Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la JIS y Ambiente en Lucha
El buque “BGP Prospector” zarpó hacia Argentina desde Ghana, y llegará la próxima semana para explorar la existencia de combustibles fósiles. Desde Tierra del Fuego hasta Mar del Plata, a unos pocos cientos de kilómetros de la costa argentina, una parte importante del lecho marítimo argentino ha sido loteado en enormes cuadrículas de explotación petrolera.
El gobierno peronista nos dice que se trata de una iniciativa sin riesgos ambientales que ya tiene antecedentes en el país que generará muchos puestos de trabajo, que ayudará a la transición a energías renovables; y que se trata de un acto de soberanía nacional. Veamos.
Biodiversidad y puestos de trabajo
Lo primero es hasta desmentido por los propios informes de “impacto ambiental” presentados por la empresa Equinor ante el Ministerio de Ambiente, donde se afirma que el riesgo de “accidentes” en cada uno de esos lotes es de una peligrosidad media. La firma noruega seguramente busca cubrirse legalmente, con una complicidad del Estado argentino que efectivamente está consiguiendo. Es además falso que sea equiparable a la explotación que hoy se hace en Tierra del Fuego, en aguas someras, pegadas a la costa. Acá hablamos de 300 kilómetros mar adentro en profundidades que obligan a maniobras y una maquinaria cuya peligrosidad es exponencialmente superior. Pero por sobre todo, no existe ningún estudio de impacto ambiental que abarque la totalidad de la explotación y sus efectos acumulados, no hay ninguna barrera física entre cada una de esas parcelas, y no existe ningún estudio del efecto combinado de la explotación que busca desarrollarse.
Las promesas de puestos de trabajo también son echadas por tierra por los propios informes de las empresas, que reconocen que el trabajo que promoverán, como siempre sucede con las explotaciones extractivistas, será reducido y temporal. En suma, dada la necesidad de utilizar técnicas no desarrolladas en nuestro país, será en buena medida mano de obra extranjera que siquiera tocará suelo argentino. Pero más allá de eso, la peligrosidad de la iniciativa off shore, en particular por su amenaza sobre la biodiversidad marítima, pone bajo amenaza los actuales y potenciales puestos de trabajo de la pesca y el turismo que hoy, por ejemplo, aportan casi uno de cada cuatro empleos registrados en Mar del Plata.
El cuento eterno del extractivismo
A pesar del innegable calentamiento global, producto especialmente de la quema de combustibles fósiles, los gobiernos imperialistas y los semicoloniales como el nuestro siguen ampliando la frontera petrolera de forma extrema. Pero para hacerlo tratan de buscar una justificación “verde”. Entonces dicen ahora que con las divisas que genere la exportación se van a comprar paneles solares. Tomar esa promesa a esta altura sería como creer en Papá Noel. En 2006 el peronismo kirchnerista votó una ley que decía que para 2018 se iba a alcanzar el 20% de energía renovable en la matriz nacional. No lo cumplieron, y ahora dicen que se va a alcanzar en 2030. Pero solo si ponen las petroleras en el mar, así como antes decían que era necesario el fracking destructivo de Vaca Muerta.
No es la única promesa incumplida. En los ´90 nos prometieron que privatizando todo (como ahora propone Javier Milei) se acababa el problema monetario; luego que con la soja transgénica se iba a lograr generar las divisas para que la deuda externa no sea un problema; después que con Vaca Muerta se lograba la “soberanía energética”. Pasó todo lo contrario. La profundización de la matriz extractivista saqueadora y la entrega de la economía a las multinacionales (infraestructura clave como los puertos, los bienes energéticos, minerales, etcétera) fue de la mano de un cada vez mayor endeudamiento y de pasar a tener que importar gas para calefaccionar hogares.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) y Ambiente en Lucha rechazamos las petroleras en el mar, porque rechazamos este modelo de sacrificio de nuestros territorios para pagar la deuda externa, y junto a las asambleas por un Mar Libre de Petroleras y la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones seguiremos la pelea contra la lógica depredadora y entreguista de YPF y las multinacionales.