Escribe Adolfo Santos, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
En un país como Argentina, donde la mayoría absoluta de las y los jubilados perciben 322.798 pesos (incluyendo el bono de 70 mil), apenas un tercio de los 912.584 pesos de la canasta básica calculada por la Defensoría de la Tercera Edad, mantener jubilaciones de privilegio para políticos, jueces y fiscales, es un verdadero escándalo. Nos oponemos tajantemente a este régimen insultante creado por las y los políticos patronales en el poder para auto beneficiarse.
En un acto demagógico, el ultraderechista Milei, asumiendo funciones que no le corresponden, mandó cancelar las pensiones que perciben Cristina Fernández de Kirchner en su condición de presidenta, vicepresidenta y viuda de un presidente y de Amado Boudou, ex vicepresidente. El hecho que no le haya retirado el beneficio a una larga lista de ex funcionarios o familiares, demuestra que se trata de una jugada de marketing para quedar bien con su base social.
La jubilación/pensión de privilegio de presidentes, vicepresidentes y sus familiares en caso de fallecimiento, se rige por la Ley 24.018, aprobada en noviembre de 1991 durante el gobierno peronista de Carlos Menem (el mejor presidente según Milei), que también incluye a jueces y fiscales (ver ilustración).
Jubilaciones de Privilegio
En 2002 el Congreso derogó la ley, pero el entonces presidente Eduardo Duhalde (Partido Justicialista) vetó la iniciativa manteniendo un beneficio del que nadie reniega y que equivale al sueldo de un juez de la Corte Suprema de Justicia.
Es hipócrita la decisión del gobierno ultraderechista cuya intención, tras un golpe de efecto, es quedar bien con su base electoral y, de paso, intentar tapar su brutal ajuste. ¿Por qué le quita las jubilaciones de privilegio sólo a Cristina y Amado Boudou? La lista es larga. Las y los ex presidentes Alberto Fernández, Mauricio Macri, Cristina Fernández de Kirchner, Adolfo Rodríguez Saá y María Estela Martínez de Perón. Las y los ex vicepresidentes Gabriela Michetti (PRO), Amado Boudou (Peronista), Julio Cobos (Radical) y Daniel Scioli (Mileista). También perciben pensiones las viudas Inés Pertiné (Fernando de la Rúa); Zulema Yoma (Carlos Menem); Bety Andrés (Marcelo Levingston, presidente militar de facto) Amalia Guido (hija de José María Guido quien asumió la presidencia después del golpe militar a Frondizi).
Desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad repudiamos estos beneficios que las y los políticos patronales se adjudican de por vida cuando detentan el poder. De la misma manera rechazamos las prebendas de jueces, fiscales, senadores y diputados, que se auto imponen sueldos millonarios. Decimos que ningún político en su cargo perciba más de lo que recibe una directora de escuela con diez años de antigüedad, como lo hacen los legisladores que representan al FIT Unidad. Ejemplo de esto es nuestra compañera diputada nacional de Izquierda Socialista, Mónica Schlotthauer y delegada del ferrocarril Sarmiento que percibe en su banca lo mismo que le corresponde como trabajadora y fue noticia cuando terminó su anterior mandato y volvió a trabajar en el sector limpieza de la estación Once. Solo el Frente de Izquierda presentó proyectos para ello y nunca son tratados por ningún gobierno, porque están categóricamente en contra.
Rechazamos la decisión del gobierno de Milei para erigirse como justiciero mientras aprueba leyes para beneficiar a los intereses del imperialismo, las multinacionales, grandes empresarios que le financiaron la campaña. Junto a millones de jubilados de a pie, exigimos el fin del régimen de jubilaciones de privilegios, que beneficia con millones a los ex presidentes, vicepresidentes y sus familiares. Y que todo político, diputado, senador, juez y funcionario de gobierno perciba un ingreso como cualquier laburante.