May 19, 2024 Last Updated 6:07 PM, May 18, 2024

Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop

Después de semanas de enviar a la población el engañoso mensaje de que “lo peor ya pasó”, no se pudo ocultar más la realidad. La pandemia, como un tsunami, comenzó a invadir provincias y ciudades que habían dado importantes pasos en la flexibilización de las medidas de aislamiento. Jujuy, Mendoza, Salta y Santa Fe, Ledesma, Orán, Rosario y otras contribuyen a elevar las cifras de contagios y, desgraciadamente, de muertes de víctimas de la infección por el nuevo coronavirus. Los gobiernos, nacional y provinciales, peronistas, radicales y de Cambiemos empezaron a reconocer a regañadientes que “lo peor es ahora”.

El virus circula más que nunca

Las cifras de todo el país son categóricas, rondamos el medio millón de contagiados. En lo que va del año estamos superando los 10.000 decesos causados por Covid-19. Esto equivale ya al tercio de las muertes por influenza y neumonía de un año. El virus circula cada vez más. Según las aseguradoras de riesgos del trabajo, sobre los nueve millones de trabajadores registrados ya hay seis que volvieron a la actividad y proveen el 18% de los contagios. Proyectado a la suma de cuentapropistas y trabajadores en negro (activos por necesidad) se puede decir que el 37% de los contagios provendrían de lugares de trabajo, lo que contribuye a la circulación del virus.

La pandemia se convirtió en un tsunami que inunda todo el país

Descontando el AMBA, Jujuy encabeza el ranking de las provincias con mayor número de contagios, 268 cada 100.000 habitantes. Le siguen Tierra del Fuego, con 219, y Mendoza, con 175. Río Negro, Santa Cruz, Neuquén, Santa Fe, Tucumán y Salta completan la lista de las provincias con más de cien contagiados por 100.000 habitantes. Alarmantes son las cifras de algunas provincias de rápido crecimiento en las últimas semanas. Jujuy creció mil casos en una semana para llegar a 9.549. Mendoza, Santa Fe, Salta y Tucumán también presentan crecimientos rápidos, superando al AMBA en la velocidad de crecimiento.

En esta pandemia hay víctimas propiciatorias, los trabajadores de la salud. Los contagios de estos trabajadores se cuentan por miles en todo el país. Los decesos, solo los registrados oficialmente en la provincia de Buenos Aires, son setenta y cinco. Si bien las proporciones varían por provincia y aun en cada establecimiento, se puede decir que la enfermería aporta más de la mitad de los contagiados. Esto tiene mucho que ver con los bajos salarios, que obligan a practicar el pluriempleo. La cuestión salarial se ha convertido en un reclamo central del sector. Si hace meses la principal reivindicación era por los elementos de protección personal, hoy es por el salario.

Protestas de los trabajadores de la salud

La semana pasada, en la provincia de Misiones, docentes autoconvocados y enfermeros cortaron la ruta 14 en el acceso a la ciudad de San Vicente reclamando aumento salarial. En Córdoba, los médicos residentes del Hospital Italiano se concentraron para protestar por el descuento arbitrario que la empresa dueña del hospital hizo a sus ya magros salarios. En Santa Fe, los profesionales de la salud agrupados en Sipros reclaman también aumento salarial en la discusión paritaria. En Mendoza, los profesionales preparaban para hoy, miércoles 9, una caravana con “chaquetazo” frente a la Casa de Gobierno reclamando también salarios dignos. En Jujuy, el gremio de los profesionales de la salud del estado provincial prepara una movilización para el 10 de septiembre.

En Salta, con los casos de Covid en ascenso, se combinan la movilización de los trabajadores con la reacción de la población ante los desmanejos del gobierno provincial. En Orán, durante tres noches seguidas, la población realizó cacerolazos y caravanas reclamando mejoras en la atención de la pandemia. Apsades, el gremio de los profesionales de la salud, reclama elementos de protección, testeos para el personal de salud e insumos frente al derrumbe del sistema.

En el AMBA, Cicop y organizaciones sindicales independientes como la Asociación del Servicio Social de la CABA, la gremial del Moyano y la gremial de profesionales del Garrahan convocan a una acción el jueves 10.

