Escribe Claudio Funes
Cristina Kirchner y Sergio Massa acordaron con los empleados parlamentarios un aumento salarial. Gracias a la “ley de enganche” las y los diputados y senadores tendrán un incremento de 69% en sus dietas.
Semejante aumento en medio de la profundización de la pobreza debido a la inflación sin control, lo recibirán en dos tramos, el primero en julio y el segundo en octubre, con cláusula de revisión en noviembre. Todo en este año, no en cómodas cuotas como acuerda la burocracia sindical peronista para las y los trabajadores.
Desde el gobierno intentan justificar el aumento diciendo que las dietas están “atrasadas”. En la actualidad un legislador cobra 359.000 pesos de bolsillo promedio y a partir de julio llegará a 466.700 pesos, mientras que en octubre alcanzará los 606.710 pesos. A estos importes se agregan otros ítems como gastos de representación y desarraigo, si residen a más de 100 kilómetros del Congreso.
El Frente de Izquierda propone que cada diputado o legislador gane lo mismo que una directora de escuela, y lo llevan adelante.