Por más que Macri cambie de ministros para oxigenarse, cada día es más notorio que es un gobierno de los de arriba. “¡Ni una medida para los de abajo!” se escucha con razón. Además de la miseria generalizada, se sufren ahora las consecuencias de las inundaciones e incendios evitables en medio país.
El peronismo, ante esta situación, busca mostrarse como variante electoral. Massa y el Frente Renovador arman con Stolbizer un frente peronista de centroizquierda. Después de ayudar con diputados y hasta funcionarios bonaerenses a que Macri y Vidal aprueben todas sus leyes antiobreras, tratan de diferenciarse del gobierno y sumar los votos “críticos” a Macri.
El kirchnerismo no sabe a quién candidatear, e importantes dirigentes como Pichetto y Domínguez dicen que Cristina debe dar un paso al costado. Saben del amplio repudio social a la corrupción y al doble discurso K. Randazzo coquetea con todo el peronismo, buscando apoyos. Scioli está cada vez más desprestigiado, aunque logró su fotito con el Papa. El resto del peronismo no logra encontrar un candidato creíble.
Kirchneristas y Renovadores dicen que en vez de luchar ahora contra las medidas antipopulares, hay que votarlos en las elecciones para ganarle a Macri. ¿A los mismos que apoyaron las leyes de ajuste y entrega, que votaron mantener el impuesto al salario y pagar a los Fondos Buitres? ¿Apoyar a los que en sus provincias aplican el mismo ajuste que Macri? Ninguna de las variantes peronistas es salida para los trabajadores.
Desde el Frente de Izquierda apoyamos todas las luchas en curso para frenar los despidos y suspensiones, para terminar con la miseria y la inseguridad. Y proponemos otro modelo, de los trabajadores, opuesto al modelo de los Macri y las variantes patronales.
Macri hace concesiones a los empresarios y ajusta a los trabajadores con el argumento que “así vendrán inversiones”. Lo que quiere es seguir aumentando sus ganancias a costa de la miseria salarial. La salida para el pueblo trabajador pasa por otro lado.
Nosotros proponemos romper con la dependencia y que se deje de pagar la fraudulenta deuda externa. Fuertes impuestos a las grandes riquezas; expropiación de las multinacionales y la oligarquía terrateniente, impulsando la reforma agraria; nacionalización de la Banca y el Comercio Exterior. De allí saldrían miles de millones de dólares para inversiones en obras públicas, escuelas, hospitales y viviendas; para reactivar la industria y garantizar trabajo a los desocupados.
Macri aumenta las tarifas, perdona deudas y le da préstamos y subsidios a las privatizadas, argumentando que “así podrán invertir y salir de la crisis en unos años”. Mentiras, pagamos más y siguen los cortes, los accidentes de ferrocarriles y suspensiones de servicios. Nosotros proponemos reestatizar las privatizadas bajo control de los trabajadores y usuarios, y hacer las inversiones necesarias aplicando tarifas sociales.
Macri ajusta los salarios y suma flexibilización laboral. Nosotros proponemos un salario igual a la canasta familiar, fin del impuesto al salario, trabajo en blanco sin contratos basura.
El FIT, para terminar con la inseguridad, además de atacar las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad propone desmantelar las mafias de policías, jueces, políticos y empresarios que tienen el manejo de narcotráfico, el juego clandestino, la prostitución, la trata y los desarmaderos.
La izquierda tiene las propuestas de fondo que necesitamos los trabajadores y el pueblo. Terminamos el 2016 con un multitudinario acto en la cancha de Atlanta, mostrando nuestro gran crecimiento. Por eso, mientras apoyamos cada lucha para enfrentar el ajuste, llamamos a sumarse a Izquierda Socialista para hacer más fuerte la unidad de la izquierda y el FIT.