Una numerosa autoconvocatoria de enfermería nacional, pero con centro en el AMBA, está cobrando difusión por las redes. Se postula una jornada de lucha el 21 de septiembre con concentración en la Plaza de Mayo.

Todas estas iniciativas combativas, por ahora aisladas, expresan la resistencia de los trabajadores de la salud. Apoyémoslas y ayudemos a desarrollarlas en la perspectiva de lograr una coordinación que permita a todos los integrantes de los equipos de salud alcanzar una unidad en la lucha por mejores salarios, condiciones de trabajo dignas y un sistema sanitario al servicio de las necesidades populares.

Escribe Martín Fú

El presentimiento de Cristina Castro, de que el cuerpo hallado el pasado 15 de agosto por pescadores en la zona de Cabeza de Buey, en cercanías a Vilariño, era el de su hijo Facundo Astudillo Castro, lamentablemente fue confirmado por el Equipo Argentino de Antropología Forense. En los próximos treinta días se conocerán las causas de su muerte.

Desde su desaparición, su familia viene luchando contra la desidia de la policía, la Justicia y los gobiernos de Nación y provincia de Buenos Aires que, frente a interminables promesas de conocer qué pasó con Facundo y dónde estaba, en los hechos solo montaron un enorme aparato de encubrimiento de la nefasta policía bonaerense. Sin embargo, a pesar de los intentos, los recursos volcados y la inefable ayuda de algunos medios de comunicación, no pudieron con la determinación de Cristina y sus abogados de encaminar la búsqueda de la verdad.

A fuerza de garra y firmeza, al afirmar desde un primer momento que a Facundo lo desapareció la bonaerense de Kicillof y su ministro Berni, y que buscaban levantar una pared de encubrimiento sobre el accionar policial, lograron que, de a poco, se va cayendo y desnudando la responsabilidad de la bonaerense y el gobierno, que desde Izquierda Socialista venimos denunciando semana a semana.

Una macabra postal profundiza la fama ganada de la policía bonaerense: nuevos restos óseos fueron encontrados en el área donde apareció Facundo. Al ser contrastados por el Equipo Argentino de Antropología Forense, resultaron ser incompatibles y corresponderían a dos cuerpos distintos, por lo que el abogado Leandro Aparicio definió al cangrejal “como un cementerio clandestino de la bonaerense” (Télam, 4/9/2020). La policía sigue manteniendo su ADN asesino y todos los gobernadores que han administrado la provincia han sabido sostenerlo.

Fue nuevamente una prueba aportada por la familia la que sigue apuntalando una cadena de crímenes y violencia llevada adelante por la maldita policía. Un patrullero que se apartó de su zona de rondas y fue geolocalizado el 8 de mayo en el cangrejal donde meses después se encontró el cuerpo (ver El Socialista Nº 475) dio positivo con el rastro de Facundo, nuevamente los perros del perito Marcos Herrero destrozaron el asiento trasero del vehículo. Podríamos seguir haciendo un recuento de pruebas y datos en donde la Bonaerense cada vez se hunde más en el lodazal, a pesar de la impunidad y el encubrimiento con los que todavía cuenta. Y para eso nada mejor que el ex carapintada e infiltrado de luchas obreras, el ministro Berni, quien sigue siendo la voz campante de esta campaña que pretende desligar su responsabilidad política de mando sobre la policía y el gobierno. Que busca salir indemne de los crecientes abusos que lo interpelan nuevamente durante la cuarentena, que a pesar de haber transcurrido treinta y siete años de la última dictadura militar, bajo un gobierno democrático recientemente elegido, peronista y con tintes “populares”, sigue engrosando el listado interminable de desaparecidos en democracia y los ascendentes casos de violencia institucional que descarga su odio racista y de clase contra jóvenes humildes y trabajadores, sus víctimas predilectas.

