Escribe Jorge Adaro, secretario general adjunto de Ademys
La docencia de la CABA inicia la segunda parte de este particular año escolar con una contundente medida de fuerza de 72 horas de paro, votado democráticamente en una numerosa asamblea la semana pasada.
El último día, antes del receso invernal, el gobierno de Larreta y su ministra Acuña convocaron a las organizaciones sindicales de la docencia para informar que se daba un nuevo paso en el ataque a los trabajadores, anulando de un plumazo el aumento que correspondía percibirse con el sueldo del mes de julio. Para ser claros, el gobierno decidió no cumplir con su propia y miserable propuesta, realizada en el mes de marzo, con una cuota para esta parte del año. Además dejó sin efecto una nueva ronda de negociaciones para discutir el incremento salarial. A esto le sumamos el pago del aguinaldo en cuotas y decretando, sin más, el congelamiento salarial.
Esta es una nueva muestra de la “unidad nacional” de los distintos gobiernos provinciales y el nacional contra los trabajadores y los sectores populares. No han tomado una sola medida que afecte a las grandes fortunas o a las multinacionales, que siguen obteniendo enormes ganancias, mientras la pobreza asciende de manera escandalosa entre nosotros.
A este nuevo ataque al salario se le deben sumar medidas como el cese de los suplentes, la estafa en que se han convertido los actos públicos, sin ningún tipo de control por parte de la docencia, o la urgencia de plantear el regreso a la presencialidad sin ningún tipo de condiciones para que eso ocurra.
Lamentablemente, el resto de los sindicatos, con la burocracia celeste de UTE a la cabeza, no llamó a parar sino a un “cese de tareas”, que no hace más que darle aire al gobierno de Larreta, descartando el paro como herramienta para enfrentar estas políticas de ajuste.
Este miércoles Ademys convoca a una nueva asamblea para discutir cómo se dará continuidad a esta pelea en defensa de nuestro salario y las condiciones laborales.