Escribe Adolfo Santos

Dirigentes identificados con el peronismo kirchnerista que forman el Grupo 25 de Mayo, emitieron una nueva proclama política este 9 de julio. Los firmantes le exigen a su gobierno una mayor intervención estatal para lograr “independencia económica” con “más justicia social, trabajo digno, salarios justos y producción nacional”.

Sin dudas es un pedido correcto. Los últimos gobiernos, incluido el kirchnerismo, han profundizado la dependencia, mediante el mecanismo de la deuda externa, la entrega de las riquezas del subsuelo y los subsidios a los grandes empresarios. Se necesita “valentía” para cambiar el rumbo y salir de la crisis, dice la Proclama. Valentía que no han tenido los gobiernos frente al saqueo del FMI, a las megamineras, a las multinacionales del petróleo, a los grupos farmacéuticos o a la entrega de la cuenca del Paraná. Mucho menos para exigir trabajo y salario dignos a los grandes empresarios.
Para “consolidar la independencia económica con más justicia social, trabajo digno, salarios justos y producción nacional”, hay que organizar y apoyar a los trabajadores en su lucha contra los intereses del capitalismo decadente que nos gobierna. Lamentablemente, salvo el apoyo de la izquierda, los trabajadores vienen enfrentando solos esa lucha en defensa de sus derechos salariales y laborales. Tampoco hay soberanía e independencia económica, sin romper con el FMI y enfrentar a las multinacionales como proponemos desde el FIT-Unidad.

¡Basta de palabras! Lo que tenemos que hacer es unirnos en las luchas que estamos de acuerdo. Las tareas inmediatas, para nosotros son: conquistar un aumento de salarios y jubilaciones para que nadie gane menos de los 99.930 pesos calculados por ATE Indec para la canasta familiar; otorgar un IFE de 40.000 pesos; prohibir los despidos y suspensiones; suspender los pagos de la deuda externa; implementar un verdadero impuesto a las grandes riquezas y estatizar definitivamente la estratégica Cuenca del Paraná. Esa es la única forma de avanzar hacia la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.