Exactamente el mismo día en que la clase trabajadora daba la expresión más contundente de repudio a la política económica del gobierno, el ministro de Economía Axel Kicillof asistía a la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional. La directora del organismo, Christine Lagarde, le dio la bienvenida diciendo: “reiniciamos la cooperación el año pasado, a pedido de las autoridades argentinas” (remarcando estas últimas palabras). Horas después, en una entrevista a la cadena CNN en español, completó afirmando que estaba “encantada” con la presencia de Kicillof en Washington para “discutir los avances en el vínculo con el organismo”.
Finalmente, los propios funcionarios del Fondo dieron a conocer los “detalles”, y terminaron de “deschavar” el doble discurso del gobierno argentino. Alejandro Werner, Director del FMI para el Hemisferio Occidental, había sido el interlocutor directo de Kicillof, con innumerables papeles “extraoficiales” (non-papers, en la jerga del organismo) que circularon en los últimos meses, donde el Fondo dio la “bendición” para la devaluación, el tarifazo y las políticas de “techo salarial”. El FMI lo aceptó como un “ajuste ortodoxo”, lo que abriría las puertas a las posibilidades de que la Argentina volviera a endeudarse con el organismo.
Claro que nada resultará tan sencillo. En la misma reunión, el directorio del Fondo dio a conocer un documento de “diagnóstico” de la Argentina donde prevé un escenario de “incertidumbre” y “alta inflación”, dando a entender que la Argentina debería hacer todavía “muchos más deberes” (léase más ajuste, pagar la deuda pendiente con el Club de París, arreglar con los “holdouts” -bonistas que quedaron fuera de los canjes de deuda 2005 y 2010-), antes de conseguir créditos del organismo.
Se acaba el doble discurso
Cuando a fines de 2005 se pagaron 10.000 millones de dólares en efectivo y por adelantado al FMI, la excusa fue que era “para liberarnos”. Se dijo que ya nunca más recurriríamos a ese odiado organismo internacional. Más adelante, en 2007, Cristina hizo su campaña presidencial con un spot que decía: “logramos que tus hijos no tengan idea qué es el FMI”.
¡Era una mentira total! Todos estos años nos la pasamos denunciando el doble discurso de un gobierno que “despotricaba” contra los organismos internacionales, mientras seguía negociando con ellos bajo cuerda. Ahora llegó la hora de la verdad. El gobierno de Cristina, desesperado porque se le están acabando aceleradamente las cajas para financiarse (Anses, Reservas del Banco Central), larga un brutal ajuste y sale a buscar nuevo endeudamiento, pidiendo el aval del Fondo.
Millones de trabajadores y sectores populares ya se han dado cuenta de que no existe ningún modelo de “independencia económica y redistribución de la riqueza”. Va quedando cada día más claro que éste es un modelo económico de dependencia. Seguimos siendo una semicolonia del imperialismo. Una primera expresión de esto lo tuvimos cuando el propio gobierno reconoció que en los años del kirchnerismo llevábamos pagados 175.000 millones de dólares “cash” en concepto de deuda externa. La presencia de Kicillof en la reunión del FMI y todo lo revelado esta semana son una nueva expresión.
Nuestra propuesta es exactamente la opuesta a la del gobierno: en vez de ir a arrastrarse ante los organismos internacionales hay que romper con el FMI y proponer un Frente de Países Deudores mientras dejamos de pagar ya mismo la ilegal e inmoral deuda externa, poniendo todos esos fondos para educación, salud, trabajo, salario y vivienda, en el marco de un programa económico obrero y popular, al servicio de alcanzar la segunda y definitiva independencia.
Los verdaderos números de la deuda
Deuda pública reconocida por el gobierno (al 30/06/2013) (*)............... 207.600 millones de dólares
Intereses a pagar en 2014................................................................ 12.200 millones de dólares
Pagos de cupones ligados al crecimiento del PBI.................................. 15.000 millones de dólares
Deudas provinciales consolidadas...................................................... 30.000 millones de dólares
Deuda cuasi-fiscal del Banco Central (Lebac y Nobac)........................... 21.000 millones de dólares
Deuda por sentencias contra la Argentina............................................10.000 millones de dólares
Nueva deuda por pagos de indemnización a Repsol................................ 6.000 millones de dólares
Intereses por bonos emitidos por pago a Repsol.................................... 5.000 millones de dólares
Renovación préstamos BID y Banco Mundial......................................... 6.000 millones de dólares
TOTAL................................................................................... 312.800 millones de dólares
El estado argentino deberá en los próximos años pagar este monto de 312.800 millones. En caso de no hacerlo, y proceder a su refinanciamiento, comenzará a acumular intereses que pueden llegar hasta un monto máximo de 72.000 millones de dólares que se sumarán en los años subsiguientes).
(*) Este es el último número “oficial” de deuda pública publicado por el gobierno (www.mecon.gov.ar). El resto de los valores también son públicos pero no aparecen sumados en las publicaciones oficiales.