A Berni, cada vez más enfrascado en buscar empalmar con los sectores más reaccionarios, no le tiembla el pulso para postularse como un pro “mano dura”. Ahora, tras el anuncio del presidente Fernández sobre el “nuevo” plan de seguridad, que dotará a la provincia de Buenos Aires y a su Ministerio de Seguridad de mayores recursos y personal para que seguramente haya más “Facundos” y un control social más férreo basado en mayor represión, el ministro ostentará sus laureles, como lo demostró en las luchas obreras, en el caso de Lear y el desalojo de la toma de tierras en el Parque Indoamericano, con tres muertos y varios heridos de bala, que lo tuvieron como protagonista.

Justicia para Facundo. Movilizar hasta conocer la verdad

Con muchísimo dolor, Cristina, la familia y sus amigos despidieron los restos de Facundo en Pedro Luro.  Enterrado bajo una bandera de su club, Boca Juniors, y ante la promesa de su madre, “tu bruja velará por ti, por justicia, vuela alto mi niño”, Cristina recordó cómo Facundo y sus amigos eran estigmatizados por la policía.

Diversas actividades, actos y movilizaciones se han realizado en la última semana a lo largo del país. El jueves 3, en CABA, Izquierda Socialista marchó en una gran columna junto con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia y organizaciones políticas, sindicales y de derechos humanos desde Congreso a Plaza de Mayo, reclamando el esclarecimiento del hecho, el castigo a todos los responsables y exigiendo nuevamente “fuera Berni”. En el interior de la provincia, La Plata y otras ciudades se realizaron movilizaciones con las mismas consignas. En Córdoba, nuestra compañera Noelia Agüero, y en Neuquén Angélica Lagunas exigieron el castigo a todos los culpables y “fuera Berni”. Rosario, Jujuy, Río Negro, Salta, Tucumán fueron algunas de las ciudades que replicaron la jornada con las mismas consignas.

Ya circula un petitorio de firmas exigiendo la renuncia de Berni, encabezado por la madre de Facundo, Cristina Castro, junto a reconocidas personalidades de los derechos humanos, sindicales y políticas, al que acompañamos desde Izquierda Socialista.

Seguiremos junto a Cristina movilizados en la lucha por la verdad, exigiendo que todos los responsables sean juzgados y condenados, y para ello sostenemos que es imprescindible que la investigación sea llevada adelante por una comisión investigadora independiente conformada por profesionales idóneos, personalidades intachables, organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales independientes de los gobiernos, porque solo así podremos ir a fondo y conocer qué pasó con Facundo y quiénes son los responsables.

El Socialista entrevistó* a Leandro Aparicio, uno de los abogados de la familia de Facundo Astudillo Castro. Aparicio, que ha participado de otras causas por desaparición forzada de personas, nos relata el siniestro laberinto que construyen sectores de las fuerzas de seguridad del Estado para ocultar sus crímenes.

E.S.– Tanto Cristina Castro, como ustedes, sus abogados, afirman que Facundo fue víctima de una desaparición forzada. ¿Cuáles son las pruebas para sostener esa tesis?

L.A.– Los motivos para tener certeza se basan en pruebas subjetivas y pruebas objetivas. Por ejemplo, los tres testimonios de personas que viajaban de Pedro Luro a Bahía Blanca y vieron que Facundo era subido a un vehículo policial a 10 kilómetros de Mayor Buratovich. Dos testigos, veinte minutos después, lo ven tirado en la ruta en Teniente Origoni. El souvenir, en forma de una pequeña sandía con las vaquitas de San Antonio, encontrado en el calabozo de Teniente Origoni. A todo eso, el 15 de agosto se le suma el esqueleto totalmente descarnado, con una zapatilla de Facundo intacta, impecable. Eso es lo que configura el delito de desaparición forzada. Además, la última fuerza de seguridad que lo vio fue la policía, que se ve obligada a dar explicaciones, que son totalmente inconsistentes.

E.S.– ¿Las contradicciones presentadas por la policía para justificar la hipótesis de “accidente” cómo se encadenan con los demás sectores involucrados en la investigación?

