Escribe Adolfo Santos
El 3 de abril de 1917 Lenin regresó a Petrogrado desde su exilio en Suiza y presentó sus famosas Tesis de Abril. Cambió completamente la política defendida por dirigentes del partido bolchevique como Stalin y Kamenev, que justificaban la participación en la guerra (defensismo revolucionario) y proponían colaborar con el gobierno de Kerensky.
En síntesis, las Tesis proponían: “1. La guerra para Rusia sigue siendo imperialista, de rapiña, […] ninguna concesión al ‘defensismo revolucionario’. […] 2. La revolución ha dado el poder en esta primera etapa a la burguesía por la falta de conciencia y organización del proletariado. Hay que avanzar a la segunda, que debe poner el poder en manos del proletariado. 3. Ningún apoyo al gobierno provisional; […] 4. […] Los soviets son la única forma posible de gobierno revolucionario […] 5. […] Supresión de la policía, el ejército y la burocracia. Sustitución del ejército regular por el armamento general del pueblo. 6. Confiscación de las tierras de los latifundistas. Nacionalización de las tierras. […] 7. Fusión de un banco nacional único, bajo control del soviet. 8. No ‘implantación’ del socialismo como tarea inmediata, sino comenzar por el control obrero de la producción y distribución de los productos por los soviets. 9. Realización inmediata de un congreso partidario para modificar el programa […] y el cambio de nombre para pasar a denominarse Partido Comunista. 10. Constituir una nueva organización internacional”.
La adopción de este programa por parte de los bolcheviques fue determinante para el triunfo de la revolución, demostrando el liderazgo indiscutido y la capacidad de Lenin, así como la importancia de un programa para guiar la acción de las masas en momentos de crisis.