Dec 05, 2025 Last Updated 6:40 PM, Dec 4, 2025

20 de noviembre de 1975 / Hace 50 años moría el dictador Franco

Escribe Francisco Moreira

Francisco Franco, el “Caudillo” de España, gobernó a sangre y fuego por casi cuarenta años. Antes de su muerte dejó la orden para el retorno de la monarquía, que se impuso en la “transición” con el acuerdo de la burguesía y la traición de los dirigentes socialistas y comunistas. Sus crímenes siguen impunes.
 
En la madrugada del 20 de noviembre de 1975, tras una larga agonía, murió el siniestro dictador español Francisco Franco, el “Caudillo de España por la gracia de dios”. Horas más tarde Carlos Arias Navarro, a cargo del gobierno, leyó por televisión el “testamento político” que Franco había redactado días antes. Allí cínicamente declaraba, “pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos”, y “no olvidéis que los enemigos de España y de la civilización están alerta”.1

El 23 de noviembre sus restos fueron trasladados al Valle de los Caídos. El dictador chileno Augusto Pinochet acudió a su funeral. El gobierno de Isabel Perón decretó duelo nacional. El Partido Socialista de los Trabajadores (PST), antecesor de Izquierda Socialista, lo repudió en su periódico Avanzada Socialista: “Los trabajadores, las fuerzas de izquierda, las corrientes que se proclaman democráticas tenemos el deber de expresar nuestra alegría por la muerte del dictador, y nuestro respaldo a los pueblos de España”.2

Los 36 años de feroz dictadura habían dejado un saldo de 150 mil  asesinados, entre 115 mil y 130 mil desaparecidos, 2.800 fosas comunes y 30 mil niños y niñas robados.3 Las nacionalidades vasca y catalana fueron especialmente castigadas. La mayor parte del pueblo quedó sumergido en la penuria. Fueron obligadas a exiliarse 440.000 personas por causas políticas o económicas. Los dos países que fueron el centro de recepción de los emigrados fueron México y Argentina.
 
La derrota de la revolución

A comienzos del siglo XX los pueblos del estado español vivían en medio de la pobreza y el atraso, sometidos por la monarquía borbónica, la nobleza, una burguesía ultra reaccionaria, la oscurantista y poderosa Iglesia Católica y la dictadura militar del general Miguel Primo de Rivera. Tras la caída de la dictadura, en plena crisis política, el gobierno convocó a elecciones municipales, en las que se impusieron listas republicanas en las grandes ciudades, lo que provocó la abdicación del rey Alfonso XIII y la proclamación de la República, el 14 de abril de 1931.

Pero desde el 19 de julio de 1936 comenzó la contrarrevolución fascista dirigida por Franco y estalló la guerra civil. El franquismo, minoritario al comienzo de la guerra civil, fue ganando terreno por el apoyo militar directo del nazismo alemán y, en menor medida, del fascismo italiano. Mientras tanto, las potencias imperialistas “democráticas”, como Gran Bretaña o Francia (que tenía un gobierno socialdemócrata), se abstenían de ayudar, manteniendo la “neutralidad”.

Las y los trabajadores y campesinos se movilizaron y lucharon tenazmente para enfrentar al fascismo. Se expropiaron fábricas y latifundios, tanto para la gestión productiva en apoyo al frente de batalla como para alimentar al pueblo. La causa española fue apoyada con entusiasmo en muchos países. Luchadores democráticos y trabajadores formaron las recordadas brigadas internacionales.4 Pero el precio de la lucha fue muy alto: más de 500 mil personas murieron en el frente de batalla y en la represión en la retaguardia.

