Izquierda Socialista se hizo presente porque considera que el reclamo estudiantil va al fondo del problema educativo. Los estudiantes exigieron ¡plata ya! para las escuelas sin gas, sin luz, con filtraciones, con comedores cerrados y otras deficiencias. El viernes a la madrugada se incendió una escuela de General Rodríguez por desperfectos eléctricos que, pese a haber sido denunciados, no fueron tenidos en cuenta. En Luján los estudiantes de la Escuela de Arte iniciaron una pelea contra el recorte de las horas de piano de una de sus carreras. Las escuelas se encuentran atravesadas por las consecuencias de la política de ajuste, que prioriza el pago de la deuda externa. Por eso genera tanta bronca que el consejo escolar responda que no hay presupuesto para las escuelas.
Los problemas descriptos no son nuevos, pero ahora salen a la luz y obligan a dar respuestas a las autoridades. Lo novedoso son las ganas de terminar con esta situación de parte de muchos jóvenes que ven el deterioro sistemático de la educación pública. Por eso se organizan, forman centros de estudiantes, agrupaciones, buscan coordinar con otros colegios y ya realizaron sentadas, cortes de calle y la marcha del 23 de junio. Contra este proceso de organización y lucha reaccionaron las autoridades.
Primero fue el consejo escolar llamando a reuniones a los estudiantes para “explicarles” que ya habían iniciado los trámites de las obras y que por lo tanto, no era necesaria la marcha. Pero fue la directora de la Ensfa, María de los Ángeles Provenzano, pasando por encima de los más elementales derechos democráticos y con la ayuda de militantes de La Cámpora y el Movimiento Evita, quién reunió al centro a espaldas de su presidente, nuestra compañera Agustina Crisalide, para que, mediante mentiras y amenazas, exigir que levanten la marcha. El centro cedió a esa presión y durante el fin de semana difundió un comunicado firmado junto a la directora llamando a levantar la marcha y criticando el apoyo de Docentes en Marcha. A partir de ahí, ante la firme decisión de los estudiantes de distintas escuelas de continuar los reclamos, desataron una campaña de difamación que promueve la destitución como presidente del centro de nuestra compañera Agustina, bajo la acusación de “hacer política” y “meter un partido político en la escuela”. Desde la agrupación Papel Secundario, donde se vienen organizando muchos de los estudiantes que están al frente de estas peleas, respondimos rechazando contundentemente este ataque reaccionario, en tiempos en que desde el gobierno nacional supuestamente “reivindican la militancia juvenil” y proponen el voto a los 16 años, a nosotros nos persiguen por militar y por luchar. Ya son decenas los centros de estudiantes que se solidarizaron, además de la FUBA, los Suteba combativos y las Madres de Plaza de Mayo de Luján. Llamamos a redoblar la campaña de solidaridad, juntando firmas con el petitorio, y a continuar la lucha en defensa de la educación pública. Estamos convencidos que vamos a ganar ambas peleas y en ese camino, organizar a los secundarios de nuestra ciudad.