamericana, que también defiende los crímenes de lesa humanidad perpetrados a partir del golpe del ´76.
La frutilla del postre de esta convocatoria fue la entrevista en vivo que le hicieron a Alejandro Geyer, coordinador de la marcha y declarado opositor de la educación sexual obligatoria en las escuelas. Ante la consulta sobre el caso de la nena tucumana que fue violada, quedó embarazada y luego fue sometida a una cesárea, Geyer sugirió que niñas de 10 años pueden tener relaciones sexuales consentidas y ser madres. Una barbaridad que rápidamente fue repudiada por la propia periodista y en las redes con la consigna #Niñas No Madres.
Las imágenes aéreas de la peregrinación en Buenos Aires por la Avenida del Libertador hacia la Facultad de Derecho (UBA) muestran que la marcha fue mucho más chica que la que se realizó el año pasado. Y el dato más llamativo se dio en la provincia de Tucumán, ya que en relación con 2018 los antiderechos no llegaron a movilizar ni un 10 por ciento de lo que habían agrupado en esa oportunidad. Lo opuesto a lo que sucede en el movimiento de mujeres, que continúa creciendo. Así lo demostramos el pasado #8M con la Plaza de Mayo repleta con cientos de miles de personas exigiendo el aborto legal, seguro y gratuito.
Por octava vez se presenta en el Congreso el proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Será nuestro desafío seguir en las calles demostrando nuestra fuerza y, a la vez, presionando para que el proyecto se debata y se apruebe para terminar con la práctica clandestina del aborto.
Escribe Mercedes Trimarchi, Diputada provincial Izquierda Socialista/FIT
Nuevamente, las mujeres hicimos que la Tierra tiemble por nuestros reclamos. Esta vez, la jornada se convocó como huelga internacional feminista. Las movilizaciones que se dieron en más de cincuenta ciudades del mundo muestran que la ola de luchas feministas no se detiene.
Otra vez las calles fueron tomadas contra los planes de ajuste de todos los gobiernos capitalistas. En el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras fueron masivas las concentraciones y marchas que en todo el planeta se hicieron por la igualdad salarial, contra los femicidios, las violaciones y todas las violencias de género.
En el Estado español se registraron multitudinarias movilizaciones en las principales ciudades del país. En Madrid marcharon unas 400.000 personas y en Barcelona 250.000. Se destacaron las movilizaciones en Noruega, Corea del Sur, México, Paraguay, Irán, China, entre otros países. En Chile, las mujeres que vienen de un 2018 de tomas de las universidades contra la violencia sexual, organizaron una jornada que superó todas las expectativas y solo en el centro de Santiago se concentraron unas 250.000 personas.
En la Argentina, frente a todos los pronósticos de los antiderechos que auguraban una marcha chica, el movimiento de mujeres, lesbianas, trans y travestis nuevamente tomó las calles del país. En Buenos Aires, según el diario La Nación (que no es justamente un aliado feminista) tuvo que reconocer que en la Plaza de Mayo hubo más de 300.000 personas. En Córdoba marcharon unas 70.000 y en Rosario cerca de 50.000. Solo viendo los números se demuestra que el movimiento de mujeres no fue derrotado como pretenden Macri, los gobernadores y las cúpulas de las iglesias. Mas bien todo lo contrario: este 2019, sin dudas, será otra vez el año de las mujeres que se movilizan para conquistar sus derechos.
La Plaza de Mayo se tiñó de verde
El pañuelo verde en alto de cientos de miles al finalizar el acto en la Plaza de Mayo demostró que el reclamo por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito sigue siendo la demanda más sentida del movimiento de mujeres. Y muestra también que aunque no se haya votado a favor el año pasado, las feministas estamos dispuestas a dar la pelea hasta que #SeaLey.
Sin embargo, todos los partidos patronales impulsan que este año, como hay elecciones, no conviene hablar de aborto. Elisa Carrió (Cambiemos) planteó un plebiscito para 2020. Cristina en diciembre pasado llamó a unir los pañuelos verdes con los celestes y ahora convocó directamente a los evangélicos a armar el partido celeste dentro de sus filas. Por su parte, Ofelia Fernández, del Frente Patria Grande que lidera Grabois, junto al Vaticano, también dijo que había que bajar el reclamo este año. Desde Isadora e Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda opinamos lo opuesto. Sí queremos que este año se discuta y se apruebe el aborto legal en nuestro país. Les recordamos que el aborto existe, y son cientos de miles al año quienes deciden hacerlo, incluso cargando el peso de la clandestinidad. Las mujeres, sin importar la edad, sus creencias o su condición social abortan, pero son las pobres las que terminan con graves consecuencias en la salud y, lo que es peor, muertas, si no se legaliza.