L.A.– La explicación de la policía es que dos agentes lo pararon y lo dejaron seguir. La hermanastra de una de esas policías, supuestamente, lo vio haciendo dedo y lo lleva hasta Teniente Origoni. Otro policía de Origoni dice que dio la orden que lo dejen seguir. De ser ciertas, son todas situaciones ilegales. Tendrían que haberlo imputado de algo, de violar la cuarentena por ejemplo, sin embargo la jueza lo único que hizo fue denunciar a mi amigo y colega de esta causa, Luciano Peretto. En este contexto podemos decir que se aplica un protocolo de encubrimiento. Yo lo he padecido en otras causas que defiendo.

E.S.– ¿Ese protocolo significa que existe un modus operandi de estos agentes que hacen parte de la represión institucionalizada?

L.A.– Claro, ese protocolo consiste en inducir falsas declaraciones, que las personas son suicidas, por ejemplo, como en el caso de Facundo o Iván Torres, o buscar declaraciones de “perejiles”, que son en este caso los hermanos de la ex novia de Facundo. Sembrar pistas falsas, como toda esa parodia que hicieron cuando Cristina y Luciano Peretto van a participar de un rastrillaje y aparece esta policial Xiomara Flores como venida de otro planeta y dice que llevó a Facundo hasta Teniente Origoni, y cuando la mamá la quiere interrogar agacha la cabeza.

E.S.– ¿Qué papel ha jugado el fiscal Santiago Ulpiano Martínez, con antecedentes de denuncias por casos de encubrimiento a la policía bonaerense?

L.A.– Este fiscal, a quien vamos a denunciar penalmente, es el mejor abogado de la policía. Él tiene denuncias desde su nominación de parte del CELS, Hijos y otros organismos de derechos humanos, acusado por desviar investigaciones. Lo que hace el fiscal es un Frankenstein jurídico, destroza las causas, las parte en mil pedazos para dificultar la investigación y encima estamos ahora con una jueza que no imputa absolutamente a nadie, salvo a mi colega Lucho Peretto.

E.S.– ¿Cómo ha actuado el poder político en estas circunstancias?

L.A.– Uno percibe el desfile de la hipocresía. Por ejemplo, el mensaje a Cristina Castro que le manda el secretario privado del ex presidente Macri, que volvió de vacaciones, se siente consternado y quiere hablar con la madre de Facundo. O Patricia Bullrich, que se ofreció a ayudar. Y, por supuesto, decir lo que está pasando en este gobierno “nac & pop” que tiene a este nuevo pequeño Bolsonaro, que fue carapintada, espía de los mineros de Río Turbio, jefe de “los caranchos” cuando en la Panamericana se le tiraban a los coches, fue el que hizo el desalojo “más pacífico de la historia” con tres muertos en el predio del Parque Indoamericano. Es una persona que es un “desaparecedor” más. Los policías le dejan hacer todo a este mamarracho, no es que él sepa, no sabe nada, pero asume una defensa cerrada de la policía y por tanto él, dentro de su función, convierte al Estado en un desaparecedor.

E.S.– Si estamos frente a una asociación ilícita para encubrir el accionar criminal de las fuerzas represivas, ¿quiénes la integran?

L.A.– Esta asociación la integran, obviamente, policías que son el primer núcleo de los que están en Mayor Buratovich, después hay otros agentes, como un comisario de Pedro Luro llamado Briyoni, otro policía de Bahía Blanca llamado Galarza, que es el primero que dice que Facundo ha estado en esa ciudad, con otros policías de la bonaerense que ayudan y acompañan estas tareas de encubrimiento y, por supuesto, el fiscal Ulpiano Martínez. También el periodista Germán Sasso, vinculado a un medio de Bahía Blanca que se llama La Brújula. Otro que es parte de esta organización es Carlos Bevilacqua, el intendente de Villarino. A través del secretario de Seguridad ciudadana han suministrado falsos informes de lectoras de patentes, donde en un día aparece el coche de los tres testigos, y al otro día, como no le gustó, ni siquiera aparece y aparece en el informe el testimonio de la “testigo H”.

E.S.– ¿Cómo continúa este proceso?

L.A.– A esta altura dudamos de todos los datos, lo que queremos es que la lectora de patentes sea auditada. En este contexto, el día lunes 7 va a declarar Cristina y va a hacer que su testimonio sea tomado como una denuncia y vamos a denunciar al señor fiscal y vamos a pedir la recusación de la jueza.