El bando republicano estaba encabezado por la “sombra de la burguesía”, como decía Trotsky, y por los dirigentes del Partido Socialista y el anarquismo, quienes pretendieron contener la revolución obrera y campesina y devolver la propiedad privada a sus dueños. A estos se fue sumando el Partido Comunista, minoritario al inicio del conflicto, pero que de la mano de José Stalin se fue fortaleciendo gracias a la entrega a cuenta gotas de armas y el prestigio de la Unión Soviética entre las y los trabajadores.5

 El aparato del Partido Comunista pudo controlar y frenar cada vez más el esfuerzo militar. Aplastó la revolución en Cataluña y, en particular, en Barcelona en marzo de 1937, deteniendo o fusilando a los obreros que habían participado en ella. Las y los trotskistas y militantes y dirigentes del Partido Obrero Unificado Marxista (POUM) fueron perseguidos con saña por los agentes estalinistas. El dirigente Andreu Nin fue detenido y desaparecido por la policía estalinista, acusado de ser “agente de Franco”.6

El heroísmo de las y los trabajadores y campesinos republicanos, socialistas, anarquistas y comunistas no alcanzó para detener a la contrarrevolución fascista. En 1939 triunfó el franquismo, que empalmó, comenzada la Segunda Guerra Mundial, con el avance arrollador de los ejércitos nazis, que en 1941 invadieron la Unión Soviética.
 
“Transición” e impunidad 

En 1945, tras seis años de guerra, el nazismo de Hitler fue derrotado. Fue un enorme triunfo democrático, con la participación destacada del pueblo soviético y el Ejército Rojo. Pero en la península ibérica se mantuvieron las dictaduras de Franco y la de Antonio Salazar-Marcelo Caetano en Portugal.

Sin embargo, a comienzos de los años ‘70 comenzó el ascenso de las luchas obreras y populares en España. Aunque la huelga estaba prohibida, las movilizaciones obreras comenzaron a jaquear al régimen y las empresas empezaron a negociar con las Comisiones Obreras (CCOO), aunque fueran ilegales. La clase media, que había sido un importante sostén de Franco, comenzó a participar activamente en la lucha por las libertades democráticas.

 En abril de 1974, el gobierno de Marcelo Caetano cayó en Portugal tras la “revolución de los claveles” y se instaló entre los distintos sectores de la burguesía y las fuerzas armadas españolas la inquietud de hacer cambios para enfrentar la agonía del régimen franquista. Así se fue gestando la “transición”, tejida por el propio Franco, para dejar “todo atado, bien atado”, dando continuidad al dominio burgués imperialista madrileño y preservando la explotación capitalista sobre todo con las y los trabajadores y campesinos. Con trabajosas negociaciones fue avanzando en su proyecto de reinstalar el poder monárquico de la familia Borbón, con libertades democráticas retaceadas. Los dirigentes obreros socialistas y comunistas, legalizados en 1977, se fueron sumando a esta salida, traicionando las aspiraciones y la memoria de los miles de trabajadores que habían enfrentado al franquismo.

Dos días después de la muerte del dictador, Juan Carlos I fue proclamado rey. El franquismo fue quedando atrás, con la conquista de libertades democráticas. Pero la “transición” tuvo un alto precio: después de la muerte de Franco, cerca de 200 militantes fueron asesinados por la policía y bandas de extrema derecha. Entre las víctimas está nuestra compañera Yolanda González, militante del PST del estado español en 1980.7

Cincuenta años después, las tareas por las que dieron la vida los protagonistas de la revolución obrera y campesina están pendientes. Continúa la lucha contra las instituciones heredadas de la dictadura, contra la impunidad de los crímenes franquistas y contra la monarquía, encabezada ahora por el rey Felipe VI, hijo del corrupto Juan Carlos. Sigue planteada la lucha por el derecho de autodeterminación de las naciones oprimidas por el estado y por terminar con la explotación capitalista. Para lograrlo es necesaria una nueva dirección socialista y revolucionaria que encabece las luchas hasta el triunfo de las y los trabajadores y los pueblos del estado español.


1. F. Franco. Testamento político. 20/10/1975. Disponible en www.larazon.es
2. Avanzada Socialista Nº 172, 21/11/1975. Disponible en www.nahuelmoreno.org
3. Sandra Lafuente. ONU indaga por primera vez crímenes del franquismo. BBC Mundo (web), 23/09/2013. Disponible en www.bbc.com
4. Ver la película “Tierra y libertad” (1995) dirigida por Ken Loach. Disponible en www.youtube.com
5. León Trotsky. España revolucionaria. Escritos 1930-1940. Editorial Antídoto, Buenos Aires, 1998.
6. Idem.
7. Ver artículo Andreu Pagé. 45 años del asesinato de Yolanda González. 01/02/2025. Disponible en www.luchainternacionalista.org   

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