Por eso insistimos: no a la unidad con los antiderechos, ni bajamos nuestro reclamo. Seguiremos levantando el pañuelo verde como lo hicimos este #8M por nuestro derecho a decidir. El movimiento feminista debe ser independiente de los gobiernos y de los partidos patronales aliados a las iglesias reaccionarias y misóginas. Solo confiamos en la movilización de las mujeres que, junto a la clase trabajadora, somos quienes podemos terminar con esta sociedad capitalista patriarcal. Les invitamos a sumarse a Isadora e Izquierda Socialista para dar con más fuerza esta pelea por un mundo sin explotación ni opresión.
Escribe Malena Zetnik
Tras sufrir una violación, Lucía de 11 años fue obligada a seguir con su embarazo porque en la provincia de Tucumán, desde el gobernador peronista Manzur, pasando por la ministra de salud Rossana Chahlay, muchos funcionarios y médicos pretenden imponer los fundamentalismos religiosos sobre los derechos de las mujeres y niñas.
Sin embargo, la doctora Cecilia Ousset y el doctor José Gigena se enfrentaron a la presión del gobierno local, la corporación médica y la Iglesia y realizaron la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), a través una microcesárea a la niña.
No contentos con dilatar el sufrimiento de la Lucía con las trabas puestas al derecho a la ILE y con la publicitación de su identidad y la de su familia, los antiderechos quieren ahora ir contra los médicos que garantizaron la práctica. Aunque no hay delito alguno ya que desde 1921 el artículo 86 del Código Penal Argentino dice que el aborto en caso de violación es legal y desde 2012 la Corte Suprema de Justicia lo ratificó con el fallo F.A.L., un grupo de abogados tucumanos fundamentalistas denunciaron por homicidio a Gigena y Ousset y la fiscal Adriana Giannoni, a cargo de la Fiscalía Especializada en Homicidios Nº 1, le dio curso.
Ante estos hechos llamamos a la máxima solidaridad con quienes garantizan los derechos frente a las prácticas de tortura del Estado que pretende obligar a las niñas violadas a parir. Por el cumplimiento inmediato de la ILE en todos los casos en que sea requerida. ¡Separación ya de la Iglesia y el Estado! Hoy más que nunca se mantiene vigente nuestro reclamo por el aborto legal seguro y gratuito.
Escribe Malena Zetnik
Después de la inmensa movilización que se realizó en Buenos Aires el 8M comenzaron a difundirse fotos y notas periodísticas informando que desde la organización del acto de cierre tuvieron que salir a pedir el aporte solidario de las personas que estaban en la Plaza de Mayo para juntar el dinero correspondiente al pago del sonido del acto.
Y debemos afirmar que fue así. Una vez más, las CTA, la Corriente Federal de la CGT y otras organizaciones como la CCC-PCR, después de participar en todas las asambleas de organización de la gran jornada de lucha decidieron darle la espalda al reclamo de las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binarias movilizadas. No se jugaron a realizar realmente un paro efectivo por el conjunto de las demandas que viene reclamando este gran movimiento ni aportaron la parte del dinero al que se habían comprometido.
Aunque el acto estuvo en peligro por esta maniobra de las centrales, lo cierto es que la fuerza de la genuina movilización pudo más. Por ello, utilizando el criterio que tenemos todas las organizaciones independientes de los gobiernos y porque rechazamos el clientelismo político hicimos pública esta situación y logramos juntar, con el aporte solidario de quienes estaban presentes, el dinero faltante para realizar el acto.
Escribe Euge Duncan
Este fin de semana se realizó en Córdoba una nueva plenaria de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, de la que participamos compañeras de Isadora e Izquierda Socialista de distintas provincias.
Allí se discutieron las modificaciones del nuevo proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que se presentará nuevamente en el Congreso durante el mes de abril. A su vez, se ratificó la pelea para que no se obstaculice ningún caso de interrupción legal del embarazo (ILE), como ocurrió en Tucumán y Jujuy. La plenaria también se posicionó por la reincorporación de Fernanda Fernández, trabajadora precarizada y despedida por Manzur por defender que se garantice el derecho a la ILE a la niña de 11 años violada en Tucumán.
Mientras todos los partidos patronales tejen alianzas con los sectores antiderechos de las iglesias católica y evangélicas y dicen que no hay que discutir aborto este año por las elecciones, la movilización del 8M se tiñó de verde y ratificó que la pelea por este derecho sigue más vigente que nunca. Las movilizaciones que vivimos durante 2018 y que continúan este año demostraron que el movimiento de mujeres exige la aprobación de la ley. Desde Isadora e Izquierda Socialista estamos convencidas de que debemos continuar en las calles exigiendo que el proyecto que se presentará en breve se trate y se apruebe. ¡Aborto legal ya! ¡Que sea ley!