El vocero de esta empresa, Rafafael Rodríguez Roda, ofreció una explicación miserable: “todavía no se sabe el motivo exacto del accidente”. ¿Cómo que no se sabe? ¡Los trabajadores no contaban con máscaras ni otros elementos básicos de protección!
Lamentablemente esto muestra una pintura de lo que es Metrogas: una privatizada que al no invertir un solo peso en el servicio, no garantiza la calidad ni seguridad del usuario (las denuncias por pérdidas son cotidianas); terceriza las obras para ahorrar en salarios y permite que éstas se hagan sin cubrir los mínimos estándares de seguridad. Encima, ahora quiere ser premiada con el tarifazo. A Metrogás hay que reestarizarla, entre otras cosas, por ser una empresa asesina de obreros.
J.C.