*Entrevistó Adolfo Santos

 

A continuación reproducimos una carta de Cristina Castro que fue difundida en diversos medios:

Es Facundo. Todavía no sé quién filtró información hace dos días, pero ahora sí sabemos que es él. Fueron días de mucha ansiedad, sin poder dormir. Vamos a seguir sosteniendo la carátula de desaparición forzada. Ahora lo que espero es que los medios salgan a pedir disculpas, aunque no creo que lo hagan, porque seguían con sus placas sin importarles nada a pesar del pronunciamiento de la jueza.

Me cuesta un montón, una cosa es decir que sentía que era Facundo, otra es asimilarlo. Me venía preparando para esta situación, pero es una cachetada muy fuerte de la vida. La realidad me está pegando un sopapo inmenso y me cuesta sobrellevarlo, ver la cara de tristeza de mis otros hijos, a mi papá... Me cuesta un montón.

Llegó el momento de traerme a mi flaco de vuelta a casa, para luego seguir peleando, porque todo continúa hasta saber qué pasó con él. De la Justicia solo espero justicia. Que se saque las vendas, las orejeras y el tapabocas.

En este momento solo diré algo que diría Facu, sus propias palabras: Memoria, Verdad y Justicia. Él lo tenía muy presente, fue su lema, por siempre y para siempre. Que el Nunca Más sea Nunca Más en serio.

Escribe Gastón Godoy

La desaparición y el asesinato de Facundo Astudillo Castro por parte de la policía bonaerense no es un hecho aislado. Son cientos los jóvenes que esta fuerza represiva asesina por su forma de vestir, su color de piel, sus ideas o las actividades que realizan.

Facundo militaba en el espacio Jóvenes con Memoria de Pedro Luro. Estaba comprometido para que no terminen en el olvido casos como el suyo, un militante de los derechos humanos que gritó Nunca Más. Ahora sus reclamos se multiplicaron y toman más visibilidad.

Al respecto, su mamá Cristina recordó que “Facundo participó en la elaboración del primer libro sobre desaparecidos en el distrito y viajó a Chapadmalal a un encuentro provincial. Le interesaba mucho ese tema y la violencia institucional”.

 “Yo también me sentía muy excluido por la sociedad, por mi forma de ser y porque también soy rapero, hago rap. Entonces me visto como una persona que hace rap, y todos me decían ‘no vayan allá porque ese chico mirá cómo va vestido, es chorro, se droga’, y eso nada que ver”, decía Facundo Castro cuando tenía 15 años en el marco de un encuentro del Semillero Cultural de Jóvenes por la Memoria.

Le gustaba practicar deportes, jugaba al voley y al fútbol, era hincha de Boca. Era un joven que estaba muy lejos de representar un “peligro” para la sociedad. Como comentan sus amigos y amigas, estaba siempre de buen humor y bien dispuesto. 

Pero para la policía todo aquel que encaja con ciertos estereotipos es muy propenso a ser parado, detenido, esposado, hasta encarcelado y, muchas veces, asesinado. Esa policía responde a los distintos gobiernos de turno. Hoy al de Alberto Fernández, que en el marco de la cuarentena empoderó al aparato represivo para “garantizar que la cuarentena se cumpla”.   

La mamá de Facundo contó anécdotas que ilustran el maltrato y la persecución policial desde siempre: “Con los chicos habían hecho una canchita a la que iban policías a hostigarlos. Paraban el patrullero y les decían ‘ustedes son chorros, son drogones’ y les pegaban sopapos y patadas en el culo”. “Para ellos era un deleite, que todas las mamás del semillero y la batucada vivimos en carne propia”. La mamá de Facundo también habló de los casos de decenas de madres y padres, que también sufrieron el asesinato de un hijo en manos de la policía, que la han llamado para solidarizarse. “Me llamaban y me decían ‘a mi hijo lo detuvieron en la comisaría, y supuestamente se suicidó’. Son miles los casos”.

Desde Izquierda Socialista seguimos exigiendo justicia para Facundo y denunciamos la responsabilidad del gobierno nacional y de la bonaerense de Sergio Berni y Axel Kicillof.

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